Neymar empezó con sus firuletes habituales. Un amague y un freno. Pasó por arriba de la pelota. Encaró, frenó y pisó la pelota. Al Zorro no le gustó. Y como buen uruguayo lo encaró. La charla subió de tono al punto tal que Neymar se desenfocó y le pegó una patada. Damián Zorro Suárez lograba su cometido. El partido entre Barcelona y Elche, del 8 de enero de 2015, estaba 0-0. En determinado momento el uruguayo pretendió la reconciliación y le extendió la mano a Ney para saludarlo. Pero el delantero lo dejó colgado.
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