Adultos mayores: son el 40% del mercado mundial y en Uruguay la mitad percibe más de US$1.100 al mes

El envejecimiento es el proceso más natural del ser humano, pero también es el más resistido. Con productos tales como cremas antiage o publicaciones con tips para evitar el envejecimiento, las personas intentan combatir el pasar de los años. Sin embargo, llega un punto en que ocultar la edad es imposible y, en ese entonces, junto con las arrugas y algunas dolencias, se hace visible un problema, porque quienes entran en la tercera edad comienzan a ser marginados a nivel social. Los plateados (como se les denomina por sus canas) dejan de ser productivos —porque no se los contrata para trabajar—, no son el público objetivo de los productos y servicios ofrecidos por las empresas y los emprendimientos y, como consecuencia, comienzan a aislarse.

“En casi todo en nuestra vida, tanto personal como social, estamos marcados por las etiquetas cronológicas, y lo que prevé ese sistema es que a medida que cumplas años te vayas retirando, aunque, en realidad, muchas personas no quieren hacerlo”, explicó Castro Almeyra a Café & Negocios.

Esto afecta a las personas de la tercera edad porque la soledad pasa a ser un sentimiento de todos los días, pero no solamente las perjudica a ellas. Al desatender a esta franja etaria, se desaprovecha una oportunidad en materia económica.

Mientras que las empresas y los emprendimientos se enfocan en niños, jóvenes y adultos, el mundo está envejeciendo. Este segmento de la población crece a un ritmo más rápido que el resto. Según datos del Banco Mundial, en 1960 las personas de esta edad no alcanzaban el 5% de la población total y actualmente el porcentaje casi se triplica. De hecho, las personas mayores de 60 representan el 12% de la población total y, según el informe Perspectivas de la población mundial de la Organización de Naciones Unidas en el 2050 una de cada seis personas tendrá más de 60 años. 

Si continúa esta tendencia —y las investigaciones muestran que así será porque la esperanza de vida aumenta al tiempo que decrece la tasa de fecundidad—, dentro de 30 años el número de personas mayores de 60 años en el mundo será mayor que el número de menores de 15 años.

En Uruguay, esta realidad se acentúa porque la población de más de 60 años representa el 20% del total; unas 700 mil  personas. En el país hay nueve adultos mayores por cada 10 niños menores de 15 años: más del doble que el promedio regional. Además, se estima que para 2050 sean 17 por cada 10 niños.

“Uruguay es el país más maduro de la región y un laboratorio vibrante para la longevidad”, señala el estudio Tsunami Latam 2022 de la empresa de marketing especializada en el consumidor maduro, Hype50+.

Según la cofundadora de la empresa, Layla Vallias, en menos de 30 años los plateados serán la mayor franja de la población en el país, con el porcentaje más alto concentrado en la franja de 50 a 54 años.

Por el cambio demográfico que se desprende del envejecimiento de la población, se torna una necesidad cambiar el foco de las empresas y de los emprendimientos a través de la economía plateada, cuyo enfoque se centra en las necesidades y demandas de las personas mayores. 

“Sabemos que el futuro es humano, digital y plateado, y la economía plateada será clave para la innovación, la creación de nuevos empleos y el crecimiento económico. Así que no debemos esperar mucho más para crear ecosistemas adecuados y promover en nuestras sociedades una forma positiva de ver a las personas mayores”, dijo la especialista del laboratorio de innovación del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab), Ana Castillo en Tsunami Latam 2022.

El plateado uruguayo

Según Castro Almeyra, hay muchas maneras de envejecer, por lo que es difícil hacer un perfil del consumidor plateado. No obstante, la especialista en envejecimiento explicó que hay dos grandes categorías que abren líneas paralelas en el mercado: la gente que es autoválida y la que es dependiente. 

Por un lado, hay personas que llegan con mucha energía, con muchos proyectos y deseos. En este sentido, el estudio Análisis y principales conclusiones sobre la caracterización, intereses y necesidades de las personas 60+, realizado por el programa Pensar en Grande, de Endeavor, Xeniors y el BID, muestra que para un alto porcentaje de personas mayores de 60 años esta época marca el inicio de una nueva etapa activa en la que se aprovecha el tiempo libre para salir, se retoman sueños postergados y hasta se aprenden hobbies. De hecho, casi cuatro de diez personas de esta franja etaria sale de noche con amigos o en pareja y un grupo similar concurre a espectáculos. Además, casi 70% tiene un hobby y 20% participa de talleres y cursos. 

Para ese grupo hay un área de la economía plateada a explorar que incluye, además, opciones de trabajo para que vuelvan a ser productivos.

Por otro lado, existe un segmento que se ve limitado por motivos físicos, que baja sensiblemente la actividad. Con el foco en las personas dependientes —según la categorización de Castro Almeyra—, hace años que se ofrecen servicios relacionados con la salud, pero nada más. En la actualidad, cuando hay una prolongación de la vida de estos perfiles se abre una oportunidad para brindar productos y servicios a fin de satisfacer sus necesidades.

“No hay un tipo de persona mayor, sino que es un grupo muy heterogéneo. Se están viviendo distintas vejeces, y  la manera de vivirlas está relacionada con distintas posibilidades”, reafirmó la especialista en envejecimiento. 

Un mercado desaprovechado

“Las empresas y los emprendimientos que no están mirando el segmento de 60 años en adelante están perdiendo mucho dinero”, dijo la coordinadora del programa Pensar en Grande, Sofía Scarone. Es que en ese segmento se concentra el mayor gasto de dinero: el 40% del consumo mundial. Además, según el informe de Pensar en Grande, la mitad de este segmento de población en Uruguay percibe ingresos superiores a US$ 1.100. 

En definitiva, los pocos negocios trabajando para el mercado de los plateados y la importante cantidad de dinero para gastar en productos y servicios confluyen en oportunidades de desarrollo.

En el programa Pensar en Grande se identificaron varias áreas en las que trabajar. Las demandas de los adultos mayores se dirigen, sobre todo, a actividades o lugares para socializar. Asimismo, otro rubro donde la oferta puede encontrar una demanda importante de este público es en la de transporte especialmente pensado para el traslado de esta población con sus requerimientos físicos particulares. También la de espacios habitacionales que contemplen las necesidades de estas personas que quieren simplificar su vida y no pasar tanto tiempo en las tareas domésticas. 

Una característica favorable para los negocios de productos y servicios dirigidos a los plateados es el comportamiento de los clientes, que son fieles: si prueban un producto o un servicio que les gusta lo consumen con asiduidad.

Un último nicho interesante identificado por Pensar en Grande es el de cursos en que las personas puedan adquirir nuevas habilidades o ejercitar las que ya tienen. En ese sentido, se identifica que los adultos mayores quieren ser productivos, por lo que es importante incluirlos en las empresas para ofrecerles trabajo.

Aquí es donde se identifica la mayor discriminación hacia los adultos mayores que, aunque demuestren su expertise, tienen dificultades para conseguir puestos laborales. “Pareciera que los emprendimientos y la creación de empresas fueran cosas de jóvenes”, señaló Castro Almeyra. “El sistema margina a las personas por cumplir cierta edad, cuando lo que debería evaluar es su proyecto y la capacidad que tiene para llevarlo adelante”, añadió.

Al respecto, Café & Negocios habló con dos emprendimientos dirigidos a la población de mayores de 60. Por un lado NudaProp, que ofrece un servicio para empoderar económicamente a las personas mayores. Por otro lado, Xeniors Desarrollo emprendedor, que incentiva el empleo para esta generación.

NudaProp: un servicio para los +60

Xeniors: Desarrollo Emprendedor +50

Aceptar la realidad

La economía plateada tiene terreno para crecer. En Uruguay no existe la cantidad—y mucho menos la variedad— de posibilidades que deberían tener las personas para decidir cómo quieren envejecer, sino que se tienen que arreglar con lo que se les ofrece. 

De a poco comienzan a aparecer las primeras ofertas, pero sigue habiendo necesidades que no están en el mapa de los empresarios ni en el de los emprendedores. 

“Somos ya una sociedad envejecida y no queremos vernos ni asumirnos. Si nos asumiéramos, descubriríamos un mundo de oportunidades para innovar, para crear empleo, para diseñar nuevos productos y servicios —dijo la especialista en envejecimiento en su presentación TEDx—. Esta nueva longevidad abre puertas inéditas para que repensemos los próximos años en lo económico, en lo social y en lo cultural".