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El objetivo de la ONU de erradicar el hambre en el mundo en 2030 se aleja cada vez más
A unos 800 millones de personas que padecían hambre en 2020, en 2021 se sumaron otros 46 millones, lo que constituye un pronóstico sombrío sobre la posibilidad de erradicar este flagelo de la humanidad hacia finales de la década.
"Esperábamos que hoy el mundo hubiese salido de la crisis del covid-19, pero la pandemia sigue ahí y su impacto se ha agravado por los conflictos y otras emergencias humanitarias”, constató el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, en una rueda de prensa en Nueva York.
Según un informe conjunto la FAO, el Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA), Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), hace un año “padecían hambre entre 702 y 828 millones de personas", es decir, alrededor del 9,8 por ciento de la población mundial.
Esta cifra implica que hubo 46 millones de personas más con hambre respecto a 2020, cuando la situación ya se había degradado debido a la pandemia de covid-19.
Según la FAO, "el mundo se está alejando de su objetivo de acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas de aquí a 2030", como proyectaba la ONU con su Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS-2 "Hambre Cero".
La organización apunta que 670 millones de personas seguirán sufriendo hambre al final de esta década, "una cifra similar a la de 2015", cuando la comunidad internacional se fijó el objetivo de erradicación.
Los informes hablan de un “grave" impacto de esta situación en América Latina y el Caribe, donde "en solo dos años, 13 millones de personas han caído en el hambre y cuatro de cada diez viven con inseguridad alimentaria".
El representante regional de la FAO, Julio Berdegué, calificó a esta situación como “extremadamente grave”.
El Caribe, dentro de la región, presenta la mayor proporción de población que pasa hambre, con algo más del 16 por ciento, el doble que en América Central y del Sur. Pero desde 2015, "el hambre casi se ha duplicado en América del Sur", mientras que en el Caribe aumentó un 2,2 por ciento y en América Central, un 0,9 por ciento.
"En 2021, el 40,6 % de la población (268 millones de personas) enfrentó inseguridad alimentaria moderada o grave, es decir, un 1,1 por ciento más que en 2020" en la región de América Latina y el Caribe, precisó.
Este problema "ya no se limita a grupos sociales que han vivido en la pobreza durante mucho tiempo", sino que "la inseguridad alimentaria ha llegado a las ciudades y a decenas de miles de hogares que antes no la habían vivido", alertó Julio Berdegué.
La brecha de género también se amplió a escala global entre 2020 a 2021, pero "es más evidente en América Latina y el Caribe, prosigue el informe.
"En 2021, el 31,9 por ciento de las mujeres en el mundo padecía inseguridad alimentaria moderada o grave en comparación con el 27,6 por ciento de los hombres". Pero en América Latina y el Caribe "la diferencia entre hombres y mujeres fue de 11,3 puntos porcentuales" mientras que, en 2020, había sido de 9,4 puntos porcentuales.
Los informes vaticinan que, si no se adoptan medidas drásticas a escala global, "todos nuestros esfuerzos habrán servido simplemente para atajar las grandes crisis que hemos vivido", lamentó el presidente del FIDA, Gilbert Houngbo, en una entrevista con la AFP.
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Las cinco organizaciones alertan sobre "la intensificación de los principales factores de la inseguridad alimentaria y la malnutrición, a saber, los conflictos, los fenómenos climáticos extremos y las perturbaciones económicas, en combinación con el aumento de las desigualdades".
"La cuestión ahora no es si las adversidades seguirán produciéndose o no", concluyen, "sino que deberíamos estar adoptando medidas más audaces para crear resiliencia ante ellas", como por ejemplo el conflicto en Ucrania, que perturba las cadenas de abastecimiento y provoca un aumento de los precios.
El Cuerno de África (Somalia, Kenia, Etiopía) atraviesa además una de las peores sequías en más de 40 años, que está diezmando ganado y cultivos y que amenaza de hambruna a más de 16 millones de personas, según la ONU.
Por otro lado, 2.300 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria grave o moderada en algún momento de 2021, lo que significa que no tuvieron acceso a una alimentación adecuada o tuvieron dificultades para alimentarse en algunos periodos.
La mayoría vive en zonas rurales de países en desarrollo, sobre todo de Asia y de África, precisó el presidente del FIDA.
