“El SUL demostró que el riego potencia toda la producción”

Que regar entre 10 y 20 hectáreas en lugares estratégicos puede cambiar el resultado de todo el establecimiento. La otra conclusión es aún se están midiendo los costos económicos de esa medida. Los primeros números dan que es rentable, aunque no hay que olvidar que lo estamos haciendo en un campo experimental, que tiene todas las herramientas para realizarlo.

¿Qué camino debe seguir un productor para adoptar el riego?

Primero asesorarse con técnicos en riego y en pasturas. Ahora hay algunos números sobre especies de pasturas en zonas de suelo cristalino. El SUL seguirá investigando para ofrecer más datos a los productores.

¿Cuáles son las claves de esta tecnología?

El SUL demostró que es rentable, pero las claves son varias. Mucha dedicación y, en pasturas, se eligieron las que tiene historia en el país. Tenemos la incógnita de cuánto durarán las pasturas según los niveles de fertilización.

¿Qué quedó en el tintero?

Todo el flujo financiero. Se hizo una inversión muy grande y faltan números. La época clave es el verano, donde con riego se logra que la pradera no solo no muerta, sino que también duplique o triplique la producción.

¿Cómo continuará esta experiencia del SUL?

Seguiremos con el riego por desnivel, que fue una inquietud que nos plantearon los productores y se sumará al irripod y el mini pivot.

¿Porqué el SUL se metió en el tema riego?

La Junta Directiva anterior resolvió que había que hacerlo y, con los precios que tiene la tierra, hay que invertir más hacia adentro de los predios. Y faltaba tener un sistema de riego en el establecimiento, algo que es normal en Nueva Zelanda, por ejemplo.