Ya es moneda corriente ver imágenes del cielo gris de Pekín por la severa contaminación en la que está sumergida la ciudad. Pero, hace pocos días, los pekinéses sorprendieron al mundo al mostrar fotos de la capital con un cielo extremadamente celeste y un sol que iluminaba todos los rincones.
Esto tuvo un impacto especial ya que, anteriormente, el gobierno chino había asegurado que eliminar la contaminación del aire era una tarea imposible. Se habían manejado planes como la utilización de "drones" para mantener el cielo despejado, pero no prosperaron.
Sin embargo, las autoridades de Pekín ordenaron a más de 10.000 fábricas que detuvieran su producción; en consecuencia, a alrededor de 40.000 obras detuvieran sus actividades. Además, se estableció que solo la mitad de la población pudía transportarse en automóvil. Dichas medidas lograron que el índice de calidad del aire AQI, que tiene una escala de 0 a 500, Pekín obtuviera 17.
Pero estas buenas noticias solo duraron 72 horas. ¿Qué ocurrió en esos tres días? El ejército chino salió a las calles de la capital para realizar un desfile y deseaban que las fotos de dicho evento tuvieran luz solar; esa que hacía tanto tiempo no se podía ver.
La población pekinés se entusiasmó muchísimo con los resultados pero, sin embargo, todo volvió a la normalidad. Solamente cinco días pasaron del desfile y la ciudad ha vuelto a caer en la "zona roja" de la escala: subió de 17 a 153.
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