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Cae el gobierno neerlandés por discrepancias internas sobre la migración
Luego de un año y medio como jefe de gobierno, el primer ministro neerlandés Mark Rutte informó que “no alcanzamos un acuerdo sobre las medidas a adoptar para contener la afluencia de solicitantes de asilo. Así terminó el gobierno Rutte IV”. Con ese “Rutte IV” trató de distender la conflictiva situación por la que atraviesa su cuarto mandato como jefe de gobierno, el que más tiempo ocupó el cargo en Países Bajos.
Rutte, de la organización de centro-derecha partido Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), busco que los otros tres partidos de la coalición gubernamental instauraran un sistema de cuotas para limitar el número de niños procedentes de zonas de conflicto susceptibles de obtener asilo en Países Bajos.
Su propuesta quería restringir el número de reunificaciones de niños con sus familiares refugiados, ya establecidos en Países Bajos, a 200 por mes. Según los medios neerlandeses, Rutte había amenazado con disolver el gabinete si sus aliados no la aprobaban.
El partido conservador Chistian Uni, que le brindó a Rutte el apoyo del electorado protestante del centro del país, se opuso radicalmente a ese plan. La iniciativa también fue desechada por la formación D66, de centro-izquierda.
Junto con el CDA, de centro-derecha, los tres partidos mantuvieron negociaciones hasta altas horas de la noche de este jueves, sin alcanzar un compromiso.
Así, Rutte puso fin a su cuarto mandato desde su primera entrada en funciones, en octubre de 2010.
El cuarto y último mandato se había iniciado en enero de 2022, con una coalición que tardó nueve meses en constituirse después de las elecciones de marzo de 2021. El fin de su tercer mandato también fue escandaloso. En aquel momento, la cuestión estuvo relacionada con las subvenciones familiares.
Según los medios locales, Rutte, a quien apodan “Teflón” por su capacidad de supervivencia política, busca con la actual disolución de su gabinete ahorrar energías para librar la batalla con un ala de su partido que defiende una línea más dura en materia de política migratoria y de acogida de refugiados.
