Camilo dos Santos

El cambio más importante de Lacalle Pou en los últimos cinco años

Una nueva entrega de la newsletter Decisión 2019 que comenta las primeras acciones tras el resultado del domingo 27 de octubre

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01 de noviembre de 2019 a las 16:24

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Pasaron algunos días ya desde la noche del 27 de octubre y con la perspectiva que nos da las horas me gustaría compartirte algunas reflexiones sobre las señales que mostraron los dos candidatos la noche de la elección y los días posteriores.

Pero antes de arrancar me gustaría recomendarte algunos puntales de la cobertura poselectoral. Fueron días movidos, como era de esperar, porque los candidatos y sus equipos no tienen tiempo que perder. Estamos a 23 días de la segunda vuelta: se hace imperioso definir la estrategia y salir a la cancha.

En el caso de Lacalle Pou, la historia ha resultado simple en apariencia. Este jueves culminó las reuniones con el liderazgo de los partidos que ahora son sus socios. Y a juzgar por esta nota de Santiago Soravilla la historia viene acorde a sus expectativas. Natalia Gold te adelantó, además, al inicio de la semana cuál sería el camino escogido por el candidato.

En tiendas frenteamplistas hubo que hacer algunos ajustes importantes que llevó a la inclusión de nuevos jugadores, tal como Martín Tocar te fue informando. Parte de esos ajustes se debe a un diagnóstico crítico en materia de comunicación. Y esto me da el puntapié ideal para entrar al tema del que te quiero hablar en esta edición de Decisión 2019.

De joven legislador a pose presidencial

Leonardo Carreño

“Hay una gran distancia entre el joven legislador de la elección pasada y éste que ha asumido la estatura de la primera magistratura”

La frase pertenece a un experimentado político cuya capacidad para leer la realidad política y sintetizarla en pocas palabras le mereció reconocimiento en medio mundo.

Julio María Sanguinetti, el viejo lobo de las mil batallas que volvió al ring, habla de Luis Lacalle Pou y dice algo notorio de estos últimos meses, y sobre todo, de estos últimos días: se calzó el traje de presidente.

Esa es, quizás, la diferencia medular entre el político que veló sus primeras armas electorales para ser presidente en 2014, con algunos errores gruesos propios de la inexperiencia y el trajinar de la campaña, y este que asume la pose del estadista.

“Ha cumplido una campaña seria, sin errores políticos de los que la circunstancia siempre generan”, agregó Sanguinetti en un audio difundido a dirigentes de su sector político. Y eso también es verdad: en estas notas anteriores ya te explicamos los detalles de la cuidada campaña de Lacalle Pou.

Pero eso solo no sería suficiente para ser un candidato con probabilidades certeras de llegar a la Torre Ejecutiva. Para eso Lacalle Pou necesitaba mostrar en campaña que puede comportarse como un presidente que representa a todos los uruguayos y no solo a un sector de la población. Y, en ese sentido, envió señales muy puntuales el 27 de octubre (aunque ya lo había hecho antes).

Esperó a que Daniel Martínez saliera, todavía en caliente, a hablar con sus militantes. Lo escuchó decir que los uruguayos ahora iban a elegir entre quien “ofrece garantías y no un cheque en blanco” y entre las “certezas” y las “incertidumbres”. Y aunque asumió un discurso de fragmentación, Martínez dijo que ya había empezado “el camino del diálogo” con otros partidos, aunque hasta ahora se desconozca con quién. Fue el primero en salir y habló durante un poco más de cuatro minutos sin dar la sensación de estar preparado para esa instancia. Lo hizo como un candidato a la Presidencia.

Lacalle Pou salió casi una hora después. Así como se tomó el tiempo de escuchar a todos –sus  nuevos socios y su rival el 24 de noviembre– también lo hizo para hablar durante 22 minutos, más parecido a un presidente que a un candidato. Le habló a todos los uruguayos con la conciencia puesta en lo que de verdad es importante.

Si llega a la Presidencia debería imprimir el siguiente párrafo que dijo ese día y pegarlo en alguna pared de Suárez y Reyes, en lo posible que pueda leer cada vez que abra y cierre los ojos.

“Si queremos gobernar para todo el país, primero tenemos que respetarlo. Y el respeto se da en la capacidad de discutir, de ser firme en la crítica, pero nunca pasar esa frontera que después no tiene retorno. Y eso es parte del Uruguay que se va a instalar. El Uruguay de la tolerancia, el Uruguay de la pluralidad, el Uruguay que no hay una sola verdad y después se arremete, hay muchas verdades y hay que contemplarlas (…) Eso no se logra una vez que se llega al gobierno, eso se construye en el camino. No seríamos merecedores de lo que podemos llegar a lograr el 24 de noviembre si hubiéramos llegado desuniendo y descalificando. El que llega desuniendo, el que llega destruyendo no va a poder unir y poder construir bajo ningún concepto”. 

Problemas de comunicación

Diego Vila

En oposición a este conjunto de convicciones declaradas, Martínez siguió trastabillando en los días posteriores.

Entre lunes y martes los candidatos visitaron a los canales y el oficialista se mostró tan inseguro como antes, echándole la culpa a la gente por la pérdida de votos de su partido (que quiere estar “más mejor” y no le alcanza con la buena ponderación que hacen los extranjeros sobre Uruguay) y señalando que la faltó “comunicar mejor” sus propuestas.

También volvió a enredarse en sus propios pensamientos, como se vislumbra en este diálogo bravo de entender con el periodista Aldo Silva de Telemundo.

-DM: Yo te hago una pregunta: ¿cuándo valieron las sumas de la oposición?

-AS: Es una suma que lleva una distancia importante.

-DM: Pero te pregunto una cosa: ¿cuándo valieron?

-AS: Por ejemplo, cuando ganó la Presidencia el Dr. Jorge Batlle valieron.

-DM: Sí, pero qué pasó. Tabaré Vázquez tuvo 6% más, o sea hubo blancos y colorados que votaron a Jorge Batlle. Cuando Mujica le gana a Lacalle padre le ganó por mucha diferencia, lo que implicó que muchos blancos y colorados votaron pese a lo que sus partidos…

-AS: Era otro momento, el Frente había votado más que ahora.

-DM: Ah, para. Todo lo que quieras. La gente que vota es lo mismo. Acá hay gente que cambia, cambia. Y en la última elección, por más que el Frente tuvo menos votos. (Pero por favor estudia con seriedad eso y verás que es verdad lo que te digo)…tuvo menos votos en el caso de Tabaré con el caso de Mujica. Sin embargo, la diferencia de Tabaré Vázquez con respecto al hijo fue mayor que con respecto al padre. Por lo tanto, la gente en Uruguay, por suerte…por lo menos, no respeta, hasta ahora, puede cambiar, nadie es dueño de la verdad, por eso nosotros…pero a la luz de lo que ha pasado tenemos plena confianza que este balotaje es ganable.

Lo que quiso decir Daniel Martínez es en el balotaje hay gente de otros partidos que suele votar al Frente Amplio.

No en vano, una de las primeras cosas que dijo Yamandú Orsi al integrarse al comando de campaña de Daniel Martínez es que los mensajes de campaña debían ser más claro

Candidatura blindada

Leonardo Carreño

La contracara de este cúmulo de inexactitudes es Lacalle Pou, a quien se lo ve sereno, concentrado, confiado e impenetrable en las entrevistas periodísticas. No hay preguntas que lo incomoden, que lo hagan perder la calma o que lo dejen a medio camino.

Hasta el momento, por lo general, tiene una respuesta para todo. Se podrá estar de acuerdo o no con lo que dice, pero es una realidad que hasta ahora salió jugando incluso ante preguntas difíciles, como cuando en Santo y Seña Ignacio Álvarez trató el tema de la corrupción durante el gobierno de su padre con señalamientos que implicaban a su familia.

Esta semana se volvió a mostrar contundente y salió de forma elegante ante preguntas incómodas que apuntaban a la confección de la coalición, sobre todo a partir de la presencia de Guido Manini Ríos. Su discurso resulta verosímil porque ya hizo los deberes: cargó con los programas de sus antiguos competidores durante cuatro meses y los mostró cada vez que pudo. Por eso al menos tiene algo de crédito cuando dice que la primera negociación es programática, aunque es difícil desterrar la creencia generalizada de que la danza de nombres para cargos ya está activada hace rato.

Como sea Lacalle Pou sabía que necesitaba un par de trajes para esta nueva etapa y fue por ellos, entre otros arreglos estilísticos. Ahora mostró que se lo puede poner y eso no es algo menor: algunos creyeron a Mujica presidente cuando lo vieron en un estudio probándose un traje.

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