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Días antes de que se hallara la cocaína, Mutio fue condenado

El expediente judicial revela los detalles de la estafa y falsificación del sojero

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17 de mayo de 2020 a las 05:00

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Cuatro días antes de ser imputado como uno de los responsables del envío de 4,5 toneladas de cocaína a Hamburgo (Alemania), Martín Mutio fue condenado por falsificación y estafa, una causa que había comenzado en 2015. 

Para ese entonces el empresario sojero era primario absoluto y por ese antecedente hoy es considerado ante la justicia como “reincidente”. 
El Observador accedió al expediente completo de esa causa, que contiene detalles sobre las maniobras del empresario, que actualmente espera el juicio por narcotráfico en libertad. 

Algunas de las empresas y personas que aparecen en el expediente de 2015 también están presentes en la investigación por el embarque de la cocaína, como la compañía donde Mutio guardaba la soja, así como algunos de las personas que fueron mencionadas como testaferros por la fiscal de Estupefacientes de primer turno, Mónica Ferrero, quien llevó adelante la indagatoria.

Los detalles del caso

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En octubre de 2014 Mutio firmó, en representación de su empresa Lurnel Company SA (CGM Group) un memorando de entendimiento con la empresa brasileña Sodebi S.A. En ese acuerdo se estableció que los brasileños pondrían el dinero para la compra y venta de soja a futuro y Mutio se encargaría de la compra, venta y logística del negocio.

Las ganancias de ese negocio se repartirían de la siguiente manera: 60% para Sodebi y 40% para Mutio. El uruguayo recibió un adelanto de US$ 712.668, así como US$ 8 mil mensuales por concepto de utilidades. 
Mutio acreditó la compra de tres partidas de soja, todas en diciembre de 2014, una por US$ 509.200, otra por US$ 140.268 y una última por US$ 63.200. 

En marzo Sodebi S.A. empezó a preguntar sobre la ubicación y el destino de la soja comprada. Tras una serie de “evasivas” de Mutio, según surge en el expediente de la causa, el empresario uruguayo le informó a los brasileños que la soja se encontraba depositada en los silos de Acefu Ltda., en Los Cerrillos, Canelones.

Para respaldar su versión, adjuntó en un correo el escaneo de una hoja membretada de Acefu en la que el director de la empresa dejaba constancia que había 1.411 toneladas de soja a nombre de Sodebi S.A. guardadas allí.

La investigación –y la propia confesión de Mutio– demostró que eso era falso. 

El tiempo pasó y Sodebi no tuvo noticias sobre la concreción del negocio. Los representantes de esa empresa viajaron hasta Los Cerrillos para comprobar con sus propios ojos que la soja estuviera allí.

Cuando se entrevistaron con el director de Acefu descubrieron la maniobra: Mutio había obtenido una hoja membretada y había falsificado la firma del director. Además, no había soja depositada a nombre de Sodebi.

En mayo de 2015 la empresa presentó una denuncia en la Jefatura de Policía de Montevideo, dejando constancia de que Mutio había incumplido el acuerdo firmado en 2014. 

Lo detuvieron el 21 de mayo de 2015. Ese día se presentó en el interrogatorio como “empresario en el ramo de compra y venta de soja” y cuando fue consultado sobre el certificado que entregó a Sodebi reconoció que había falsificado la firma, ya que los inversores lo estaban “molestando mucho”.

“Esa mercadería la vendí a terceros y con ese dinero obtenido fui pagando deudas de un problema financiero que tuve anteriormente”, señaló.

El 23 de mayo de 2015 fue procesado sin prisión, ya que era primario y firmó un acuerdo de pago con los denunciantes. Sin embargo, incumplió varias veces ese arreglo, según surge de las ampliaciones de denuncias que presentó Sodebi en los meses posteriores al procesamiento.

Camilo dos Santos

En el convenio de pago firmado en mayo de 2015 Mutio se comprometió a saldar su deuda de US$ 800 mil dólares. El empresario haría una primera entrega de US$ 200 mil en junio de 2015 y daría como parte del pago su vehículo, un BMW M1 valuado en US$ 80 mil dólares. El monto restante lo pagaría en cuotas que tenían como último vencimiento en julio de 2017.

Mutio puso como fiadores ante incumplimiento de pagos a dos de sus tíos y menos de un mes después de firmado el convenio Sodebi lo volvió a denunciar  por “incumplimiento y nuevos hechos”.

“A la fecha y pese a las sucesivas tentativas, promesas de su parte y extensiones de mi representada en los plazos, no ha pagado ni un solo peso”, afirma la denuncia. “No solo eso, sino que abusando de la buena fe y tolerancia de mi representada indujo nuevamente en engaño respecto a la propiedad y situación del automóvil dado en garantía de su cumplimiento”, afirma el escrito.

Sodebi descubrió que el BMW no estaba a su nombre y que debía casi $300 mil de patente. En las nuevas denuncias también se incluyeron pruebas para sustentar que Mutio había entregado cheques diferidos librados por terceros (endosados por el empresario) que cuando se fueron a cobrar estaban vencidos, algunos fueron rebotados por falta de fondos y otros estaban denunciados.

La defensa de Mutio –que no es la actual– alegó que su cliente había sido engañado respecto a la titularidad original del auto y que algunos de los cheques sí se pudieron cobrar. El empresario empezó a ofrecer otras formas de saldar la deuda, como la entrega de algunos terrenos de su propiedad, algo que no conformó a Sodebi.

“Sodebi únicamente aceptará el cumplimiento en dinero, bien al que Mutio no puede acceder con facilidad actualmente. Cabe recordar que Mutio tuvo que prácticamente cerrar su empresa, dio de baja a todo su personal y fue desalojado de su oficina (...)”, argumentaron los abogados al responder a la ampliación de la denuncia. 

Después de varios meses de negociación, las partes llegaron a un nuevo acuerdo de pago, que se presentó en enero de 2019.
La defensa de Sodebi presentó una constancia de pago de US$ 70 mil por parte de Mutio junto con el detalle con los términos del nuevo acuerdo. El empresario se comprometió a pagar cinco cuotas de US$ 50 mil, cuyo último vencimiento está previsto para el 15 de julio de 2021. 

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