Aluvión de argentinos compran en los barrios privados de Manantiales y José Ignacio

Según datos del Registro de la Propiedad obtenidos por la empresa inmobiliaria Uruguay Link Real Estate a los que accedió Café & Negocios, en el primer trimestre de este año se concretaron en el departamento de Maldonado 3.159 compraventas de inmuebles. Lo que significó un aumento del 27.65% respecto del primer trimestre del 2021.

Los argentinos son, sin dudas, los más interesados en las viviendas ubicadas en la zona comprendida entre Punta del Este y José Ignacio, según coincidieron todos los empresarios del rubro inmobiliario consultados. “A partir de la pandemia y de los nueve meses de encierro que vivieron en su país, los argentinos de alto poder adquisitivo llegaron a comprar casas sin siquiera verlas”, señaló el empresario Pablo Anchordoqui, que hace casi 13 años se dedica a la venta de propiedades en Maldonado. 

Estas propiedades van desde el millón a los US$ 3 millones. “Este target son personas que ya tenían apartamentos en Punta del Este para veranear y conocían el lugar”, especificó Anchordoqui, quien explicó que, una vez que adquirían la “casa de alta gama”, solicitaban a las inmobiliarias que vendieran sus apartamentos de verano valuados entre los US$ 500 mil y 1 millón.

En este sentido, según informó Jorge de León, uno de los desarrolladores de Reserva de Montoya, ya fueron vendidos el 60% de los lotes del barrio privado. Del total de los dueños (futuros propietarios), “el 85% son argentinos y el resto son uruguayos y europeos”.

Se prevé que el 85% de los propietarios del ya consolidado Laguna Blanca también sean argentinos que llegaron al país en las últimas dos décadas. A su vez, Anchordoqui —cuya inmobiliaria se encarga de colocar las unidades de ese complejo— explicó que de los 180 lotes que posee ese barrio, 150 ya están vendidos. De todos modos, en la actualidad se están construyendo bloques de cuatro pisos con el objetivo de ampliar Laguna Blanca. 

Para el empresario Luis Frassia, en tanto, que junto a su familia desarrolló el barrio Lomas de San Vicente, el 80% de los interesados en las ofertas de viviendas premium son argentinos. 

“También recibimos mucho interés por parte de chilenos con miras de afincarse en Uruguay”, expresó Frassia. Al respecto, Anchordoqui explicó que, en los últimos años, la zona de la ruta 104 ha captado el interés de los chilenos y que sus consultas han crecido más rápido incluso que las de los brasileños.

En esta línea,  Frassia explicó que la zona de Manantiales y José Ignacio se encuentra “en ebullición” y que es notorio “el desarrollo de los servicios”. El gran debe para Anchordoqui, en tanto, es la conectividad aérea de la zona, que “no permite un mayor desarrollo del lugar”.

Las consultas por parte de los uruguayos sobre las viviendas premium de la zona varía entre el 10% y el 25% del total de las consultas que han recibido los empresarios consultados. También existen propietarios europeos y estadounidenses en una menor medida, pero con un muy alto poder adquisitivo, según concluyeron.

Lomas de San Vicente: espacio “sustentable” y de “alta conexión” 

El barrio Lomas de San Vicente está ubicado en el kilómetro 107 de la ruta 10 que une a La Barra con José Ignacio y requirió una inversión que ronda los US$ 10 millones. “Es el único de la zona que posee conexión a internet por fibra óptica y una huerta orgánica que abastece a los principales restaurantes de la zona”, dijo Luis Frassia, el impulsor del proyecto y dueño de los terrenos que se utilizaron para construir el lugar.

Lomas de San Vicente se construyó en base a dos conceptos: lotes y chacras. En este sentido, el barrio cuenta con 27 lotes desde 5.000 metros cuadrados (m2), que se entregan con escritura directa. Los precios oscilan entre los US$ 140 mil y los US$ 260 mil, salvo los que cuentan con vista privilegiada al mar y a tres lagos del complejo. En este caso los precios de los lotes van desde los US$ 240 mil a los US$ 330 mil.

Los gastos comunes, en tanto, van desde los US$ 330 y los US$ 480 por mes. “Si bien el lugar es tranquilo, hicimos una gran apuesta a la seguridad del lugar con seis domos, 10 cámaras y una barrera infrarroja que protege el predio”, dijo Frassia a Café & Negocios.

Pese a que las ventas se anunciaron hace algunas semanas, ya se colocaron dos lotes ubicados en el área exclusiva. 

Además, el barrio cuenta con cuatro chacras de 5.5 hectáreas cada una a la venta cuyos costos van desde los US$ 330 mil a los US$ 495 mil. 

También cuenta con un pequeño hotel boutique. El valor de la estadía por noche es de aproximadamente $ 4.800.

Reserva de Montoya: el barrio cerrado con una “ubicación inmejorable”

En 2018, Jorge de León y Nicolás Gassiebayle decidieron llevar a cabo Reservas de Montoya, con una inversión de US$ 25 millones. El barrio cerrado se ubica sobre la avenida Miguel Jaureguiberry, a cuatro cuadras de la playa Montoya.

“Decidimos invertir en esta zona debido a que visualizamos los cambios profundos que están ocurriendo en el lugar y que atraen a personas que buscan un altísimo nivel de vida”, apuntó De León en diálogo con Café & Negocios.

El complejo está compuesto por 356 lotes, todos con una superficie promedio de 1.000 m2. “A la fecha ofrecemos lotes a valores que van desde los US$ 180 por metro cuadrado”, según especificó el impulsor del complejo. Esto supone un precio mínimo que ronda los US$ 180 mil por parcela, que puede verse modificado por la ubicación del lote, ya que Reserva Montoya está ubicado en un monte con vista al mar.

Este barrio cerrado cuenta con un club house, seguridad privada las 24 horas, un muelle propio y diversos espacios deportivos. En este sentido, el barrio— que se concluirá el año que viene— contará con dos canchas de tenis de polvo de ladrillo, dos canchas de paddle de pasto sintético, dos de teqball, dos jaulas de golf, una piscina para niños y otra para adolescentes. Además tendrá una cancha de fútbol 5 de pasto, gimnasio, senda para correr, pista de skate, espacio para practicar basket, zona de juegos para niños, fogones, espacios para oficinas y estacionamiento propio.

Laguna Blanca: el pionero que apuesta por la expansión

En 1991 se aprobó la construccion del que fue el primer barrio privado en instalarse en la zona.  Años después, en 1998, abrió sus puertas Laguna Blanca. El complejo está ubicado sobre la ruta 10 en Manantiales y uno de sus diferenciales es “su vista al mar”, indicó el promotor Pablo Anchordoqui.

El barrio se encuentra en un bosque natural de más de 100 años y está compuesto por 180 lotes. Los terrenos son de 1.500 m2 en promedio. El costo ronda los US$ 300 por m2,  confirmó el empresario Anchordoqui a Café & Negocios. 

Según la información divulgada, los terrenos se valoran en US$ 450 mil aproximadamente, dependiendo de su ubicación. Los amenities de Laguna Blanca incluyen desde un club house, canchas de tenis, de paddle y de voley. También cuenta con una piscina, un solarium y una sala de juegos.

Además, el barrio posee seguridad privada propia las 24 horas y control de acceso al complejo. Si bien la mayoría de los lotes ya están colocados, los disponibles cuentan con casas de dos y tres dormitorios.

Según adelantó Anchordoqui, hay un plan para ampliar el complejo con varios bloques de cuatro pisos cada uno.