Hillary Clinton lo intentó en 2016 y fracasó ante Donald Trump. Y en un aplaudido discurso en la Convención Nacional Demócrata de Chicago dijo ahora que espera que Kamala Harris finalmente logre romper "el techo de cristal más alto y más duro" y convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos.
"Juntos hemos hecho muchas grietas en el techo de cristal más alto y duro", dijo la ex secretaria de Estado. "Esta noche, tan cerca de atravesarlas de una vez por todas, quiero contarles lo que veo a través de todas esas grietas, y por qué es importante para todos y cada uno de nosotros", apuntó en su discurso en el primer día de la Convención que coronará a Kamala Harris como candidata presidencial, después de que Joe Biden renunciara a la reelección.
Aunque muchas mujeres buscaron la presidencia en Estados Unidos a lo largo de la historia, Clinton fue la primera en ser nominada por un partido grande. Kamala Harris será la segunda y la primera afroamericana y de ascendencia asiática en intentarlo. La ex fiscal general de California ya había hecho historia en 2020 cuando se convirtió en la primera mujer vicepresidenta.
"Estamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia estadounidense", manifestó en la noche del lunes Hillary Clinton, que recordó el largo camino por los derechos de las mujeres, desde que pudieron votar por primera vez hace 104 años, hasta este ciclo que culminará con las elecciones de noviembre.
"La historia de mi vida y la historia de nuestro país es que el progreso es posible. Pero no está garantizado", señaló, después de la decepción que significó la derrota en 2016 contra Trump. "Tenemos que pelear por él y nunca, nunca, darnos por vencidos", añadió.
Shirley Chisholm y Geraldine Ferraro, las que vinieron antes
En un discurso que emocionó a muchos de los presentes, entre ellos Gwen Walz, la esposa del candidato a vicepresidente Tim Walz, Clinton recordó a la congresista Shirley Chisholm, quien en 1972 buscó la candidatura para la presidencia por el Partido Demócrata. "Su determinación hizo que otros y yo soñáramos en grande", dijo sobre la primera afroamericana en llegar al Congreso.
Nacida en Brooklyn, Nueva York, en 1924, Chisholm estudió en la Universidad de Columbia y trabajó como maestra y directora de guardería antes de lograr una banca en la legislatura de su estado y luego en la Cámara de Representantes en Washington. En su intento por llegar a la Casa Blanca hizo campaña por todo el país con una agenda centrada en la educación.
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La ex secretaria de Estado contó en el United Center de Chicago que en 1984 llevó a su hija a ver a Geraldine Ferraro, que fue la primera candidata a vicepresidenta de uno de los grandes partidos. Ferraro, que acompañó en la fórmula demócrata a Walter F. Mondale, nació en 1935 en Newburgh, Nueva York, y fue vice fiscal de distrito en Queens. En 1978 ganó un lugar en la Cámara de Representantes, donde tuvo dos mandatos más.
Ferraro fue una de las tres mujeres en ser candidatas a vice, junto a Kamala Harris y la republicana Sarah Palin, en 2008.
La oportunidad de Kamala Harris
"El futuro está aquí. Me hubiera gustado que mi madre y la de Kamala estuvieran aquí, ellas hubieran dicho: 'sigan adelante'", alentó la esposa del ex presidente Bill Clinton, que dijo que quería que sus nietos sepan que estuvo en este momento para apoyar a Kamala Harris.
La decisión de la vicepresidenta de reemplazar a Biden en la fórmula presidencial generó nuevas esperanzas a los demócratas y las últimas encuestas anticipan un cabeza a cabeza con Trump, que parecía encaminado a una victoria después de sobrevivir a un intento de atentado en julio y tras la fallida actuación del actual mandatario en el debate entre ambos un mes antes.
De todas formas, algunos demócratas advierten que no quieren entusiasmarse demasiado con los sondeos, ante la posibilidad de que se repita la frustración que vivieron en 2016, cuando las encuestas daban como favorita a Clinton, que también había intentado llegar a la candidatura en 2008, pero perdió las primarias con Barack Obama.
De hecho, el equipo de campaña de Clinton estaba tan confiado en ese entonces que decidió alquilar el Javits Center en Nueva York, un centro de convenciones totalmente vidriado, para celebrar la victoria electoral, en una metáfora sobre el "techo de cristal" que la demócrata esperaba romper.
"Las encuestas son fotografías de momentos específicos, nosotros no damos nada por sentado. Sabemos que esta va a ser una elección muy reñida, ganada por un número muy pequeño de votos, en un pequeño número de estados, y estamos trabajando para ganarnos cada voto", dijo María Carolina "Maca" Casado, directora de medios hispanos para la campaña Harris-Walz, en una entrevista con El Observador USA.
Casado, una venezolana que es figura clave del equipo de latinos de la campaña demócrata que lidera Julie Chávez Rodríguez, también apuntó que Kamala Harris "rompe muchísimas barreras y techos de cristal" y destacó su "personalidad, tono, espontaneidad y cercanía con la gente".
La ex fiscal es, además, una favorita entre las mujeres, de acuerdo con las encuestas. El último sondeo publicado por The New York Times y Siena College le daba un 55% de la intención de voto entre el electorado femenino, mientras que a Trump le asignaba el 41%. Otras consultas le otorgan cifras similares, como la realizada por CBS y YouGov este mes, con un 56% para la demócrata y 44% para el republicano.
"Tener a una mujer multirracial, hija de inmigrantes, al frente de uno de los principales partidos políticos de Estados Unidos ofrece una nueva perspectiva sobre las políticas que afectan a nuestra vida cotidiana", declaró por su parte Debbie Walsh, Directora del Center for American Women and Politics (CAWP), de la Universidad de Rutgers, en un comunicado. "Una generación de jóvenes verá a Kamala Harris presentarse a la presidencia, alterando para siempre la concepción de quién puede liderar en los niveles más altos", apuntó.