Por Maximiliano Latorre
Así como el ave Fénix, lo nuevo surge de lo viejo. Dejar muebles antiguos como nuevos no es algo novedoso, pero sí lo son algunos emprendimientos que han surgido en los últimos años y que han crecido en base a un uso intensivo de las redes sociales y un toque de diseño en sus restauraciones. A fuerza de tener claro que aprovechar al máximo todos los recursos y participar en ferias y exposiciones, además de la potencia digital, se han ido haciendo un lugar en el mercado.
Cambiar la estructura de un mueble lo puede hacer un carpintero. Arreglar un enganche en la tela o hacer un cambio en ella lo hace sin problema un tapicero. ¿Qué diferencia entonces a los restauradores de muebles de estos profesionales? Que tienen la combinación de ambos oficios.
"Ni carpintería ni tapicería. Ofrecemos una solución completa", asegura Miguel Anastasía (47) cuando se le pregunta acerca de la característica principal de los muebles elaborados en Toara, el negocio de restauración de muebles que dirige junto a su esposa en la ciudad de Pando.
Anastasía le atribuye un gran peso a las redes sociales. "Hace un tiempo hice un curso sobre empresas pequeñas y lo utilicé para sacarle provecho a Toara. A través de un estudio que hicimos al interno de la empresa obtuvimos que el 80% de nuestro trabajo proviene de nuestras publicaciones en Facebook e Instagram", dijo Anastasía.
En tanto, Sabrina Pereira (28), propietaria de Matusalén Deco, asegura que si bien las redes sociales ayudan a que uno se haga conocido, lo que atrapa al cliente es la calidad del mueble así como el servicio prestado a la hora de realizar la compra-venta. "Ofrecemos una amplia variedad de estilos de muebles así como de técnicas y eso es tan importante para el cliente como que sea comprendido y que sea bien asesorado", comentó.
Matusalén Deco (www.matuselendeco.com) se estableció hace aproximadamente un año y en ese período Sabrina Pereira ha visto que, a pesar de que se dan ciertas tendencias en el mercado, existen todo tipo de pedidos. "A veces pasa que un cliente quiere que un mueve antiguo sea todo blanco y, por más que uno sienta que se está perdiendo una pieza antigua, el cliente tiene la última palabra", explica Pereira.
Otro factor importante para poder llegar a que un restaurador se haga conocido es la exposición de sus trabajos. Este es el caso de Restauro Historia, el local perteneciente a Eduardo Perreta (41) y Lourdes Acosta (39).
El proyecto surgió hace cinco años y se estableció hace tres años en un local ubicado en Ciudad de la Costa, y ha incrementado su popularidad en base a la participación de ferias o exposiciones.
"Hace tres años participamos en Expohogar –exposición que se realiza de forma bianual y abarca distintas áreas del hogar - y ha sido fundamental porque en las últimas ediciones las personas reconocieron nuestros trabajos al verlos expuestos", detalló Acosta. El emprendimiento no tiene página web; solo se maneja a través de las redes sociales.
Tanto Toara como Matusalén Deco y Restauro Historia coinciden que la fabricación de sus propios muebles es otro punto que los distingue del resto del mercado. En cuanto a precios, señalaron que varía según el mueble y el tipo de restauración.
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