La promoción de hábitos saludables de un tiempo a esta parte está presente en todos lados –por real propósito, moda o puro marketing–. En las charlas familiares, en las redes sociales, en las notas de prensa, en las publicidades, en ciertas góndolas del supermercado, en la creciente instalación de tiendas naturistas, en la filosofía de disciplinas como el yoga y así sucesivamente. En lo que refiere a la alimentación, cada vez se insiste más en que las dietas sean en base a productos naturales. Y esto no solo implica reducir el consumo de ultraprocesados, sino que también se recomienda buscar productos que salgan de la tierra y no estén intervenidos por productos sintéticos. Esta movida, además, no solo tiene que ver con la creciente preocupación de las personas inmersas en el siglo XXI por cuidar su salud e imagen. También se conecta con la necesidad de reparar el daño que se le ha hecho a la naturaleza durante siglos, apostando a consumos más responsables.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá