La inminente creación del Instituto Nacional de Bienestar Animal, propuesta en la Ley de Urgente Consideración (LUC) –aprobada en el Senado–, permite una jerarquización que dará relevancia a la temática, especificidad e independencia, al generarse un organismo desconcentrado, afirmó Gastón Cossia, médico veterinario y legislador.
“Se gana en ejecutividad y en gerenciamiento”, expresó quien estuvo al frente de las gestiones de diseño del articulado que desde el Poder Ejecutivo se trasladó al Legislativo.
Cossia detalló que al frente del instituto habrá un directorio de ocho miembros, presidido por el representante del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). La participación oficial se complementará con representantes del Ministerio del Interior, del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del Congreso Nacional de Intendentes. Además estarán, en un acceso a “la mesa grande” que resaltó, entidades no gubernamentales, con presencia de los productores, de la Sociedad de Medicina Veterinaria, de la Facultad de Veterinaria y por primera vez estarán representadas organizaciones de protección animal.
Un aspecto clave, consideró, es que la representación del MSP pasará a manos de la Comisión Nacional de Zoonosis.
Hasta ahora, en la entidad que viene accionando en este tema desde 2015, la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba), solo participaban en la toma de decisiones las representaciones gubernamentales.
“Esa comisión era muy difícil de reunir, la responsabilidad estaba en manos de los subsecretarios de los ministerios, quienes tenían múltiples ocupaciones y todo se centralizaba en un gerente. Eso cambia, se crea un organismo independiente, con obligaciones bien definidas y la indicación de reunirse semanalmente”, explicó.
Destacó que los 17 artículos, con leves ajustes, fueron aprobados por unanimidad en el Senado y ahora el análisis se trasladó a la Cámara de Representantes.
La ley establece la posibilidad de disponer del inciso 07, por lo tanto en la estructura de recursos del MGAP se deberá presupuestar lo correspondiente al funcionamiento del instituto, de modo que pueda cumplir sus objetivos.
Las modificaciones a la ley vigente, la 18.471, pone énfasis en la coordinación que el instituto deberá ejercer con el resto de las instituciones vinculadas: se crea un ente coordinador entre la Dirección General de los Servicios Ganaderos del MGAP, la Dirección Nacional de Medio Ambiente y la Comisión Nacional de Zoonosis. “En el país hay una cantidad importante de recursos humanos e infraestructura que es necesario aprovechar mejor”, reflexionó.
Cossia dijo que en el interior hay comisiones en cada departamento, de Zoonosis y de Bienestar Animal, por lo cual en muchos casos se duplicaron recursos para objetivos comunes y que urge unificar eso para ganar en eficiencia.
Están definidos, en la LUC, dos programas relevantes que el instituto deberá emprender, explicó. Uno le da carácter de interés general para el país a la castración y el otro es el programa nacional de albergues de animales de compañía.
Se entiende que la castración es el principal método para el control de la población canina, pero con la correspondiente identificación. Por ley, todo perro castrado debe ser identificado. “Ese es un paso muy importante, que salda un viejo debate institucional entre Zoonosis y Cotryba, que no se ponían de acuerdo. Hay más de 5.000 perros microchipeados por Cotryba que no han sido ingresados a los registros, eso es una gran irregularidad”, señaló el diputado a El Observador.
Por otro lado, mencionó la coexistencia de la tasa de patente de perros y el registro mediante microchips. “No puede haber dos registros de perros, eso hay que unificarlo”, remarcó.
Cossia también aludió al rescate del valor clave que en el medio rural históricamente ha tenido el dosificador de Zoonosis, “no solo por lo que significa desde el punto de vista sanitario dosificar al perro, dar la toma, controlar la hidatisosis. Ahora tendrá más tareas, seguirá siendo el agente sanitario, pero vamos a aprovechar mejor su conocimiento de cada predio, de la realidad de cada perro, para que proceda a la identificación y esterilización que corresponda”.
Otra innovación que se estima tendrá un impacto muy trascendente es la creación de centros fijos de esterilización en localidades que lo necesiten por una cuestión demográfica y de población de caninos, también por casos críticos, como accidentes por mordeduras o ataques de jaurías. “Esto es un cambio sustancial”, subrayó. Y para eso será clave poder coordinar con Zoonosis, “que posee, en todo el territorio, funcionarios, oficinas y vehículos”.
Cossia entiende que, a corto plazo, apenas se pueda, cada municipio debe poder disponer de un protocolo de gerenciamiento de las poblaciones caninas, cuántos son, dónde están, en qué condiciones, si están esterilizados, si están identificados y si tienen un responsable. Y que, en ese marco, habrá que priorizar una planificación para actuar primero donde haya más urgencia, teniendo en cuenta que no se puede trabajar del mismo modo en todo el país.
Finalmente, mencionó que será de alto valor que haya un protocolo de actuación en manos de cada comisaría y para la acción de las comisiones departamentales. Por ejemplo, hay que ver bien si hay que capturar un animal y llevarlo en las condiciones adecuadas a un lugar adecuado, “para lo cual nos parece muy importante la coordinación con los veterinarios de ejercicio libre y las organizaciones de protección animal”, concluyó.
Gastón Cossia destacó “el muy buen gesto” que tuvo el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte, cuando hace dos semanas –un domingo– visitó a una productora rural que había denunciado daños por el ataque de una jauría. En su predio los perros mataron un toro y un novillo y lastimaron a otros vacunos. La gravedad del caso es especial, dado que ese predio está muy cerca de la población de Santa Clara del Olimar. “Felicito al ministro por su actitud, eso fue muy importante, estar en el lugar y apoyar a esa productora”, mencionó. También indicó que “el ministro necesita que esa actitud pueda estar acompañada de una batería de medidas que van a surgir a partir de esta Ley de Urgente Consideración (LUC), con la creación del Instituto Nacional de Bienestar Animal”.
Cossia consideró como uno de los deberes a atender “un gran trabajo a desarrollar con la academia y me refiero a la Facultad de Derecho, también a la Fiscalía, porque la ley 18.471 es muy desconocida por los actores judiciales y por los eslabones del sistema, también hablo del instituto policial, me parece fundamental aceitar mecanismos para que un juez o un fiscal pueda intervenir con base en la tenencia responsable y que no deba actuar el instituto ante cada caso”.
Gastón Cossia precisó, contra lo que se pueda creer de parte de mucha gente, que la mayor parte de los accidentes en los que estuvo de uno u otro modo involucrada la figura del perro, como en el tránsito o en ataques a personas y otros animales, ese perro “tiene dueño; ahí hay que hacer un gran hincapié en los conceptos referidos a la tenencia responsable”.
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