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Dylan Nandín: el 9 de Cerro que admira a Luis Suárez y que le dejó su marca a los grandes

Dylan Nandín creció en el Cerro a dos cuadras del Tróccoli, está en el villero desde la escuelita y desde formativas tiene el don de los goles importantes: por eso este año ya le anotó a Nacional y a Peñarol
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23 de agosto de 2023 a las 05:00

La vida del juvenil de Cerro es humilde, sacrificada y complicada. Las condiciones de entrenamiento son precarias. La seguridad en las afueras del Complejo Héctor Da Cunha es un peligro. Y hacerle frente a las potencias de las formativas es todo un desafío. Pasar todos esos filtros moldea los músculos, curte la piel y endurece el corazón. Dylan Nandín lo sabe de sobra.

El delantero del villero suma esta temporada goles contra Nacional y Peñarol y el año pasado le dio una asistencia histórica a Emiliano Sosa para ganarle un clásico memorable a Rampla Juniors. 

Con 21 años ya lloró de tristeza, de emoción y de alegría en su recorrido futbolero. Y también le arrancó lágrimas a su padre Marcos, a su madre Laura y a su hermana menor, Milagros. 

Nandín creció a dos cuadras del estadio Luis Tróccoli y empezó a jugar al baby fútbol con cinco años en Tigre de Paso de la Arena. 

"Era volante y metía como un caballo. Me acuerdo de una semifinal que jugamos, estábamos 2 a 2, me quedó picando una pelota entreverada en el medio de la cancha y la clavé en un ángulo. Fui corriendo a gritar el gol con mis padres que estaban en la tribuna y ellos lloraban de emoción", contó a Referí

Su padre trabajó en una pescadería y ahora lo hace en una empresa de elevadores donde maneja camiones. Su madre hace limpiezas en un hospital. Gente humilde y trabajadora. En los primeros años de baby fútbol lo llevaban en ómnibus. Después el padre se compró una motito. 

Con el tiempo Nandín fue convocado a la selección de La Teja-Capurro. "Me acuerdo que en los partidos de noche llegábamos a la 1 o a las 2 de la mañana y al otro día mi padre se levantaba temprano para ir a trabajar".

Contra Nacional en el Apertura; en el Intermedio les anotó en Jardines

Para su último año de baby fútbol se cambió a Covicenova donde coincidió con el Pitu Mauricio Núñez, un enganche que llegó a la Primera de Cerro pero que este año, por falta de minutos, rescindió su contrato y se fue a Cerrito. 

Fue ahí que el exjugador de Cerro y Peñarol, Néstor Blanco lo vio y lo llevó a la escuelita de Cerro. 

Fue Blanco quien le cambió el puesto cuando estaba en Séptima. "Era volante y me puso de 9". 

También recuerda a Pablo Pereira, Santiago Kalemkerian y que con Nathaniel Revetria fue promovido para entrenar en Primera.

"Las juveniles en Cerro eran sacrificio y ganas. Teníamos bastante carencias, hasta ahora las hay, siempre los jugadores que salen de ahí son humildes y aguerridos", recordó. 

Sin embargo, su generación, la 2002, era competitiva. Estaban Alejandro Machado (jugó en Boston River ahora está en Miramar Misiones), Mauro Coelho, Mauro Pedemonte, Iván Blanco y Muricio Silva, entre otros. 

"Una vez le hice dos goles a Nacional en Los Céspedes. Perdíamos 2-0 y metí dos goles iguales: pases largos de Diego Marchesi a espaldas de los defensas, pìques y definiciones". 

Dejarle la marca a los rivales importantes ya viene de su formación. Además de ese doblete a Nacional le hizo goles a Peñarol, Defensor Sporting y Liverpool.  

Por aquel entonces se tomaba el L15 Pajas Blancas para ir a las prácticas en el Complejo Héctor Da Cunha. "De la parada a la cancha había que caminar abundante y era un peligro. Nos robaban. Venían en moto y te sacaban la mochila. En el camino o afuera de la práctica. Por suerte nunca me pasó, pero a varios compañeros sí. Con el tiempo, el padre de Marcelo García, un compañero, nos llevaba siempre en auto. Hasta el día de hoy le estoy agradecido". 

Consultado sobre qué jugador admiraba mientras se formaba como jugador fue contundente: "Luis Suárez". 

Fue el argentino Rolando Carlen quien lo hizo debutar el 8 de febrero de 2021, contra Progreso en el Tróccoli, por la quinta fecha del Clausura 2020, torneo aplazado por la pandemia de coronavirus. 

Gol a Peñarol en el Clausura

En julio del año pasado, Nandín había firmado su primer contrato profesional: "Con parte de esa plata me pagué un asado en casa". 

En la última fecha de ese torneo, contra Wanderers en el Viera, cayó mal tras saltar a cabecear una pelota y se rompió el quinto metatarsiano. 

"Fue una pelota boba, caí apoyando todo el cuerpo en el dedo chico del pie". 

Le costó tres meses volver a jugar. Para ese entonces, Cerro había descendido y la temporada se le hizo cuesta arriba para llegar a los playoffs. 

Un agónico triunfo contra Uruguay Montevideo con gol de Nandín a los 94' de juego lo puso en carrera. El entrenador era entonces Walter Pandiani. 

"Me saqué la camiseta y lloré de emoción con ese gol. Se me vinieron muchas cosas a la cabeza: la lesión, el sacrificio, la familia. Todo". 

Posteriormente, el villero fue vencido por Defensor Sporting y se quedó afuera de la posibilidad de volver a Primera en un torneo histórico por la presencia de los violetas y Danubio. 

"Contra Defensor me echaron. Estaba con las pilas al 100, tenía amarilla, me tiré a barrer con todo, no me di cuenta y le di a un rival. Me fui callado, me echaron bien", confesó. 

La revancha llegó un año después en la misma instancia de los playoffs. El equipo comenzó dirigido por Pandiani, después por Edgardo Adinolfi y finalmente por Danielo Núñez. 

Su rival en la final de los playoffs fue Rampla Juniors. 

"Fue una semana previa especial. El barrio se divide en dos y en la calle los hinchas te meten presión: 'Hay que ganar' es lo único que te dicen". 

Y Cerro ganó. En una serie jugada en el Parque Viera, Nandín armó flor de jugada para que Emiliano Sosa marcara el 1-0 del primer partido. El segundo terminó empatado a cero y Cerro volvió a Primera dejando a su clásico rival en la B. "Fue muy festejado porque el club pudo celebrar sus 100 años con el retorno a Primera".  

De la mano de Gustavo Ferreyra, sucesor de Núñez, Cerro lleva cinco partidos invicto. "El equipo está muy comprometido con el objetivo planteado de alejarnos del descenso y está respondiendo bien. Nos tocó Peñarol que se reforzó muy bien para el Clausura y lo supimos llevar muy bien", dijo Nandín. 

"Ferreyra cambió el Ánimo del equipo, nos llevamos bien, trabaja mucho con los jugadores, les habla a los jóvenes para seguir creciendo", contó. 

Nandín es padre de Lorenzo, de 11 meses. Conoció a su pareja en el barrio. "Era hincha de Peñarol como toda su familia pero ya la hice de Cerro", bromeó. 

"Ahora juego por mi familia. Para poder darles lo mejor. Lo mismo o más de lo que mis padres me pudieron dar". Su contrato vence el 31 de diciembre y su destino lo maneja Edgardo Lasalvia. 

 

 

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