Leonardo Carreño

El DT de Defensor se fue a Argentina, no habla de fútbol con sus jugadores y contó sus miedos en plena crisis del coronavirus

Alejandro Orfila regresó a Argentina el 15 de marzo, no integra el grupo de WhatsApp del plantel violeta, pero llama de manera individual a los jugadores con los que no habla de fútbol sino de aspectos de la vida

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25 de marzo de 2020 a las 12:40

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Con un nudo en la garganta Alejandro abrazo a su padre en el puerto. Luego de la emoción del abrazo, y antes de despedirse, le hizo un único pedido: “Viejo, no vayas más a trabajar”.

Cuando tomó rumbo a la puerta de embarque y levantó la mano al técnico de Defensor Sporting, Alejandro Orfila, se le partió el corazón. Quedó dividido en dos. Por un lado acató el pedido diario de su familia que lo requería desde Buenos Aires y por otro dejaba a sus padres y hermanos en Montevideo. Pero partió. A pesar del dolor del alma, se fue con su esposa e hijos que, preocupados por las noticias que miraban por televisión sobre el avance del coronavirus, lo reclamaban en Tigre.

Era domingo 15 de marzo cuando Orfila, tras pedir autorización a la dirigencia de Defensor Sporting para volver a Argentina, se tomaba el último barco para cruzar el Río de la Plata.

Diego Battiste

“Me fui en el último barco cuando en Uruguay se decretó que no podía haber fútbol, que no podíamos entrenar, porque entendí que hoy es prioridad estar con la familia. Son momentos muy difíciles porque una cosa es estar separado de la familia por situaciones laborales y otra por una pandemia de salud donde todos corremos riesgos. La sensibilidad emocional es muy dura y lo primero que atinamos es a estar juntos, acompañar y sentirnos día a día en el cara a cara”, expresó el entrenador de los violetas desde Argentina en charla con Referí.

Cuando Orfila bajó del barco en Buenos Aires lo hizo con total normalidad. Aún no se habían incrementado las medidas para el combate contra el coronavirus. De todos modos, ya tenía decidido ponerse en cuarentena. “Por vocación propia, porque uno mirando la televisión ya tomaba consciencia de lo que se venía”, reveló el DT.

Leonardo Carreño

El entrenador expresó a Referí que cuando entró a Argentina se encontró con un país que todavía no estaba tomando real conciencia de la situación.

El director técnico de Defensor Sporting cenó el domingo 15 de marzo con su señora, su hija de 17 años y el varón de 14. Allí se enteró que al día siguiente no habría clases. Finalmente, el martes 17 el gobierno de Alberto Fernández decretó medidas para combatir al Covid-19.

Corazón dividido

Para Orfila empezó otra vida. Su corazón quedó partido. Por un lado estaba en su casa con su señora y sus hijos. Por otro, en Uruguay quedaban sus padres y sus hermanos.

Diego Battiste

“Mis padres son personas grandes, por eso el último día que mi viejo me llevó al barco le dije que tenía que dejar de trabajar. Mi padre tiene una camioneta y lo contratan para llevar gente a sus trabajos. Y a mi mamá le dije lo mismo. Ella trabaja cuidando a una señora mayor”, contó Orfila en la charla con Referí.

El entrenador dijo que el hecho que sus padres hayan tomado la decisión de no concurrir a trabajar lo dejó más tranquilo.

“Me toca vivir esta situación difícil de estar con mis hijos acá y por otro lado tener a mis viejos en Uruguay. Estoy permanentemente en contacto, todos los días y lo más importante es recibir buenas noticias sobre su estado de la salud”.

La vida en cuarentena

El 19 de marzo el presidente de Argentina, Alberto Fernández, decretó la cuarentena obligatoria en todo el país. Los Orfila se refugiaron en su casa de Tigre.

Leonardo Carreño

El técnico de la viola contó que al margen de las rutinas diarias aprovecha el tiempo para estudiar inglés y que en la tarde comparte una actividad física con toda la familia.

El día que le tocó salir a la calle para concurrir al supermercado se sorprendió. “Fue algo que nunca habíamos vivido, es único, cuando salí a comprar no había un alma en la calle. La gente esperaba para entrar en el supermercado y te decían que mantuvieras distancia y entrábamos en tandas. Pasaban los patrulleros por la calle pidiendo por los altoparlantes que la gente se quedara en su casa”.

Orfila contó a Referí que no sale de tapabocas pero que sí lleva alcohol en gel.

“Yo no salgo con tapaboca porque hay información de todo tipo y eso desgraciadamente complica un poco. Si miras la televisión te volvés loco, de pronto uno te lo recomienda y otro no. Salgo sí con alcohol en gel y me pongo a cada rato. Y cuando vuelvo a casa tiramos lavandina en el piso, ponemos un trapo en la puerta para dejar el calzado. No entramos en la obsesión pero sí tomamos precauciones”, expresó.

Los miedos

El técnico de la viola asume que convive con el miedo. “Permanentemente se convive con el temor. No hay que estar aislado ni ajeno a nada. La situación del virus arrancó de una forma y a medida que pasan los día encontrás cosas distintas, por ejemplo al principio decían que el riesgo era de los mayores y ahora encontramos gente joven”.

Orfila agregó: “Siento temor por mis hijos, por mi familia, por mis padres y la población en general”.

Leonardo Carreño

El DT del elenco del Parque Rodó puntualizó: “En mi caso tengo temor, pero no obsesión. Trato de cumplir con lo que pide el Ministerio de Salud, las recomendaciones, como lavarme las manos, que con total sinceridad no era algo que hacía habitualmente”.

Orfila contó lo que le sucede cuando saca a su mascota.

“Por ejemplo al perro lo sacamos a pasear en unos metros y te agarra esa desesperación de los recaudos y cuando salgo a comprar trato de hacerlo lo más rápido posible y mantenerme a distancia. Al margen de que no te debés obsesionar, uno piensa un poco más de lo normal”.

Gesto humano con el jugador

Orfila reveló que no integra el grupo de WhatsApp donde están todos los jugadores de Defensor Sporting y los preparadores físicos. Por el contrario, mantiene contactos individuales con sus dirigidos en los que, curiosamente, no habla de fútbol.

“Mi contacto es individual y lo que hablo con ellos es desde el lado humano: cómo están, cómo la llevan, cómo está su familia, qué es lo que piensan, es una charla enfocada en el sentido humano. Si hablamos algo de fútbol es porque salió en la conversación pero no llamo para hablar de fútbol”.

Diego Battiste

Esto indica claramente que las tareas de mantenimiento de los jugadores violetas las llevan adelante y las coordinan con los preparadores físicos. Orfila se prepara para algo que considera más importante. El bajón.

“Ellos (los jugadores) tienen la ansiedad lógica de un jugador de saber cuándo vamos a volver. El martes hablé con el psicólogo, con el que tuve una charla larga, y creemos que la semana que viene cada uno de los jugadores va a empezar a debilitarse desde el punto de vista emocional. Ahí debemos estar atentos. Y es lógico que pase porque le pasa a cualquier ser humano. No estamos acostumbrados a estar encerrados y a convivir con la preocupación del ojalá no me toque a mí la enfermedad, que no le toque a ningún ser querido. Eso juega en la cabeza”, concluyó diciendo el entrenador de los violetas.

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