Cebollas, boniatos, tomates y morrones vienen bien

En el caso de la cebolla, una de las dificultades mas trascendentes con la que se encontraron los productores del norte para encarar esta zafra, fue la escasez de semilla de las variedades más tempranas (cebollas “japonesas”, “primavera”, “angaco”, “tupungato” y otras).

La gran mayoría de los almácigos observados corresponden a las variedades “Alegro” e “INIA Casera”. Con estas variedades, el norte, podría lograr entrar con volúmenes importantes al mercado en octubre y se redondearía una muy buena producción.

Hubo buenos rendimientos de los boniatos. No se conoce con precisión la superficie plantada, aunque los productores han realizado cultivos nuevos a partir de puntas de guía, con mayor intensidad que años anteriores. La zafra continua a buen ritmo, con chacras que se espera sean cosechadas en estos días, superponiéndose con la zafra sur.

Algunos productores manifestaron la posibilidad de guardar producción para el invierno, lo cual puede eventualmente ayudar a afrontar las posibles mermas en la zafra sur explicadas por la pronunciada sequía que vivió esta zona.

En cuanto a las zanahorias no se llegó a sembrar la cantidad de hectáreas de otros años. Además, hubo problemas con el ciclo de verano principalmente debido a dificultades en la implantación; por lo cual se puede pronosticar que la cosecha del norte entrara recién a partir de mediados de junio, principios de julio, con volúmenes menores que años anteriores hasta setiembre.

La superficie plantada bajo cubierta de tomate, morrón y berenjena podría ser superior a la del año anterior. Por otra parte se nota un adelantamiento en los ciclos de estos cultivos, explicado por dos motivos: en primer lugar, muchos adelantaron las fechas de siembra, para poder ocupar el lugar dejado por el sur debido al efecto de la sequía; en segundo lugar las buenas condiciones meteorológicas han promovido un muy buen desarrollo y crecimiento de los cultivos, así como también han impedido la aparición de problemas sanitarios (fundamentalmente hongos y bacterias).

Esta situación se puede traducir en un alto nivel de abastecimiento en el corto y mediano plazo de éstos tres rubros.

En zapallito la amplia mayoría de los cultivos viene desarrollándose a campo. En estos cultivos se pudo constatar una importante incidencia de virosis. El tiempo “seco” ayudó a la proliferación de insectos (transmisores de virus). En el corto plazo los ingresos al Mercado Modelo pueden verse afectados por fenómenos de tipo meteorológico (por ejemplo heladas), quedando únicamente los cultivos protegidos como principales abastecedores.

En materia de frutilla, según opinión de los productores de norte, habría un importante incremento en la superficie de este cultivo. El comienzo de la producción podría empezar a entrar en los primeros días de junio, e ir creciendo hasta alcanzar picos máximos en octubre, en el cual se junta con la zafra del sur.