Seis días pasaron desde el aterrizaje de Sebastián Hagobian en el aeropuerto de Carrasco, luego de que su participación como observador del cuestionado referéndum ruso en Zaporiyia –una de las cuatro regiones ucranianas que Vladimir Putin buscaba anexar ilegalmente a Rusia– levantara una polvareda que alcanzó al propio gobierno uruguayo y a una agitada interna en el Frente Amplio.
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