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Compraventa de inmuebles por al menos US$ 2.200 millones en 2022
El sector inmobiliario incrementó al cierre del año pasado el dinamismo que ya dejaban ver los números del primer semestre. La compraventa de inmuebles tuvo operaciones por al menos US$ 2.215 millones durante el 2022. Este monto es solo una aproximación a los volúmenes manejados por el negocio y fue calculado por El Observador en base a la recaudación del Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales (ITP). Ese impuesto grava con una tasas de 2% al comprador y otro 2% al vendedor de inmuebles de usufructo.
Los datos oficiales de recaudación publicados por la Dirección General Impositiva (DGI) dan cuenta que el ITP recaudó $ 3.551 millones anuales, con una variación nominal interanual de 24%. Esa suma de pesos equivale a US$ 88,6 millones.
Si se tiene en cuenta que el impuesto representa el 4% del valor de las operaciones inmobiliarias, se puede proyectar que los negocios totalizaron al menos US$ 2.215 millones como piso. En el primer semestre esa cifra había estado en el entorno de los US$ 890 millones.
Los números manejados son solo una aproximación a los montos negociados en el área inmobiliaria –que son superiores–, porque la base de cálculo del impuesto es el valor catastral que suele ser menor a los precios de los acuerdos efectivos de compraventas.
Vale mencionar que el ITP tampoco alcanza a las unidades de Vivienda Promovida (VP – antes Vivienda de Interés Social), que están exoneradas en la primera venta, y que también se comercializaron a muy buen ritmo dentro del segmento de unidades nuevas.
El año pasado la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) contabilizó 2.073 primeras ventas, según datos a los que accedió El Observador. Esto surge de las declaraciones juradas de venta de vivienda promovida que realizan los inversores. La cifra da también una idea de las operaciones en ese segmento.
Las perspectivas
Uruguay destaca por sus reglas de juego claras, estabilidad política y menor riesgo país de la región. Con el país "muy bien posicionado" los empresarios de real estate esperan un buen 2023, según coincidieron altos ejecutivos del sector consultados semanas atrás por El Observador.
La economía seguirá creciendo –aunque a menor ritmo– y con ello se espera que la demanda siga firme. Aunque también se han marcado desafíos desde el punto de vista del incremento de los costos y el tipo de cambio por la baja en el precio del dólar. En ese sentido y de mantenerse esas condiciones se espera una corrección al alza de los precios de los inmuebles durante este año, según señalaron los consultados.
Durante el año pasado volvió a sobresalir la participación de inversores argentinos en el real estate, pero también hubo chilenos que invirtieron en propiedades para renta. Y también hubo incremento de consultas por parte de brasileños previo a las elecciones en ese país, por lo que se espera que concreten compras en edificios de vivienda promovida y premium en este 2023.
Por otro lado, un reporte reciente de la consultora inmobiliaria Moebius al que accedió El Observador destaca que continuará a ritmo sostenido la cantidad de edificios en construcción y se espera por el inicio de entre 50 y 75 obras.
Asimismo se considera que los inversores seguirán comprando inmuebles para renta, por lo que el nivel de ventas se mantendrá estable. Hoy los preferidos son los apartamentos monoambientes y de un dormitorio en zonas de vivienda promovida, que son también los que se alquilan más rápido.
Otro punto destacado es el desarrollo de proyectos Build to Rent (construir para alquilar) que se lanzarán este año. Hay constructoras extranjeras, principalmente chilenas y peruanas que se han interesado en esta modalidad de edificios, que se construyen para destinarlos exclusivamente al arrendamiento.
Dentro del segmento de campos, el mercado de tierras terminó el año con muy poca oferta y una alta demanda, según coincidieron operadores del mercado consultados por El Observador sobre el cierre del año pasado. Al igual que en el rubro de apartamentos, los argentinos sobresalen entre los extranjeros que invierten en este tipo de bienes. Los más demandados son los campos mixtos, ganaderos y agrícolas que son también los más escasos. Más allá de esa demanda de parte de extranjeros, los uruguayos siguen siendo el grueso del negocio.
