Muchas veces la certeza de estar dejando atrás un mal que nos aqueja ni siquiera nos deja tiempo para celebraciones si, cuando miramos hacia adelante, vemos en el horizonte otras sombras que nos acechan. La vida, y la política en ella, pocas veces da tregua.
Mientras el covid va amainando para dejar paso a libertades que el ser humano se había visto obligado a cercenar, y las actividades económicas poco a poco van derramando su dinero, en el gobierno de Luis Lacalle Pou saben que la pandemia dejó de ser una excusa.
Paradójicamente, el virus, que tanto mal le hizo a las pretensiones del gobierno, se comportaba como una coartada que blindaba a la administración multicolor de cualquier crítica exagerada que le disparara la oposición frenteamplista. Ante tamaño castigo, ¿cómo acorralar a quien se vio obligado a emparchar por aquí y por allá para socorrer a los caídos en la pobreza o en el desempleo?
Los propios votantes, muchos de ellos del Frente Amplio, parecían acompañar esa mirada piadosa hacia el gobierno y premiaban al presidente en las encuestas con un alto índice de aprobación.
Pero la pandemia está dejando de ser paraguas para semejante lluvia. Con la caída en la cantidad de muertos y de contagiados, los uruguayos empezaron a mirar más allá del covid.
No por nada una encuesta de Equipos registró una caída de 8 puntos en el último mes en el apoyo a la gestión del presidente Lacalle que aun recoge un muy digno 48%.
Mientras el covid va amainando para dejar paso a libertades que el ser humano se había visto obligado a cercenar, y las actividades económicas poco a poco van derramando su dinero, en el gobierno de Luis Lacalle Pou saben que la pandemia dejó de ser una excusa.
Fuentes del oficialismo coincidieron en que el gobierno tiene flancos débiles en su gestión y que el Frente Amplio, ahora sí sin ningún sentimiento de culpa provocado por el virus, golpeará sin miramientos.
La seguridad, uno de los puntos fuertes del gobierno con la caída acentuada de los delitos durante la gestión del fallecido Jorge Larrañaga, será mirada con microscopio por parte de la oposición. Seguramente no dejará pasar la oportunidad para intentar demostrar que uno de los ministerios estrella de Lacalle Pou se convirtió en un problema más para la administración nacionalista.
Por lo pronto, un informe publicado por Búsqueda de investigadores pertenecientes a la Universidad Católica del Uruguay, la Universidad de Alberta y la Universidad de Manchester arrojó que entre el 13 de marzo y el 31 de diciembre se verificó una reducción en la cantidad de hurtos en los barrios de Montevideo en donde se pudo cumplir la recomendación del gobierno de permanecer en las casas para trabajar a distancia. Esto no ocurrió en las zonas más pobres de la capital.
Para peor, el nuevo ministro del Interior, Luis Alberto Heber, se encuentra en las puertas de una nueva interpelación para responder acerca de la fuga de un narco del Comcar de la que el jerarca dio diferentes versiones a medida que pasaban los días.
La educación es otra de las áreas que quedó en segundo plano por gracia del covid, ya que la población se limitó a pensar en escuelas y liceos en función de informarse sobre las idas y venidas del estudio a distancia y del regreso a clases según avanzaba o retrocedía el virus.
Paradójicamente, el virus, que tanto mal le hizo a las pretensiones del gobierno, se comportaba como una coartada que blindaba a la administración multicolor de cualquier crítica exagerada que le disparara la oposición frenteamplista. Ante tamaño castigo como el de la pandemia, ¿cómo acorralar a quien se vio obligado a emparchar por aquí y por allá para socorrer a los caídos en la pobreza o en el desempleo?
Ahora la reforma de la enseñanza prometida por el gobierno aparece como un punto caliente. Por el momento, los avances son tímidos y fuentes del oficialismo reconocieron que no se avizoran grandes cambios.
Por lo pronto, el Codicen ha anunciado que está trabajando en un Bachillerato General Interdisciplinario en el que los estudiantes tendrán una formación común en los primeros dos años y en sexto elegirán un "énfasis", como por ejemplo, ciencias médicas o tecnologías. Las autoridades planean comenzar a aplicar la reforma del Bachillerato de manera gradual en marzo de 2023.
En la economía, la ministra Azucena Arbeleche deberá aliviar, entre otras cosas, los efectos del covid cobre el empleo y el ministerio de Vivienda tendrá que dar pasos ciertos en su ambicioso plan de erradicación de cantegriles.
Por su lado, más allá de las razones que detonaron el episodio, la renuncia forzada de Germán Cardoso al ministerio de Turismo no parece ser la mejor noticia en una cartera que debe prender los motores este verano para administrar la llegada de los extranjeros que arribaran tras la apertura de fronteras.
Además, aunque la defensa de la ley de urgencia se presenta como una oportunidad para cerrar filas en el oficialismo, ahora que la gestión de la pandemia ya nos lo blinda, los socios de la coalición deberán jugar sus piezas con más cuidado que nunca para evitar fracturas expuestas.
Y, en medio de estos desafíos, el presidente Lacalle Pou anunció que el gobierno ha avanzado en la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China. Este asunto puede servirle al gobierno como ariete para impulsarlo cuando desde la oposición se le achaque falta de agenda, por más que la dilucidación del asunto seguramente se cuente en años antes que en meses.
Como sea, la discusión acerca de los “muertos evitables” de la pandemia ya está quedando en el recuerdo. El virus en retirada abre un tiempo donde el conteo de fallecidos e infectados ya no será excusa para no hacer lo que se debe.