Sobre el final de la tercera final de la
Liga Uruguaya entre
Malvín y
Aguada se produjeron incidentes entre los dos entrenadores.
El partido, totalmente liquidado, se caldeó en los instantes finales cuando Aguada jugaba con juveniles. A falta de 14 segundos Marcel Souberbielle cometió falta de tres puntos cuando entendía que el partido tenía que terminarse.
Sobre la línea, Pablo López, técnico de Malvín, y Demian Álvarez, capitán de Aguada, se hicieron gestos. Terminado el juego, ambos entrenadores se fueron a saludar y al mismo tiempo Álvarez se acercó a López que le rechazó el saludo dándole un manotazo. Al mismo tiempo, le dijo algo en el oído a Fernando "El Hechicero" Cabrera, DT de Aguada quien reaccionó, se sacó como quien dice el saludo de encima y le tiró el abdomen encima a López quien se dio media vuelta y se retiró riéndose irónicamente.
Cabrera cruzó toda la cancha para ir a buscarlo. ¿Qué pasó? ¿Qué se dijeron? "Son cosas que quedan en la cancha, algo que me dijeron al oído que me dolió mucho y me hizo reaccionar, hay que preguntarle a López qué me dijo", explicó Cabrera.
"Soy un hombre y a mí se me respeta, eso es lo primero, no causé ningún inconveniente, no me quieran hacer responsable, pregúntenle al entrenador López lo que me dijo".
Consultado si ese triple tirado por Nahuel Santos al final caldeó los ánimos dijo: "No nos podemos molestar porque los chicos tiran, hubo foules groseros sobre el final del juego y nadie se molestó por eso", dijo en referencia a algunas faltas fuertes, características de Fausto Pomoli.