"Todo maestro debería conocer el medio rural"

Usted, con sus alumnos y las madres de ellos, regalaron uno de los momentos más emotivos de la Expo Prado. ¿Qué puede contarnos de su escuela rural?
Está a 34 kms de Melo y a 400 kms de Montevideo, en paraje Berachí, en la ruta 7 aunque buena parte de esa ruta es camino vecinal. Tengo inscriptos cuatro alumnos, desde nivel inicial de cuatro años hasta 6° año del ciclo escolar. Vivo en la escuela junto a mi esposo que es docente y viaja cada día 60 kms en moto para dar clases en la escuela N° 27 en el paraje Sierra de Ríos.

Oímos a sus niños hablar con orgullo de su escuela...
Ellos viajan cada día, según el caso, de 17 a 20 kms a caballo para ir a la escuela. Cuando llueve mucho los padres me llaman para decirme que lloran si por el estado de los caminos no pueden ir. Faltan muy poquito. Cada día que los veo venir es una alegría para el alma. Tenerlos, ayudarlos, vale la pena todo esfuerzo.

La ARU los homenajeó en el acto inaugural por los premios que esos pequeños obtuvieron en un concurso fotográfico...
Fue un concurso de ANEP, el Plan Ceibal y el Mides. El tema era La mujer uruguaya hoy desde la mirada de niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Mandamos seis fotos –era el máximo– que debían sacar los alumnos y cinco tuvieron premio. Tiago Neves, de primer año, ganó el primer premio en la categoría de primero a tercero con la foto Esquila, fotografió a su mamá esquilando. Sabrina Chaves, en la categoría de cuarto a sexto, obtuvo el primer premio con la foto La rueca de Esther, fotografió a una vecina de 85 años que sigue hilando. Y se lograron tres menciones especiales: Los maíces de la chacra y El ordeñe que fueron fotos de Nicolás Jara y Los quesos de Esther que fue otra foto de Sabrina. El día que nos enteramos de los premios estabábamos festejando el cumple de Nico en la escuela.

¿Qué le diría a las maestras que ejercen su actividad en los ámbitos urbanos?
Que siempre lo dejen todo por los niños, que los disfruten. Todo maestro cuando egresa tendría que estar en contacto con la otra cara de la moneda, debería conocer el medio rural. Otra cosa es que los niños, sean urbanos o rurales, sean siempre lo principal y que se les enseñe con amor. Y quiero decir que para el niño la escuela es imprescindible, como lo es el apoyo de su familia y el de la comunidad.