El asesinato del joven de 18 años Lucas Zanolli causó conmoción en la sociedad y mucha preocupación en el Ministerio del Interior desde donde observan que los primeros datos del caso apuntan a un episodio de violencia extrema que no tiene por marco un ajuste de cuentas y que le podría haber pasado a cualquiera que intenta vender un bien a través de las redes sociales.
El joven murió por asfixia a raíz de un estrangulamiento y fue asesinado en la misma noche del lunes, cuando le robaron su auto. Su familia había denunciado su desaparición. El Volkswagen Gol G1 color gris fue encontrado detrás del portón de una casa en la calle Bérgamo en Jardines del Hipódromo con una matrícula apócrifa y no con la difundida por los allegados del fallecido. En el baúl del automóvil estaba el cuerpo de Zanolli.
Aún se desconocen los detalles del momento en que el asesino decidió matar a Zanolli. La policía detuvo al presunto asesino, a su madre y a su hermana.
En el lugar estuvieron presentes el director nacional de la Policía, Diego Fernández, el jefe de Policía de Montevideo, Mario D'Elía, la fiscal de Homicidios Adriana Edelman, la de Estupefacientes, Mónica Ferrero y más de dos decenas de efectivos.
Según reconstruyó El Observador, el presunto asesino y su madre vivían allí hace varios años. Su hermana los visitaba seguido. A las mujeres, las escoltó todo el tiempo un policía bajo la atenta mirada de casi 50 vecinos que miraban la escena.
En la casa era común ver que distintos autos entraran y salieran. Los vecinos presumían que tenían alguna especie de negocio y que estaban asociados con otro grupo de hombres que vivían cerca. Por eso no sospecharon de ningún movimiento en particular.
De hecho, cuando la Policía Científica removió el auto del lugar –procedimiento que se dificultó porque el auto no arrancaba y se le cayó el paragolpes – también se vio un auto Ford Corcel en el mismo recinto.
La fiscal Edelman –que se fue sin hacer declaraciones– aguardaba anoche por una serie de pericias para continuar la investigación y tomarle declaración a los indagados. La Fiscalía cuenta con un plazo constitucional de 48 horas para pedir la imputación de los involucrados.
Zanolli quería vender su Volkswagen Gol y lo publicó en Facebook. Poco después se reunió con un oferente en la zona del barrio Colón, donde vivía.
Según relataron sus allegados, el supuesto comprador le pidió recorrer algunas cuadras para probar el vehículo y no los volvieron a ver. Esto ocurrió en la tarde del lunes y esa misma noche la Policía comenzó a investigar el caso.
Se indagó la situación como un secuestro y se le pidió dinero a su padre en dos oportunidades. La Policia considera que quienes pidieron el rescate no tenían nada que ver con el episodio y fueron oportunistas que aprovecharon la difusión de varios teléfonos de contacto para intentar cobrar un rescate, informó Telemundo y confirmó El Observador.
El celular de Zanolli estuvo apagado en todo momento y a raíz de ello se dificultó la ubicación por GPS.
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