La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, le trasladó información a los coordinadores de las bancadas de la coalición sobre los 454 kilos de pescado que el presidente de los Emiratos Árabes Unidos le regaló a su homónimo en Uruguay, Luis Lacalle Pou.
"No me gustaría transitar caminos donde primero se busca enchastrar la cancha y luego obtener la información", explicó Argimón en rueda de prensa. "Voy a tomar esta forma de interactuar con las bancadas parlamentarias", añadió la presidenta del Senado. De todas formas, sostuvo que en este caso no incluyó a la oposición, porque ésta decidió transitar por otro carril.
"Con el Frente Amplio en este tema no, porque evidentemente ha transitado otro nivel y otro carril, en el sentido de preferir el manto de sospecha a la comunicación", declaró este martes.
Argimón dijo que entiende el rol que juegan "oficialismo y oposición" en algunas oportunidades, pero señaló que "en las últimas horas hemos visto cómo un episodio puntual de una donación de pescado efectuado al señor presidente de la República" dio lugar a "un manto de sospecha" y dejó "medias verdades en el aire". Según la vicepresidenta ese accionar "no forma parte" de su manera de "concebir el quehacer político".
"En ese sentido pedí todo el proceso que se verificó de manera de informar claramente qué fue lo que aconteció, porque soy de las que cree que en política no vale todo", sostuvo.
"He pedido a los coordinadores de bancada de la coalición de gobierno que se hagan de la información que voy a trasladarles. Alguna ha sido pública", continuó. Argimón quiere que se empiece "a instalar una forma de informar qué es lo que acontece en episodios, que con toda legitimada hay derecho de conocer más información, pero que debe circunscribirse a eso: a pedir la información".
Los 454 kilos de pescado llegaron el 25 de febrero al Aeropuerto Internacional de Carrasco como regalo del príncipe heredero de Abu Dabi y actual presidente de los EAU, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, a Lacalle Pou. Durante su viaje a la Expo Dubái, el mandatario aceptó el regalo que el jeque le insistió en hacer y le dio tanto la dirección de la residencia presidencial de Suárez y Reyes, como el nombre de su custodio: Alejandro Astesiano.
En los chats filtrados del excustodio presidencial –imputado por la trama de pasaportes adulterados– se encontraron detalles sobre la coordinación para recibir la carga de pescado.
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