Beatriz Argimón: la irrupción de Sartori "sirve para hacer una reflexión sobre lo que pasó"

¿Cuál fue su rol en esta campaña interna con los precandidatos?

El de articuladora. El nexo de los precandidatos con la autoridad partidaria fue la Presidencia. Sin distinción, he tenido vínculos con todos ellos y he estado en los momentos importantes para ellos dentro de su estrategia. El directorio respetó mucho que cada uno llevara adelante su campaña y sus propuestas.

¿En qué momentos le pareció más importante estar?

En las presentaciones de sus programas de gobierno y en los cierres de campaña. La interna del Partido Nacional siempre es muy intensa. Yo las viví desde varios ángulos y sé el desgaste que le provoca al primer y al último militante. Eso me permitió vivir intensamente esta interna. Me sentí parte. Y lejos de lo que muchos piensan, viví campañas mucho más fuertes que esta.

¿No cree que sea una interna más competitiva que las anteriores?

No, por eso digo que para quienes hemos vivido distintas internas aún antes de que existieran (a partir de 1999) esta no fue la más competitiva. Por lejos.

¿Qué la caracterizó?

Primero, precandidatos muy definidos con estrategia propia. Luego, la llegada de un precandidato que venía de la mano de una agrupación que planteó una modalidad diferente a lo que se venía llevando a cabo. Un precandidato (Juan Sartori) que no era militante de estructura como el resto. Si bien es uruguayo y según comenta tiene afinidad al partido, como dirigente la aparición de alguien que no se conocía en la estructura termina siendo un adicional a una campaña que siempre es competitiva. A mí me impresiona cómo hay candidatos de otros partidos que se remiten a la interna del Partido Nacional y la critican. Hacen aseveraciones sobre nuestras internas y eso es una falta de respeto.

¿Hay quienes miran demasiado la interna blanca?

Se habla de la interna nacionalista incluso calificándola de agresiva. Eso me parece un atrevimiento. Hay que respetar mucho a cada partido político, su identidad, su forma de competencia. La nuestra siempre es una interna pasional.

Más allá de que no considere que sea una interna más competitiva que las anteriores, la irrupción de Sartori hizo que fuera distinta.

Fue diferente, sin lugar a dudas. Fue el efecto de tener una candidatura de alguien que no formaba parte de la lógica de la que formaban parte los otros precandidatos. Todos, sin ser Juan, tienen larga trayectoria.

¿Qué aprendió el Partido Nacional de la llegada de una persona sin trayectoria militante?

Institucionalmente no hemos hecho una evaluación porque es muy reciente. A título personal, creo que esto sirve para hacer una reflexión sobre lo que pasó.

Gane o no gane, Sartori incomodó a la interna.

Fue el factor sorpresa.

¿Cree que este objetivo de mantener una imagen de unidad en el partido se cumplió con su llegada como “el factor sorpresa”?

Hizo que lo observen y es notorio que los sectores lo miraban como nuevo jugador.

¿Con miedo?

No, si algo no hubo fue miedo. A tal punto de que después de un tiempo cada precandidato siguió llevando adelante su estrategia. El objetivo es que el partido sea gobierno y eso lo hicieron todos.

Sartori fue el último en lanzarse como precandidato. ¿Considera que está alineado con la idea de que el partido sea gobierno o que apunta a cumplir con un objetivo más personal?

Su estrategia fue muy personal porque tenía que darse a conocer. Pero cuando estás en un partido como el Nacional, el tema del sentimiento partidario es lo que marca.

¿Que sus principales dirigentes hayan presentado dos cartas con reclamos contra los demás precandidatos y contra el propio Directorio atentó contra la unidad?

Es una estrategia. Ninguna de las cartas estaba firmada por Juan Sartori y parte de la estrategia puede ser “me pegan y después me ignoran”. El directorio tomó esas cartas como parte de las estrategias.

El Directorio respondió rápido y fue duro. ¿Por qué?

Porque si hay algo que no hacemos es intervenir en las estrategias de los precandidatos y esto significaba querer meter al directorio en la estrategia. Nosotros no nos metemos en estrategias sectoriales.

¿Creían que los querían hacer parte del juego?

Parte de la estrategia y nosotros no participamos. Fue eso y no más que eso.

¿Qué pasó después de esa respuesta?

Nada. Es más, tuve una conversación larga y tendida con Juan Sartori. Él apostó a tener un vínculo con el partido después de esas cartas. El contenido de la reunión me lo reservo porque son cosas personales. Fue una reunión cordial, como tiene que ser. Pese a todo he visto internas mucho más complicadas. A raíz de todo esto me interpelé sobre qué es la unidad del partido, que vive la democracia interna fuertemente. Acá se compite de verdad. Me gusta la competencia, que los precandidatos nos digan qué van a hacer, cómo lo quieren hacer y que la ciudadanía elija al mejor. Y después, todos trabajar por el programa único. Para mí eso es unidad.

¿Visualiza a todos los competidores abrazando a quien los representará?

No sé si la unidad es una foto. La unidad pasa porque la noche del 30 todo el mundo cierre, esté donde esté, diciendo que va a acompañar la decisión de los nacionalistas y ofrecer a sus técnicos para el programa único.

Según dijo,  ese compromiso ya está asumido.

Siento que va a estar porque lo he hablado informalmente con los precandidatos. De alguna manera, el estar en contacto con todos ellos es lo que me permite decir que todos los sectores van a estar al otro día trabajando en el programa único.

Enrique Antía ha dicho más de una vez que su sector no está dispuesto a votar la candidatura de Sartori en la Convención en caso de que se deba definir en esa instancia. ¿Qué opina de ese tipo de mensajes?

Estamos en plena competencia y varios de los precandidatos nos están hablando a todos los blancos. Estoy segura de que después del domingo todo el mundo va a estar trabajando para lo que hay que trabajar. La interna marca mucha cosa, marca posibles acuerdos.

¿La votación que tenga el Partido Nacional en la interna es una muestra lo que puede llegar a ocurrir en octubre?

No, empezamos de nuevo. La interna marca cómo nos vamos a ordenar ahora y los primeros que lo tienen claro son los militantes.

¿Se imaginaron que algunos precandidatos del partido iban a ser los blancos de una campaña sucia?

No, nunca pensamos que íbamos a tener que terminar con una denuncia en Fiscalía de Corte.

¿Opacó esta apuesta a la unidad?

Al principio fue un llamado alerta. No sabíamos qué nos estaba pasando y por qué a nosotros. Cuando decidimos hacer la denuncia, además de haber firmado el pacto ético impulsado por APU, lo hicimos porque no solo tiene que ver con la democracia a la interna, sino con la democracia toda. No entender lo que son las varas éticas con que nos movemos los uruguayos es algo muy delicado. Hay que cuidar la calidad de la democracia.

Uno de los principales asesores de Juan Sartori es Juan José Rendón, conocido como “el rey de la propaganda negra”. ¿En algún momento se le pidió explicaciones a su equipo sobre el rol de esta persona?

El directorio siempre está por encima de estrategias y por eso nunca lo convocamos por el tema.

Dijo que su rol es articular con los diferentes sectores y precandidatos. Tiene buen vínculo con las agrupaciones y con los demás partidos. ¿Se ve integrando la fórmula presidencial?

Cuando pasé a formar parte del directorio y más que nada cuando en el período anterior apoyé la candidatura de Luis, empecé a formar parte de un equipo. A partir de ahí supe que donde me tocara, seguro iba a estar.

Entonces si el ganador de la interna le ofrece integrar la fórmula, diría que sí.

No va a ser una decisión que tome yo, la va a tomar mi sector. Por eso ni me planteo ese escenario.