Coronavirus: Lacalle trancó al Frente Amplio mientras Manini hace su juego

Como si fuera una partida de ajedrez, el primero en mover fue el expresidente Tabaré Vázquez, que luego de divulgar una carta en la que pidió cumplir las medidas del gobierno, dijo en una entrevista con M24 que el país debía ir hacia una “cuarentena total” para prevenir la expansión de la pandemia. 

Mientras el oncólogo que hace menos de un mes entregó la banda presidencial a Luis Lacalle Pou hacía estas declaraciones, el PIT-CNT se reunía en asamblea y definía un apagón y caceroleo en reclamo de medidas económicas para enfrentar la crisis.

El Frente Amplio desde su cuenta oficial replicó los pedidos de Vázquez, y varios dirigentes como la candidata a la Intendencia de Montevideo, Carolina Cosse, se mostraron en la misma línea. “Clarísimo el planteo de Tabaré”, tuiteó la exministra de Industria. El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) ya había realizado el mismo pedido.

Ambos anuncios cayeron como un balde de agua fría en el gobierno y molestaron a integrantes de la coalición, que señalaron la dificultad de aplicar la medida y la inconveniencia de utilizar una herramienta a menos de un mes de un cambio de mando. 

El presidente Lacalle Pou expresó su disconformidad con el apagón y caceroleo. Dijo que no lo compartía, pero que la central sindical estaba en su derecho de hacerlo. El expresidente Julio María Sanguinetti agregó este martes en radio MonteCarlo que el caceroleo había nacido contra las dictaduras. “¿Qué es lo que están reclamando? A lo que están contribuyendo es a generar un clima de enojo, desasosiego, y el país no tiene que caer en esos estados de ánimo”. 

Fuentes del Poder Ejecutivo dijeron a El Observador que esperaban un gesto distinto de parte de la central sindical, teniendo en cuenta que todos sabían que la situación era como una bomba que les había explotado en la cara. 

“Nosotros no estamos haciendo política, estamos gobernando, es una responsabilidad superior”, dijo Lacalle Pou el lunes cuando le preguntaron acerca de la cuarentena total. El presidente no hizo referencia a Vázquez, pero le apuntó los dardos cuando detalló por qué creía inconveniente aplicar una medida extrema en este momento, con argumentos otrora utilizados por la izquierda. 

“Quien proponga seriamente el aislamiento total debe de saber o debe de estar dispuesto a aplicar las medidas que incluso pueden llevar al delito de desacato, que tiene pena de prisión. ¿Alguien está dispuesto a llevar ante un fiscal o un juez a alguien que está tratando de hacer un peso? ¿En serio, eso es lo que se está proponiendo? Estamos cuidando a los uruguayos. En ese sentido, alcanza con ver lo que estableció Francia o Argentina, que las excepciones tanto en Argentina como en otros lugares son enormes”, agregó enseguida. 

Un rato después, fue Jorge Larrañaga el que criticó la propuesta y aludió directamente a Vázquez. “Tampoco se puede desde el gobierno anterior hacer grandes recomendaciones, porque hasta el 1° de marzo no prepararon mucha cosa para esta situación", señaló. 

El ministro del Interior dijo que no había marco jurídico para declarar la cuarentena total a excepción de una aplicación de las Medidas Prontas de Seguridad, previstas en el artículo 168 de la Constitución, cuya reminiscencia inmediata es la utilización en los años previos a la dictadura.

El expresidente José Mujica también hizo una de las suyas. Dijo en su audición radial de M24 que aquellas personas con salarios fijos mayores a $50.000 podrían realizar un “aportecito” al Estado.

Pero mientras Vázquez y Mujica hacían declaraciones, el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, le trasladaba al secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y mano derecha de Lacalle Pou, su interés por construir un gran acuerdo nacional. Miranda eligió llamarse a silencio, respaldar la voz única del gobierno para conducir el camino y seguir siendo el nexo entre oficialismo y oposición. 

Exintegrantes del equipo económico de la izquierda como Pablo Ferreri, Christian Daude y Martín Vallcorba respaldaron las medidas anunciadas por el gobierno, por ir en dirección correcta de proteger a los más vulnerables.

En la interna de la coalición, no pasaron desapercibidos los movimientos de Guido Manini Ríos. Dirigentes de primera línea consideraron que el líder de Cabildo Abierto estaba haciendo su juego al plantear por fuera del bloque de gobierno que se retrase el aumento de tarifas, anunciar proyectos a través de las redes sociales y pedir que se profundizara el distanciamiento social.

Pese a sus pedidos, el senador y general retirado se reunió con Lacalle Pou este lunes y dijo luego que si bien el aislamiento es lo ideal “se debe mirar todo el tablero completo”. “Desde el punto de vista estrictamente médico lo mejor sería que todo el mundo estuviera encerrado en su casa”, agregó pero destacó que “en este momento no están las condiciones” para decretar un aislamiento obligatorio y que podría llevar a consecuencias “devastadoras”.

Para el senador la lucha contra el coronavirus es “una suerte de guerra contra un enemigo invisible”. “Si hacemos mal las cosas puede llegar a matar gente y en esa guerra es fundamental la unidad de comando de la reacción, que la representa el presidente de la República”, sentenció.