Año 1997. Marcelo Capalbo, un base que le imprimía al juego una velocidad impropia para aquellos tiempos del
básquetbol local, era la figura de la selección que lograba el bicampeonato en el Sudamericano de selecciones.
Al regreso a Montevideo, su imagen asociada con el éxito fue contratada para un comercial de Conaprole. El spot comenzaba con un pequeño de tres años picando la pelota en la mitad de la cancha y avanzando hacia el aro, a medida que se iba convirtiendo –con otros actores– en alguien más grande y simulaba el crecimiento de Capalbo, quien cerraba convirtiendo un lanzamiento.
Aquel niño de 3 años que abría el comercial era Mauro Zubiaurre.
Año 2017. Esa evolución imaginaria que planteaba el comercial se hizo realidad para el hoy base de
Atenas, que con 23 años es uno de los 12 seleccionados para la AmeriCup.
"Buscaban un niño que picara bien la pelota y me seleccionaron en Atenas, donde con tres años ya estaba entrenando. Le preguntaron a mi tía, que estaba en la tribuna, si podía participar del comercial; ella fue a buscar a mi madre, me autorizó y grabé", dice Mauro, mientras Marcelo escucha y dice no recordar los detalles de aquel spot. "Tengo el video", le retruca Mauro, y Marcelo le compromete: "Me lo tenés que traer", mientras el exjugador explica a Referí: "Mauro es uno de los ejemplos a seguir. No le tocó ninguna selección de formativas y en la primera citación a la mayor, queda adentro".
Zubiaurre no deja de sonreír. "Estoy disfrutando al máximo. Acá veo cómo se entrena a nivel mundial y cómo se trabaja para llegar al primer nivel. Es una gran selección", destaca.