El viernes 16 de mayo el planeta Tierra podría ser impactado por una erupción solar. Así lo anticiparon astrónomos consultados por el periódico británico Daily Mail. El fenómeno estaría dado por la enorme erupción con forma de "ala de pájaro" que registró la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) el martes y que envió ondas de plasma sobrecalentadas desde el hemisferio norte del Sol.
En una publicación en X (exTwitter), el cazador de auroras Jure Atanackov indicó que la fuerza total del evento podría desencadenar una tormenta geomagnética severa o incluso extrema, el nivel más alto en los sistemas de clasificación oficiales.
"Los bucles de plasma caliente pueden surgir de la superficie del Sol, siguiendo las líneas de su campo magnético, y ocasionalmente se liberan y salen disparados al espacio a altas velocidades", sumó por su parte el astrónomo del Real Observatorio de Greenwich, Jake Foster, al Daily Mail.
¿Qué es una erupción solar?
El astrónomo del Real Observatorio de Greenwich indicó que estas erupciones son enormes acumulaciones de partículas solares de alta energía, por lo que su impacto en la atmósfera de la Tierra podría causar diferentes efectos.
"Con suficiente energía, tienen el potencial de causar una tormenta geomagnética, bloqueando temporalmente las comunicaciones por radio y la navegación por satélite en ciertas áreas", amplió Foster.
En el nivel más grave de la escala, las tormentas geomagnéticas pueden provocar una sobrecarga a la infraestructura eléctrica, dañando la red eléctrica y las líneas ferroviarias, e incluso potenciales incendios eléctricos.
"Una eyección de masa coronal podría posiblemente rozar la Tierra más tarde esta noche y hacer que la aurora sea visible en el norte de Escocia, aunque hay poca confianza en esto", anticipó el portavoz de la Oficina Meteorológica británica, Stephen Dixon.