En abril de este año, falleció víctima del coronavirus en Estados Unidos la joven Charlotte Figi. Una muerte paradojal. Charlotte hizo fama mundial por haber superado los terribles síntomas del síndrome de Dravet, una de las formas de epilepsia que afecta a miles de niños en el mundo. Charlotte empezó con convulsiones a los tres meses, tenía más de 100 ataques de epilepsia cada día y no se esperaba que llegara a los 10 años.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá