El Frente Amplio procesa nuevos liderazgos y apunta a ensanchar la base electoral

Tabaré Vázquez fue el gran referente de ese período, primero marcado por la victoria en las elecciones departamentales de Montevideo en 1989 y luego con el triunfo en primera vuelta en las nacionales de 2004.

Junto a Vázquez, la izquierda tuvo en José Mujica y Danilo Astori a los otros dos referentes de los últimos años. Pero mientras la triada anunció desde hace tiempo que otros deberían asumir nuevas responsabilidades, la muerte de Tabaré Vázquez el pasado 6 de diciembre fue marcada por diferentes dirigentes del Frente Amplio como una bisagra para la fuerza política.

"Creo que si bien todos sabíamos lo triste de esta partida, y que era algo que se iba a desencadenar en cualquier momento porque él (por Tabaré Vázquez) nunca lo ocultó, hasta que no pasó no nos cayó la ficha. Ahora es como que se corre un telón y dice ahora viene esto, que es el futuro de nuestra fuerza política sin el teléfono, sin la llamada a tiempo, sin la consulta, sin la visita de algunos referentes a la casa del compañero", dijo el intendente de Canelones Yamandú Orsi al ser entrevistado el lunes 7 por VTV Noticias.

El desafío implica para el Frente Amplio rearmar su estrategia en un momento marcado por una falta de liderazgos políticos claros, con varios nombres en un proceso aún emergente, disputas internas, y reconfiguración de bloques.

Ahora la conducción del Frente Amplio no tiene una línea única y todos orejean las cartas en el inicio del camino hacia 2024. Por un lado está la bancada parlamentaria con senadores que buscan ganar un perfil, pero a su vez Carolina Cosse y Yamandú Orsi juegan su partido desde las intendencias de Canelones y Montevideo. Y en el medio está el presidente del Frente Amplio Javier Miranda, ya de salida, mientras su reciente secretario político Rafael Michelini sondea la posibilidad de ser candidato a la presidencia del FA en 2021, un lugar al que también aspiran otros grupos.

Pero aunque queda mucho camino por recorrer, entre los dirigentes de distintos sectores uno de los temas que reúne consenso es en la necesidad que tiene el Frente Amplio de sumar nuevos aliados por fuera de la estructura partidaria para incrementar el caudal electoral.

Una nueva etapa

Más aún después de la derrota electoral, pero incluso tiempo antes durante la campaña de 2019, el Frente Amplio dejó al descubierto los problemas de conducción de la fuerza política, en lo que se convirtió en un tema reiterado en los documentos de autocrítica elaborados por diversos sectores. 

Para la exvicepresidenta Lucía Topolansky la muerte del expresidente Vázquez fue un indicador más en el proceso de cierre de un ciclo de 15 años de gobiernos frenteamplistas.  

“El país está en un momento de generación de nuevos liderazgos”, dijo a El Observador la senadora del MPP y consideró que los próximos cuatro años serán de aparición o consolidación de figuras.

Pero la generación de referentes, según Topolansky, no atañe solamente al Frente Amplio. La senadora advirtió que el mismo proceso lo atraviesan el Partido Nacional y el Colorado. 

La dirigente del MPP también se refirió a la reflexión que días atrás hizo el politólogo Óscar Bottinelli en una entrevista con VTV, donde sostuvo que la figura de Vázquez fue “clave” en la “etapa de una izquierda uruguaya gobernante”. 

Los dirigentes frenteamplistas coinciden en señalar que hay cuatro líderes emergentes del último proceso electoral: Óscar Andrade, Mario Bergara, Carolina Cosse y Yamandú Orsi. Sin perjuicio de esto último, algunos de los consultados también advirtieron que pueden surgir otros nombres. 

Mientras que los dos primeros se proyectan desde el Parlamento, Cosse y Orsi apuestan a que sus gestiones al frente de las intendencias de Montevideo y Canelones, respectivamente, sean una catapulta a 2024. 

Además del recambio de liderazgos, la coalición opositora vive un realineamiento de sectores motivado por la campaña electoral pasada. Ese proceso culminará en las elecciones internas de mayo de 2021, en las que además de elegir a nuevas autoridades se determinará el ingreso de nuevos grupos. 

Uno de los que ingresará en ese grupo es Fuerza Renovadora, el sector que lidera Bergara y que todavía no tiene peso en la orgánica partidaria. Una vez que lo haga, tendrá representantes en el Secretariado Ejecutivo, la Mesa Política y el Plenario Nacional. 

El recambio ideológico y las puertas abiertas

La reconfiguración de los sectores también implica cambios en los postulados ideológicos del Frente Amplio. 

En las últimas elecciones nacionales los sectores más a la izquierda como el PCU y el Partido Socialista (hoy conducido por el ala ortodoxa, de la mano de Gonzalo Civila), cobraron fuerza dentro del partido. 

El MPP, en tanto, tuvo una estrategia pendular en el último tiempo, algo que quedó de manifiesto en las elecciones internas de 2019 y luego con las municipales intendente. Primero respaldó a Carolina Cosse como precandidata a la Presidencia pero después, ante un acercamiento de la ingeniera con el PCU, decidió soltarle la mano y se inclinó por el independiente Álvaro Villar. 

En ese escenario, además, los sectores más afines a la socialdemocracia perdieron pie dentro del Frente Amplio y tuvieron un revolcón en las urnas. 

Por el momento, y con Daniel Martínez fuera del mapa, Bergara es quien aparece como el líder que canalizará esas expresiones.

Más allá de los alineamientos entre bloques, en la cúpula del Frente Amplio hay consenso sobre la necesidad de ampliar la base electoral.

“Llegamos al gobierno porque se creó el Frente Amplio, el Encuentro Progresista y el Nuevo Espacio. Eso es una concepción de Frente Grande que quienes somos del MPP siempre defendimos, que es entorno a un programa básico sumar voluntades”, sostuvo Topolansky. 

Para la senadora el Frente Amplio “logró el milagro” que ninguna otra izquierda en el mundo pudo, en referencia a unir a lo largo de 50 años a distintas agrupaciones. “Si mantenemos la puerta abierta y la concepción de Frente Grande, tenemos un horizonte muy grande hacia adelante”, consideró y dijo que no es partidaria de poner “etiquetas” a las corrientes ideológicas.

Vázquez también era partidario de "retomar" el "proceso" hacia "nuevas formas organizativas" como en su momento fue el Encuentro Progresista, según dijo en una entrevista inédita de 2011 publicada por el semanario Búsqueda. "Creo que hay que generar un espacio político de centroizquierda que recoja a la izquierda, si no a toda la izquierda, a buena parte de la izquierda, aquella que conforma el caudal de la izquierda, no a las corrientes marginales, y votantes de bastllistas que no están cómodos en el Partido Colorado y wilsonistas que no están conformes. Y consolidar la centroizquierda", sostuvo entonces.

En una línea similar se expresó el exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y exministro de Economía, Álvaro García, quien dijo a El Observador que el Frente Amplio debe “recrear el proyecto y profundizar su democracia interna”. De esa manera, insistió en darle “anchura” a la conformación de la fuerza política y a su estrategia de alianzas para recuperar terreno en las urnas. 

“La filosofía y el encare de Tabaré (Vázquez) lo acompaño y esa filosofía implica darle anchura al Frente Amplio para que sea opción de gobierno, porque posiciones cerradas pueden limitar las posibilidades”, sostuvo uno de los hombres de mayor confianza de Vázquez en el gobierno anterior.

Consultado sobre la definición ideológica del Frente Amplio, el diputado del PCU, Gerardo Núñez, dijo a El Observador que la izquierda "siempre se tiene que parar del lado de los que más necesitan", así como de las "reivindicaciones populares y las necesidades de la gente". "Los paraguas más clásicos desde el punto de vista ideológico están transversalizados por esa mirada", consideró el legislador.

El ala moderada