Segundo tiempo.
Peñarol se recuesta en su área con dos líneas de cuatro, parece bien aceitada y cubre cada centímetro de su cancha, para contener cualquier intento de
Nacional por llegar al empate. El 1-0 vale oro y saltar al primer lugar de la tabla. Nacional empuja; la muralla del fondo rechaza todo.
Minuto 58'. Lasarte mueve las piezas y manda a Rodrigo Aguirre para abrir la cancha. El partido no cambia. El veloz delantero no puede "sacar el barrio de adentro", que le había pedido el DT.
Minuto 73'. La pelota deriva contra la Olímpica, Nandez trepa solo al ataque, cuando en una acción más de karateca que de futbolista (como aquella de Carlos Bueno a Martín Del Campo, en la década de 2000), Aguirre se tira con las dos piernas a cortar al volante aurinegro. Debió ser roja directa, pero el árbitro le mostró solo amarilla.
"Pensé que llegaba. Viendo el partido desde afuera estaba caliente y fue lo que me salió hacer. Le pedí disculpas (a Nandez). Y me asusté (por la roja)", reconoció tras el partido.Minuto 90'+1'. Un zapatazo del delantero desde afuera del área se transforma en el empate.
El
clásico de ayer será recordado como el del estreno de las cámaras, el de la remontada con 10 y, también, como el del empate con un gol de un jugador que no debía estar en cancha. Peñarol tiene argumentos para volver a la carga contra los jueces.