Durante su gestión como vicepresidenta, Kamala Harris se enfocó en defender la agenda de Joe Biden. Eso le dejó poco espacio para mostrar ideas o iniciativas propias. Su reticencia a pronunciarse sobre temas que no manejaba al detalle tampoco ayudó a que exhibiera un perfil personal. Donald Trump, en cambio, no es un misterio para nadie y promete tener una impronta aún más marcada que la de su primer mandato.
Aquí, cinco temas que separan a Harris de Trump, con el detalle de las ideas y propuestas de cada uno.
Derecho al Aborto
El derecho al aborto es un punto de choque claro entre ambos. Harris apoya fervientemente la legislación que protegería ese derecho a nivel nacional, yendo para atrás con el fallo de 2022 que anuló la histórica sentencia de Roe v. Wade.
La vicepresidente incluso será una defensora del aborto mucho más firme que Biden, un varón católico de 81 años que militaba el derecho a la interrupción del embarazo siempre con eufemismos.
En marzo, Harris se convirtió en la primera vicepresidenta en visitar a un proveedor de abortos durante su mandato.
Para Trump es un tema incómodo. Se encuentra tironeado por su base de apoyo conservadora y su intención de ganar votos centristas. En abril, dijo que no firmaría una prohibición federal del aborto. Adoptó la posición de que las leyes al respecto deben ser decididas individualmente por cada estado.
"Los estados determinarán por votación o legislación o tal vez ambos, y lo que decidan debe ser la ley del país", dijo en una grabación en Truth Social. A la vez se mostró ambiguo sobre su voto en el referéndum de Florida. Habitante de Palm Beach, Trump rechaza la prohibición vigente de 6 semanas en Florida, pero no dejó en claro si votará en favor de ampliar el acceso a la interrupción del embarazo.
Economía: inflación, aranceles e impuestos
Mientras la candidata demócrata despliega una serie de propuestas para hacer frente a la suba de los precios, que achaca en gran parte al abuso de las grandes empresas, y para recortar impuestos a las clases medias, el republicano promete reducir regulaciones y aprovecha para responsabilizar a la actual vicepresidenta por la situación económica y la acusa de ser una "comunista total".
Uno de los grandes pilares del plan económico de Kamala Harris es reducir el costo de los alquileres y facilitar en general el acceso a la vivienda. Para hacerlo, dijo que promoverá la construcción de tres millones de nuevas viviendas, ante la escasez del mercado, que hace a su vez que suban los precios.
Entre otras cosas, la demócrata propone dar un apoyo de 25.000 dólares para el pago inicial de los que quieren acceder a una vivienda por primera vez y garantizarles exenciones impositivas por 10.000 dólares.
Trump prometió ir más allá que en su mandato anterior en las exenciones impositivas, algunas de los cuales vencen en 2025. "Para lograr alivio económico a los trabajadores y las familias, haremos nuevos recortes impositivos", dijo este miércoles. "Eso es lo que logró que tengamos una gran economía", aseguró.
En 2017, con Trump recién llegado a la Casa Blanca, la tasa de impuestos corporativos se redujo del 35% al 21%, lo que fue uno de los cambios más significativos y permanentes de la reforma.
Prometió repetidamente subir los aranceles, reducir los impuestos e impulsar la llamada política de “dinero barato” préstamos a bajos intereses. El republicano planea un alza del 10% en los aranceles de las importaciones e incluso más —entre el 60% y 100%— para China y México.
Inmigración desde la frontera sur
Es el tema más incómodo para Harris y la llaga sobre la que Trump volverá una y otra vez. Trump apodó burlonamente a la vice como "la zarina de la frontera" con México.
Es que Biden le encomendó esa misión (imposible) al principio de su gestión: controlar los 3.100 kilómetros de frontera porosa con México. Con una política más abierta que la de Trump, los ingresos de migrantes se dispararon. A Harris la criticaron por visitar sólo una vez el límite con México.
Organizaciones inmigrantes en Estados Unidos
Organizaciones de latinos pro-inmigrantes, en una manifestación frente al Capitolio.
La defensa de Harris consiste en apuntar a las causas estructurales de la migración desde América Latina, como la pobreza y la violencia. El año pasado, anunció 950 millones de dólares en promesas de contribuciones de empresas privadas para apoyar a las comunidades centroamericanas.
Trump, en cambio, promete un operativo histórico de deportaciones masivas. Además denuncia que los países de América Latina están enviando presos peligrosos y personas sacadas de institutos mentales a Estados Unidos.
Cambio climático con miradas opuestas
Otro punto de contraste explícito. Harris apoyó la retórica y la política de Biden, incluida la legislación que proporcionó cientos de miles de millones de dólares en créditos fiscales y reembolsos para energía renovable y vehículos eléctricos.
Durante su campaña de 2020, enfatizó la necesidad de justicia ambiental, un marco que exige políticas para abordar los efectos adversos que el cambio climático tiene en las comunidades pobres, entre los negros y los latinos. Desde su banca como senadora impulsó proyectos al respecto, pero no fueron aprobados.
Durante su presidencia, Trump denunció al cambio climático como un engaño. Además retiró formalmente a Estados Unidos del acuerdo climático de París de las Naciones Unidas para garantizar que las temperaturas globales no aumenten más de 2 grados.
Esta vez, Trump se comprometió a desechar algunas de las políticas climáticas de Biden si los ejecutivos petroleros le donan 1.000 millones de dólares a su campaña, según The Washington Post. También prometió revertir el plan de Biden para que los vehículos eléctricos representen dos tercios de los automóviles de EE.UU. en 2032.
Una paradoja sobre la agenda verde es que Trump acusa (falsamente) a Biden de haber frenado la producción petrolera en el país. Al contrario, la gestión demócrata mostró niveles récords de producción de esa energía fósil y no renovable.
Política exterior, de Gaza a Ucrania
Harris pidió en marzo un "alto el fuego inmediato" en Gaza y describió la situación allí como una "catástrofe humanitaria". Dijo que "la amenaza que Hamas representa para el pueblo de Israel debe ser eliminada", pero también que "demasiados palestinos inocentes han sido asesinados". Así se mostró mucho más crítica que Biden hacia el israelí Benjamín Netanyahu.
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El primer ministro de Israel Netanyahu, objeto de críticas por parte de Harris.
Trump, en cambio, se muestra como un aliado incondicional de Israel, pese a algunas críticas deslizadas al primer ministro de Israel. Pero las diferencias van más allá de la guerra en Gaza. El republicano coquetea con Vladimir Putin y tiene una posición mucho más aislacionista en política exterior. El líder MAGA amaga con cerrar el grifo de fondos y armamento para Ucrania, para pánico de los aliados de EEUU en Europa.
"Seré sincero con ustedes, no me importa lo que le ocurra a Ucrania", dijo J.D. Vance, el compañero de fórmula de Trump.