Adolescente que mató a trabajadora para robarle $100 irá tres años al Inisa

La cajera Claudia Ferreira se dirigía a su casa cuando fue abordada por dos delincuentes: la menor la apuñaló y la mató en el acto; el adulto todavía espera sentencia

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28 de octubre de 2018 a las 13:58

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La adolescente de 17 años que asesinó a fines de mayo a una cajera que salía de su trabajo, en el balneario de Neptunia (Canelones), fue condena este jueves a tres años de reclusión en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa).

La menor, que estaba bajo régimen de prisión preventiva desde el 19 de junio, ya había sido imputada por dos delitos de hurto que había cometido junto al mismo compañero -un adulto que también fue formalizado como coautor de este homicidio pero que aún aguarda por su condena- y con la misma moto de la que se bajó para asesinar a Caludia Ferreira, una madre de 45 años, en la medianoche del martes 29 de mayo.

Ferreira había cumplido su jornada laboral en la estación de servicio ubicada en la Ruta Interbalnearia y la Avenida Los Pinos. Se dirigía hacia su casa, en donde era esperada por su esposo y su hijo de dos años. En su cartera llevaba $ 100, detalló en su acusación la fiscal del caso, Darviña Viera. Como se resistió al robo, la menor la atracó a puñaladas y Ferreira murió en el acto. Los dos huyeron sin agarrar siquiera el dinero.

La adolescente no admitió su responsabilidad y tuvo, en todo momento, una actitud "poco colaborativa" en la investigación, según consignó la fiscal en su escrito. La defensa de la menor, en tanto, defendió su inocencia hasta el final; sus abogados aducen que la Fiscalía basó su acusación en la declaración del adulto que participó del delito -un hombre de 23 años-, quien incriminó a la joven.

Pero la fiscal, además de otras declaraciones de testigos, tenía a su favor una serie de pruebas proporcionadas por la Policía Científica, como la incautación del arma homicida, prendas con sangre de la víctima y la moto que usaron para desplazarse. Todas esas evidencias convencieron al juez Marcos Seijas, quien ejecutó la sentencia condenatoria.

La máxima pena que establece el Código del Niño y el Adolescente ante infracciones gravísimas, como un homicidio de estas características, es de cinco años de privación de libertad. Sin embargo, la fiscal Viera no solicitó esa condena porque tuvo en cuenta "la primariedad absoluta de la adolescente", y aclaró que los robos que cometió semanas antes del asesinato no pueden contarse como antecedentes penales porque todavía no fue condenada por ellos. 

Además, como la imputada declaró ser adicta a las drogas, Viera también solicitó que en las dependencias del Inisa reciba "programas de orientación y tratamiento".

 

 

 

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