La relación entre Carlos Slim y Elon Musk, dos de los empresarios más influyentes del planeta, pasó de una posible alianza estratégica a una rivalidad que afectó tanto sus fortunas personales como sus empresas. La escalada de tensiones entre los magnates comenzó con una alianza frustrada y desembocó en declaraciones públicas, diferencias geopolíticas y un gran impacto económico para ambas partes.
La escandalosa pelea entre el CEO de Tesla y SpaceX y el presidente de EEUU, Donald Trump, volvió a poner en el centro de la atención pública las empresas de Musk y sus perspectivas de futuro. Mientras tanto, en los últimos meses, el empresario mexicano cruzó frecuentemente la frontera hacia Washington para reunirse con la administración Trump. Slim logró rápidamente forjar un sólido vínculo con el republicano y su equipo, manteniendo años de contacto directo con él. Ahora, con una relación cercana al gobierno de Claudia Sheinbaum y representando los intereses del empresariado mexicano, se posiciona como un nexo clave entre ambos países en los próximos años.
El acuerdo frustrado
La cercanía entre Slim y Musk comenzó a visibilizarse en 2024, cuando los directivos de América Móvil anunciaron una posible colaboración con SpaceX. En octubre de ese año, las empresas estuvieron cerca de cerrar un acuerdo y Oscar Von Hauske, director de operaciones de América Móvil, confirmó que estaban negociando con Starlink para ofrecer el servicio satelital en varios países de América Latina. Este anuncio generó expectativas, especialmente por la relevancia de ambos empresarios en el mundo de las telecomunicaciones y el espacio.
Sin embargo, un mes después, Slim declaró que la alianza con Musk se había detenido y que optó por no continuar la negociación. El mexicano tomó la decisión de invertir 22.000 millones de dólares en la expansión de su propia infraestructura en lugar de aliarse con el multimillonario sudafricano. Argumentó que América Móvil ya cuenta con satélites propios, por lo que no necesitaba asociarse con Starlink para su crecimiento en la región.
“Es mejor poner nuestras torres, plantas y la fibra óptica que las ligue”, habría comentado Slim, justificando la decisión de mantener independencia tecnológica. El rechazo del mexicano dejó a Musk sin un socio clave para expandir su servicio en América Latina, un mercado de gran importancia para el internet satelital.
Además, Slim diversificó sus alianzas, buscando nuevos socios en empresas como AST SpaceMobile y en el ámbito chino, lo que permitió reducir su dependencia de Musk y posicionar a América Móvil como un jugador clave en la región, no solo en telecomunicaciones, sino también en el acceso a internet satelital.
Las importantes consecuencias para sus empresas
Elon Musk en la Casa Blanca - EFE.jpg
EFE
A medida que las tensiones entre ambos empresarios se intensificaron por los señalamientos públicos y diferencias estratégicas, las consecuencias económicas se sintieron tanto en sus fortunas como en sus compañías.
Tras la caída del acuerdo, las acciones de Tesla sufrieron un desplome, provocando que Musk perdiera 7.500 millones de dólares en su patrimonio. En contraste, Slim aumentó su fortuna en 333 millones, impulsado por el alza en el valor de América Móvil.
Sin embargo, el panorama cambió cuando América Móvil presentó sus resultados financieros del último trimestre de 2024. Su beneficio neto cayó un 48%, lo que provocó una baja en sus acciones, revirtiendo parte de las ganancias obtenidas por Slim.
Ese no era el primer desacuerdo entre ambos empresarios. En el pasado, sus compañías habían competido en sectores estratégicos como telecomunicaciones y tecnología satelital.
El quiebre definitivo
En enero de 2025 quedó claro que la relación entre los empresarios se había roto cuando Musk desató una gran controversia al acusar en redes sociales a Slim de estar vinculado con el narcotráfico mexicano.
El sudafricano compartió una publicación de una cuenta de X (@WallStreetMav), especializada en finanzas, donde se sugería que el magnate mexicano no podría haber alcanzado su nivel de riqueza sin estar involucrado en una red controlada y protegida. El texto también mencionaba que Slim, quien tiene una fortuna superior a los 70.000 millones de dólares, es el principal accionista de las acciones cotizadas en The New York Times.
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Aunque Musk no presentó evidencia concreta de los supuestos vínculos de Slim con el crimen organizado, compartió el mensaje a través de su cuenta oficial en la misma plataforma, acompañado de un emoji de una cara con monóculo, lo que generó una ola de reacciones en las redes.
Frente a estos señalamientos, el Gobierno mexicano salió a defender al empresario y negó categóricamente las acusaciones. “Es falso, no hay ninguna investigación contra el empresario Carlos Slim o sus empresas. ¿De dónde sacan esto?”, aclaró Sheinbaum durante su conferencia de prensa diaria tras ser interrogada sobre el tema.
Un dólar a que no llega a marte
Por su parte, aunque Slim no dio una respuesta directa a las declaraciones de Musk, sí lo mencionó para poner en cuestión los ambiciosos planes espaciales de su rival y, en tono irónico, apostó un dólar a que SpaceX no logrará llevar humanos a Marte en 2028.
Durante una conferencia celebrada el 10 de febrero de 2025, el empresario mexicano dijo: “Él dice que para el año 2028 van a llegar a Marte y de regreso... le echo una apuesta que no es cierto. Le apuesto un dólar, pero que diga ‘me equivoqué, tenías razón’. Y si lo logra en 2030, le doy dos”.
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