Juan Samuelle

Fuerte achique en la producción de arándanos, pero hay esperanzas en un rebote

En 2012 había 430 hectáreas con arándanos y eso bajó a casi la mitad el año pasado; para que el sector vuelva a crecer hace falta levantar restricciones productivas, logísticas y en los mercados

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25 de octubre de 2021 a las 10:35

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En ocho años el área nacional de plantación de arándanos bajó casi a la mitad, de 430 hectáreas (ha) que había en 2012, el año pasado quedaban 272 ha, según un informe de la Unión de Productores y Exportadores Frutihortícolas del Uruguay (Upefruy).

Junto con el ajuste en el área productiva sucedió otro en la cantidad de personas que trabajan el cultivo. Los motivos de ese achique son, con base en expresiones de actores del sector, básicamente tres: productividad, competitividad y producción creciente a nivel mundial.

Nicolás Chiesa, titular de la Dirección General de la Granja (Digegra) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), comentó a El Observador que hace 15 años “hubo un boom muy fuerte” de producción de arándanos en Uruguay, porque “se hizo mucho lobby por la venta de plantas, pero no fueron las mejores variedades las elegidas para Uruguay; no era lo que el mundo buscaba”, admitió.

Lejos de aquel boom, actualmente hay apenas entre 20 y 25 productores y poco más de tres empresas se dedican a exportar, dijo.

Heraldo Méndez, integrante de Upefruy, recordó: "Cuando el boom supimos ser 50 productores al menos, entre el litoral, sur y este. Había plantaciones por todos lados, desde Artigas, bajando todo el litoral hasta Colonia y desde ahí hasta Rocha, incluido Lavalleja".

Juan Samuelle
El sector es un muy buen generador de empleos.

Primero un boom, luego dificultades

Para Chiesa la disminución se dio por “un tema de rentabilidad, una parte relacionada a la competitividad de Uruguay y otra a que el mundo cambió y otros países invirtieron en otras variedades”.

El informe de Upefruy explica que a partir de 2003 se comenzó a formar “un sector pujante”, se consolidaron empresas con tecnología que para la época eran “de última generación” y variedades que fueron llamadas “de primera generación”. Sin embargo, “los resultados no fueron alentadores, sobre todo en empresas del sur del país”.

En el documento se agrega: “La calidad, la maduración más tardía de la fruta, restricciones de logística y principalmente la reducción de los precios internacionales desestimularon la producción, lo que explica el área y producción actuales”.

En 2019 Uruguay produjo 1.800 toneladas (siete toneladas por hectárea) y exportó 1.040 toneladas de esta fruta fresca a US$ 4.990.276 FOB, US$ 4,8 por kilo FOB, detalla el informe.

La demanda de esta fruta ha tenido un incremento “dinámico” y el aumento de la oferta ha sido “significativo” a nivel mundial, se menciona.

A nivel interno se comercializaron 260 toneladas y 190 se enviaron a la industria. Además, hubo 690 toneladas perdidas.

En 2020 hubo una producción de 1 millón de toneladas a nivel mundial y se estima que para 2022 esa cifra llegue a 1,5 millones.

Un anhelo: que haya un rebote

Esa demanda creciente en el mundo es lo que hace proyectar al sector uruguayo del arándano una recuperación tras este ajuste, generándose un eventual crecimiento, siempre y cuando mejoren las condiciones que hoy son restrictivas, tanto que en el documento se prevé que para 2030 el área productiva llegue a 350 hectáreas en todo el país y que la producción aumente a 7 mil toneladas.

Pero esa no es la realidad al inicio de esta década. Actualmente en diferentes zonas del país –principalmente en el litoral– hay 800 mil plantas de arándanos, 42% de las cuales tienen más de 10 años en fase productiva. El promedio de producción anual es de 1.800 toneladas del fruto.

En todo el país hay 90 empleos directos en el sector, pero la ocupación crece con fuerza cuando se ocupa gente de modo zafral, durante la cosecha, llegando a 4.600 personas.

Diego Castagnasso, asesor de Azul Sereno (empresa productora y exportadora de arándanos), sostuvo que esta fruta se trabaja afuera, en macro túneles o “en bolsa”; estas últimas son una especie de maceta de aproximadamente 60 litros en la que se puede producir.

Según mencionó, hay “un importante volumen” de productores que eligen los macro túneles, aunque esa forma de producir requiere una inversión muy grande. Y añadió que en Uruguay este “es un cultivo tecnificado”, principalmente en lo que se refiere a la aplicación de fertilizantes, que se realiza por riego. Sobre esto contó que existen computadoras que miden los niveles de fertilizantes necesarios.

Dos fenómenos climáticos que son un riesgo para esta fruta son la helada y el granizo, por lo cual los granjeros deben invertir en protecciones para que las cosechas se puedan realizar de forma óptima. Castagnasso indicó que la helada “quema la fruta, igual que lo hace con los cítricos”.

Juan Samuelle
La producción crece en el mundo, no en Uruguay.

Perú: de cero a potencia en 10 años

Azul Sereno es una de las empresas que sufrió la baja de productores. Según Castagnasso, años atrás había ocho productores vinculados a la exportadora y actualmente hay dos. Esta baja se debe “a muchos factores”, y uno de ellos es que “Uruguay fue perdiendo la capacidad competitiva, por ejemplo, por el crecimiento exponencial de Perú”, dijo.

Comentó que Perú, además de tener una producción mayor que la de Uruguay, tiene ventajas a nivel de rentabilidad, ya que en ese país los costos portuarios y productivos, por ejemplo de fertilizantes o la mano de obra, son menores.

Adolfo Storni, presidente de la empresa exportadora de arándanos Gamorel, resaltó la idea de que en Uruguay “la producción de arándanos está en manos de pocos productores”. Sostuvo que la disminución se dio por tres razones: productividad, “porque el mundo avanza con diferentes variedades y genética y hay una carrera hacia la mejora de la calidad”; competitividad, por los aranceles a los que se enfrenta Uruguay en el mundo; y “porque creció la producción en países donde antes no había, como Perú”.

Perú entró en el negocio de los arándanos hace 10 años, mencionó, y se impuso con sus producción, que en 2014 fue de 3 mil toneladas y en la zafra 2019-2020 alcanzó las 170 mil, según el informe de Upefruy.

El club de los países con TLC

Algunos de los mercados que están abiertos a los arándanos uruguayos, según el informe de Urufruy, son: Estados Unidos, Canadá, Brasil, la Unión Europea, la Federación Rusa, Medio Oriente, China, Malasia, Hong Kong y Singapur.

“La ventana que tenían Uruguay y Argentina hasta hace 10 años desapareció, está más abastecida y el consumo ha crecido mucho, porque este es un producto funcional con muchas propiedades”, comentó Storni.

Sostuvo que en esta producción hay ciclos de negocios "muy cortos", porque la producción demanda una “adaptación constante”. Por eso Gamorel apuesta a la reconversión con la implementación de nueva genética, plantación en maceta o hidroponía abierta.

Según informó, en la Unión Europea Uruguay paga 4% de aranceles, mientras que Chile, Perú y Sudáfrica tienen 0%.

“Seguimos trabajando y esperando que Uruguay se una al club de los países que tienen TLC”, concluyó Storni.

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