Arroceros consultan a precandidatos si liberalizarán importación de combustibles

Alfredo Lago, presidente de la gremial que agrupa a los agricultores del sector, informó que este lunes la reunión habrá una reunión con el precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou, como ya hubo con Daniel Martínez, Ernesto Talvi, Mario Bergara y Pablo Mieres y que es previo a los que habrá con otros precandidatos.

“Nos interesa mucho saber cómo se posiciona cada uno de ellos en algunos temas puntuales”, mencionó Lago a El Observador.  Precisamente, uno de los temas centrales que planteó la ACA fue el de una eventual liberalización de la importación de combustibles (un insumo particularmente clave en la estructura de costos productivos de los arroceros), pero también se quiere conocer qué posiciones tienen los precandidatos sobre los temas financieros y logísticos, por ejemplo.

La intención es saber de qué modo esos temas y otros que afectan a los empresarios arroceros y a toda la cadena agroindustrial del arroz son contemplados en cada uno de los programas de gobierno.

Este es un lunes agitado para los directivos de la ACA, dado que además del encuentro con Luis Lacalle Pou está prevista, al cierre de la jornada, una reunión con representantes del sector industrial, con quienes se están abordando diversos temas de interés común.

Se esperan rendimientos al alza

Con relación a cómo evoluciona la cosecha en el marco de la zafra arrocera de 2018/2019, hasta el momento a nivel nacional se avanzó a cerca del 10% de la labores en el área nacional, no obstante el progreso es significativamente mayor en el norte, donde se ha cosechado el arroz de un 35% del área sembrada en la actual campaña, en tanto que en la zona de mayor porte, en el este del país, no se ha llegado al 5%.

En ese sentido, los rendimientos en la zona, dado que se ha trillado poco, no son una referencia aún clara, cosa que sí se puede establecer en el norte donde hasta el momento se han dado rindes en promedio por debajo de los del año pasado en unos 700 kilos por hectárea.

De todos modos, hay que tener en cuenta que se ha trillado en zonas que han sido las más afectadas por las lluvias excesivas que hubo en el verano, por lo cual se entiende que conforme se avance en la recolección del grano en chacras que han soportado menores dificultades por los efectos adversos del estado del tiempo los rendimientos promedio mejorarán notoriamente.

Los arroceros tienen la expectativa de, cuando se haya avanzado mucho más en las labores de cosecha, ir obteniendo rendimientos promedio superiores a los de la campaña pasada, cuando se lograron algo más de 7.900 kilos por hectárea y superar los 8.000 kilos, que están algo lejos del récord (8.571 kilos por hectárea en 2016/2017), no obstante puede considerarse como una muy buena performance, incluso de las mejores a nivel mundial, algo a lo que este renglón de la agricultura nacional está acostumbrado.

Esa mejora que se visualiza para los datos que vayan llegando en el resto del mes y en abril derivan del estado mayoritario de los cultivos en las chacras, que es bueno y parejo, con una fecha de siembra que en esta campaña fue óptima y una evolución del cultivo mejor a la que se concretó durante la zafra 2017/2018.

Por otro lado, en lo que ya se ha cosechado y trasladado a los silos las calidades apreciadas son buenas.

Sobre cómo están las cosas en el sector, Lago analizó que “porteras para adentro”, es decir en las cosas que dependen exclusivamente de los manejos productivos del arrocero, “vamos a tener un año aceptable, superior incluso al promedio de los últimos años”.

Ese año bueno en lo productivo no va acompañado favorablemente con lo que sucede “porteras hacia afuera”, dijo. Explicó que hay una situación económica global que “permanece incambiada desde hace mucho tiempo”, por lo cual “se sostienen las dificultades de competitividad” y eso hace que se estime que cuando haya que cerrar las cuentas, el próximo 30 de junio, la mayoría de los empresarios que siguen activos tengan números en rojo.

Esto, además, en un sector en donde incrementando los esfuerzos y en muchos casos el nivel de endeudamiento los productores siguen apostando al rubro, pero haciendo menos área y de cara a la que sería una sexta zafra consecutiva sin alcanzar un margen de rentabilidad.

La superficie ha ido cayendo a tal punto que la actual es la más baja desde que en la campaña de 1994/1995 se sembró en 146 mil hectáreas.

Por otro lado, en la actual campaña, según datos de ACA, están involucrados de 500 a 510 productores, un 8% a 10% menos que los que produjeron el grano en el ejercicio anterior.