Leonardo Carreño

“En Paraguay se convive con la informalidad y la economía funciona”

El empresario también habló sobre la legislación laboral de su país, que dijo “es extremadamente sencilla”

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24 de junio de 2019 a las 14:50

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“Somos el país más competitivo de la región”. La frase se lee y se escucha en una de las pantallas del Hotel Radisson donde acaba de terminar su presentación sobre inversiones en Paraguay. El vicepresidente del Club de Ejecutivos de ese país, Luigi Picollo, estuvo la semana pasada en Montevideo para participar del Primer Encuentro de Convergencia Empresarial. El empresario habló sobre el momento de la economía guaraní, el grado inversor, los desafíos y oportunidades para la inversión, además, de las ventajas que a su juicio ofrece este rincón de la región para el desarrollo de negocios. Lo que sigue es un resumen de la entrevista que Picollo concedió a El Observador.

¿Qué importancia le da a la posibilidad que su país sea grado inversor en un futuro cercano?

El consenso al alto nivel en Paraguay es que no estamos listos para ello. El grado de inversión se vuelve un imán para traer dinero y lo que hace es que esa cantidad de dinero que pueda entrar en cierta forma pueda mover (la economía) a números ilógicos. Demasiada gente va a poder prestar demasiado barato y puede ser que después genere un problema financiero. O puede ser un exceso de inversión inmobiliaria, que es lo que preocupa. Ojo con la especulación inmobiliaria que ya está demasiada inflada. Entonces, lo que el gobierno dice es: ‘hoy hagamos la tarea de casa en ser grado de inversión, pero todavía no nos conviene, tenemos que regular mejor el sistema’. Paraguay es muy poco regulado, y si entra una cantidad de plata como esa puede terminar adulterando la economía. Como empresarios preferimos esperar un rato más. Hoy el Estado capta prácticamente a grado de inversión. Con un endeudamiento del 17,5% del PIB y con reservas monetarias que son la misma cantidad que toda la deuda a largo plazo en moneda extranjera, podés cancelar el 100% de la deuda externa con los dólares que tenés en la caja. El miedo que uno tiene en una economía poco endeudada, sea privado o público, es que con un grado de inversión la gente se pase de rosca. Nos pasa a todos los latinos; si tienes plata barata y que te sueltan, la usas para ahorcarte. Es un suicidio. En eso Paraguay es una sociedad muy conservadora. Muchos empresarios hoy dicen: pasemos porque no sabemos manejar esa cantidad de plata.

Hay en proceso una reforma fiscal con media sanción en el Parlamento. ¿En qué consiste?

Manteniendo las mismas alícuotas, se está buscando aumentar la recaudación, simplificando y haciéndole pagar a todo el mundo. Por ejemplo, el empresario industrial pagaba 10% de renta y el empresario rural sojero o ganadero pagaba 1% o 2%. No era justo. Muchos años atrás se buscó promover la agricultura. Hoy la agricultura generó ricos mucho más ricos que los empresarios industriales. El campo paraguayo es tan rentable que no les mueve la aguja. Se van a recaudar US$ 300 millones más en impuestos y el empresariado está de acuerdo. Lo único que piden es que no se gasten en contratar más gente y se haga algo útil.

Hay casi una leyenda respecto a que Paraguay es un paraíso fiscal en la región. ¿Qué opinión tiene?

Hoy paraíso fiscal es una mala palabra. A Paraguay le impusieron un paquete de leyes antilavado porque esta con la evaluación del Gafilat (Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica) y a libro cerrado el Ejecutivo lo presentó al Senado. El Senado se la va tener que tragar y aprobar. Se eliminan las acciones al portador, si hay una empresa que es dueña de otra y todo ese dibujo, tiene que existir el beneficiario final. También hay factura electrónica y el tema de la delación premiada. Hasta tu propio contador puede denunciarte y se lleva una comisión del tema. El argumento políticamente correcto es  ‘cuidado con el narcotráfico, el terrorismo y la venta de armas de destrucción masiva’. ¿Dónde hay armas de destrucción masiva? Ni siquiera había en Irak. La intención en el fondo es recaudar. El argumento es ‘vamos contra el terrorismo y te vamos a hacer pagar más impuestos´. Eso se  va a aprobar por presión del sistema bancario internacional. Paraguay está bastante legalizado, no es un paraíso fiscal. Es un país de bajos impuestos que al fin y al cabo es la misma cosa. Para empresarios auténticos un país con bajos impuestos es suficiente.

En Paraguay no existen los sindicatos en el sector privado. ¿Cómo valoran eso a la hora de salir a venderlo como destino para invertir?

En el fondo el empresario paraguayo no es consciente que es tan feliz. El empresario negocia directo con sus empleados, decide cómo les va a pagar y la remuneración. La legislación laboral paraguaya es extremadamente sencilla. La maneja un junior en una empresa con una planilla Excel. No se venden software de recursos humanos. Son tres fórmulas y se terminó. El empleado se vuelve un poquito inamovible a los nueve años y medio, donde para que se vaya hay que pagarle el doble de indemnización. Los sindicatos son más del Estado y les marcan las pautas a los políticos que son rehenes. Los sindicatos del Estado lo que quieren es evitar las privatizaciones.

Leonardo Carreño

La informalidad es alta en el país. ¿Cómo ve el tema?

Es el 40% del país. Esa gente vive bien autoempleada y la economía funciona. El gobierno intenta formalizar más y con el tiempo se va ir formalizando. Es una economía grande informal, pero relativamente sana porque se vive bien. Lo que es malo es la pobreza extrema. Esa gente no tiene chance y tiene que romper el contrato social para sobrevivir. ¿Cómo veo la informalidad? La informalidad se tolera. Hoy uno va al dentista y no te hace factura. En una empleada doméstica muchas veces no se factura. Se convive con la informalidad y no se ve negativamente. Por eso el gobierno lo que dice es que el impuesto a la renta personal lo tiene que pagar gente muy rica y no la gente pobre.

En el último tiempo hubo capitales uruguayos que se volcaron a invertir en ganadería, inmuebles y servicios en su país. ¿Dónde están hoy las oportunidades de negocios?

En la transformación del producto básico agrícola a algo más industrializado. En vez de vender soja, vender aceite de soja. Valor agregado, porque si no se termina compitiendo contra un mercado que te dice cuánto te va a pagar. Es mucho más volátil. También hay gran necesidad de inversión en el sector eléctrico. Una sola compañía eléctrica estatal esta desde la generación en alto voltaje hasta la  distribución residencial. Se habla mucho de hacer una regulación para que entre el sector privado. En 10 años se va usar el 100% de la capacidad de Itaipú y va a faltar energía. Una inversión en el sector eléctrico tiene que empezar siete años antes de ser necesitada. Hablo de alguna planta térmica, energía solar. Se habla mucho de centrales hidroeléctricas de 10 MW en pequeños ríos que  son muy costo eficientes. Tiene que haber un grupo de inversionistas que haga la red para que las pequeñas plantas se conecten.

¿Cuáles son los principales desafíos para la inversión en su país?

Es una economía que no tiene mucha información de mercado. Van inversionistas, piden datos y el Estado no tiene. Entonces ellos tienen que acumular datos y el desafío es que tengan paciencia de juntarlos para  hacer su inversión. Por ello, yo insisto en que hasta cierto punto se haga  una investigación de mercado y después se suelte un producto o servicio y se vaya probando. Coca-Cola ha hecho investigación de mercado, ha lanzado cosas y después no le funcionó. Se han gastado mucho más dinero en investigar el mercado que en lanzarlo. El otro desafío es el sistema bancario. Paraguay hace como 15 o 20 años atrás tuvo una gran crisis bancaria. Entró el ente regulador a poner muchísimas condiciones. Hoy los bancos están atados de pies y manos a hacer muchas cosas. Entonces, pasado los dos años no hay dinero, solamente contra inmuebles. No hay préstamos sin algún tipo de colateral después de dos años por requisito del Banco Central. El sistema financiero es muy líquido, muy sólido, pero no te apoya en algo más largo. Acá hay que traer un capital, patrimonio, y sobre eso construir algo de apalancamiento, pero no es que uno lleva una marca y ya está.

¿Por qué hay que invertir en Paraguay?

Porque hoy tiene márgenes de mercados emergentes. Tiene la estabilidad de un país de grado inversor, un sistema financiero muy sano y tiene una moneda muy estable. Hay mucho por desarrollar y es muy barato de entrar. Tal vez sea la economía más barata de entrar de toda la región y el país más fácil de operar.

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