Juan Samuelle

El decálogo del ovinocultor

La tecnología está facilitando el trabajo con los lanares y puede revertir el achique del rubro

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23 de febrero de 2019 a las 05:01

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Hoy vale tanto la carne como la lana. Uruguay pisa fuerte a nivel mundial con la figura de los compartimentos ovinos que permiten que muchos productores puedan exportar y obtener un mejor precio por el envío de carne ovina con hueso a Estados Unidos. De hecho, esta entrada es una excelente carta de presentación que deja a Uruguay bien parado frente al resto de los mercados. La ovinocultura, es un rubro que tiene un gran potencial, pero mejor futuro.

A pesar de los elevados precios de la lana, con productores de Ideal y Merino vendiendo a más de US$ 10 por kilo sus vellones, y de valores de exportación de la carne ovina favorables, el sector atraviesa condiciones de desestímulo como el abigeato y los ataques de perros y jabalíes que provoca que el stock se ubique en mínimos históricos.

Al 30 de junio de 2018, había 6,3 millones de ovinos, 227 mil o 3,5% menos que el año previo (6,5 millones) y la menor cantidad desde que se tienen registros fiables (1974). A esto se le suma la desconfianza de los productores en el sector, alegando que “la oveja da mucho trabajo”. Sin embargo, instituciones técnicas como el SUL, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) o la Central Lanera Uruguaya (CLU), han trabajo en el impulso y promoción de instrumentos que derriben este mito.

El presidente del SUL, Alejandro Gambetta, dijo a El Observador que la ovinocultura está cambiando mucho desde el punto de vista de lo que es el manejo de los lanares. En este sentido, no dudó en decir que Uruguay cada vez se parece más a países como Australia y Nueva Zelanda.

“Hoy un productor puede trabajar con perros, con motos, con cuatriciclos, con bretes portátiles y con una serie de implementos que hacen el trabajo más fácil y sencillo”, aseguró. De hecho, hay lugares en los que los productores pueden manejar de 3 mil a 4 mil lanares porque tienen estas tecnologías.

El presidente informó también que se está estudiando la posibilidad de, en un tiempo, poder erradicar la mosca de la bichera.

¿Qué sería del Uruguay ganadero en general, pero ovejero en particular si no hubiera la  mosca de la bichera?

Uruguay produce especialidades, no commodities. La carne ovina y la lana, son productos naturales y de alta calidad por los que se obtienen muy buenos valores con ellos. Si uno imagina el futuro del Uruguay con algunas restricciones del rubro eliminadas, hace pensar que el futuro de la ovinocultura es promisorio.

Si se trabaja con tecnologías de manejo, conocimientos y prácticas, la ovinocultura es un rubro que no precisa grandes inversiones y es rentable. Así lo expresó Haroldo Deschenaux, encargado operativo del Centro de Investigación y Experimentación Dr. Alejandro Gallinal (Ciedag) del SUL.

Deschenaux es también coordinador del curso que brinda el SUL denominado Especialista en manejo moderno de ovinos.

 

 

Juan Samuelle

 

Un potencial formidable
70% de señalada es el porcentaje que tiene Uruguay hoy. Especialistas en el tema aseguran que la cifra podría aumentar hasta un 20% solamente implementando medidas de manejo muy sencillas.

Juan Samuelle

 

Lo dijo

“Con tecnologías de manejo, conocimientos y prácticas, la ovinocultura es un rubro de baja inversión y muy rentable” 
Haroldo Deschenaux, encargado del Ciedag del SUL

Juan Samuelle

 

La tecnología que viene, a favor de la oveja


El Observador elaboró el denominado decálogo del ovinocultor del siglo XXI, que reúne una serie de herramientas y consideraciones en el manejo que desmitifiquen la idea de que la oveja da trabajo.

1 Revisación. Realizar una buena revisación de las majadas y dejar solamente a los animales que están en condiciones de reproducirse. Sacar todo lo que es refugo. Partir de una correcta revisación  es una forma de restar trabajo durante el año.

2 Cepos. La revisación requiere de voltear a las ovejas. El mercado ofrece cepos de volteo manuales o neumáticos. El manual ronda los US$ 1.000 y los neumáticos entre US$ 7.000 a US$ 8.000. Con estos una persona puede manejar un volumen muy alto de animales. 

3 Inseminación artificial. Si se busca una mejora genética, se puede usar la inseminación artificial por vía cervical. Eso facilita la difusión genética. De este modo, un buen carnero puede llegar a cubrir unas 300 ovejas, mientras que con la monta natural llega de 40 a 50. 

4 Ecografía. Es una herramienta de diagnóstico de gestación que permite saber la carga fetal y estimar una fecha de parición. En cuanto a la protección de los corderos, es indispensable el uso de las parideras o abrigos de parición. 

5 Perros. El perro entrenado es una herramienta que abarata mucho los costos y facilita las distintas actividades. También se puede sumar una moto al trabajo para lograr un mayor desplazamiento. Son dos herramientas básicas para poder hacer eficiente la mano de obra.

6 Chequeos. Es importante destacar que, dentro de la sanidad, se puede hacer un chequeo de eficacia del funcionamiento de la droga y, en base a eso, manejarse de forma más certera. Es una tecnología disponible que no tiene mucho costo y que es de gran utilidad para los productores que manejan lanares a nivel comercial. 

7 Comederos. Se han desarrollado comederos de alta alimentación que disminuye mucho la mano de obra. Funcionan muy bien, pero requieren de cierta adaptación. Hay equipos que constan de un tubo, una balanza y un cepo y tienen la opción de lotear por peso. Son equipos costosos, de algo más de US$ 20.000. Este tipo de tecnología se justifica en invernadas grandes que requieran de lotear con frecuencia a los animales.

8 Animales de guardia. En cuanto al control de predadores, instituciones como el SUL tienen a disposición de los productores los denominados animales de guardia, como los perros, las burras y las llamas.

9 Presentación de la lana. La presentación en fardo en lugar de bolsa facilita mucho el trabajo a la hora de la esquila y, además, aumenta la capacidad de los galpones para acomodar la lana. También se puede medir cada lote de lana con un calado de los fardos. La herramienta brinda mayor defensa al productor de poder vender las micras que tiene y no por raza, como se hacía antiguamente. 

10 Negocios a futuro. Hoy está más desarrollado el tema de negocios a futuro que aseguran el ingreso del animal y fijan un precio mínimo. Es un instrumento que escapa al manejo, pero que asegura la rentabilidad del rubro. 

Juan Samuelle

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