Pandiani con el termo y mate pegado al cuerpo

Fútbol > HISTORIAS

El Rifle Pandiani: la basura, el cinturón negro de kung fu y el retorno para sacar a Cerro campeón

De Malvín Norte a España, de Basáñez a Peñarol y de Emiratos Árabes Unidos al Cerro, Walter Pandiani forjó una carrera increíble como futbolista y decidió volver a Uruguay para dirigir al Villero y regresarlo a Primera: una historia de puro amor propio
Tiempo de lectura: -'
19 de marzo de 2022 a las 05:02

Creció al lado del cante y aprendió kung fu para defenderse. Trabajó como basurero, delivery y guardia de seguridad mientras jugaba en Basáñez. Se negó a ir a Nacional y se ganó el pase a Peñarol haciéndole dos goles con un desgarro a cuestas. Fue el hombre de los goles importantes en el mejor Deportivo La Coruña de la historia. Empezó su carrera como entrenador en juveniles en España y cuando le ofrecieron venir a dirigir a Cerro no lo dudó, a pesar de que estaba cobrando en petrodólares. Walter Gerardo Pandiani, el Rifle, hizo una carrera futbolera de película. Y ahora quiere volar alto como DT. 

Pandiani creció en Malvín Norte, pegado al Complejo Ingeniero Del Campo, de las formativas de Danubio. Su padre era jefe de alumbrado público en la Intendencia de Montevideo y su madre trabajaba en una empresa textil. Hijo único, pasó a ser el responsable de la casa cuando su padre falleció. Tenía entonces 17 años y a los 18 fue padre de Nicolás, con quien compartió equipo en Villarreal y Miramar Misiones. Por entonces, era juvenil de Wanderers, un volante central defensivo con gran pegada y capacidad goleadora. 

Con su hijo Nicolás, en Villarreal

Un día se le apersonó al presidente Carlos Maresca y le dijo: "Mire Carlos, mi padre falleció y no tengo plata para bancarme los boletos, me tengo que tomar cuatro ómnibus por día, necesitaría un viático para seguir viniendo". Pero no hubo caso. Y así, en 1995, se fue a préstamo a Basáñez que entonces disputaba su segunda temporada histórica en Primera División. 

El Rifle había hecho el baby en el Club América de Malvín Norte donde su padre era presidente con el padre de Gabriel Álvez que jugaba en una categoría más grande. 

Se fue a probar a Peñarol hasta que un día le robaron los zapatos de fútbol nuevos en una práctica. "Me agarré a trompadas, me calenté y me fui. Cuando volví, a los 20 días había venido toda la escuela de Menotti y ni me aceptaron. Entonces trabajaba en un puesto en la esquina de casa y Ariel De Armas, que era de Euskal Erría me fue a buscar y me llevó a Wanderers", contó el Rifle a Referí

Fue eliminado en playoffs por Defensor Sporting tras perder 2-1 y ganar 1-0

"En la Séptima debuté contra Peñarol. Ganamos 2 a 0 e hice los dos goles", recordó con orgullo. "Jugaba de mediocentro defensivo, pero metía entre 10 y 12 goles por temporada". 

En Basáñez, en 1995, compartió equipo con José Batlle Perdomo, Jorge Goncálvez, Gustavo Matosas, Eduardo Da Silva y Johnny Miqueiro. "Empecé en Cuarta. Jugaba de volante central pero también de zaguero. Pero no me querían subir a Tercera porque como estaba a préstamo, decían que le podía sacar el puesto a un titular cuando al año siguiente no iba a estar. Entonces Arturo Píriz, un amigo, el padre de Sebastián Píriz, fue a Wanderers y volvió con mi pase en la mano. Al tiempo debuté en Primera con la número 10 en la espalda en un partido contra Danubio". Aquel equipo rojinegro se fue al descenso. 

Por entonces, comenzó a alternar el fútbol con el trabajo. 

En la empresa Sur, trabajó como recolector de residuos. "Los turnos de las noches empezabas a las 11 y el recorrido terminaba tres y media de la mañana. Yo lo hacía corriendo porque lo utilizaba para entrenar y a las 10 de la mañana estaba entrenando en el club". 

También trabajó como guardia de seguridad y en Servientrega, manejando una moto con carrito. "Paraba siempre en La Cigale, repartía helados y cualquier tipo de encomienda". 

En 2021 dirigió 16 partidos en Cerro, ganó 10 y perdió tres

Como seguridad trabajó con su madre con quien hizo kung fu: "Soy cinturón negro. Crecí en un barrio peligroso, dos por tres te robaban y había que defenderse", explicó. 

El curso de su carrera cambió cuando Francisco Casal comenzó a representarlo. Al final de una temporada muy buena, la de 1996, quiso llevarlo a Nacional, pero al Rifle, que le tiraba el amarillo y negro, no lo convenció la idea. Entonces surgió la posibilidad de ir a Peñarol, pero para eso sabía que tenía que tener una temporada bárbara en 1997.

La llegada de Heber Revetria a la conducción técnica le cambió la carrera: "Vos tenés un salto bárbaro y una pegada tremenda con ambas piernas, vos tenés que jugar arriba", le dijo el entrenador que había llevado a su hijo Sebastián a Basáñez quien terminó como suplente de Pandiani que así, se convirtió en centrodelantero. 

La clave para pasar a Peñarol estuvo en un amistoso de un miércoles que se jugó en Los Aromos. "A mediados del campeonato me rompí el cuádriceps y dejé de entrenar, pero no paré de jugar. En cuatro partidos hice cuatro goles y justo viene ese amistoso con Peñarol. ¡Cómo no lo iba a jugar! Fui e hice dos goles, pero me terminé de romper. Alfredo Rienzi me atendió en una camilla y Gregorio Pérez me fue a hablar y cuando les conté de mi lesión Gregorio me dijo: 'Si lesionado hiciste dos goles no quiero saber cuántos podés hacer si estás bien'. Y movía la cabeza. Me lo gané". 

Kung fu en práctica contra Flamengo, en 1999

El Rifle tiene grabado uno de los goles que hizo esa tarde: "Salté por arriba del Popi Flores y la metí de cabeza". El salto y el golpeo de cabeza fue uno de los sellos distintivos de su carrera. "Jugué toda la vida al vóleibol. Con mi amigo Alejandro Álvarez íbamos al Euskal Erría a las 5 de la tarde y nos íbamos a las 11 de la noche. Nunca me federé, pero una vez jugamos un torneo de duplas, en piso, contra federados y lo ganamos". 

Hizo goles clásicos memorables, fue campeón uruguayo en 1999 y goleador del Apertura 2000 ya estando vendido a Deportivo La Coruña. En uno de los partidos de ese torneo, ante Villa Española, Julio Gargiulo le metió un planchazo que le provocó una herida en el tobillo que le demandó 25 puntos de sutura. Pero no se perdió ni un juego. 

Ídolo en Riazor

En el Depor fue un león. Ganó dos Supercopas de España y una Copa del Rey. Pero los hinchas lo recuerdan por sus goles importantes. 

"Era el luchador, el de los cabezazos, el diferente, por corazón, metía como un caballo y de cabeza, cuando las papas quemaban, me tiraban el centro al área y yo la metía", recordó. 

Debutó en Liga de Campeones 2000-2001, en el Riazor, contra el Hamburgo, en el primer partido de la Champions en la historia del club. Ganaron 2-1 y el primer gol fue de su autoría al pesar el rebote de un tiro libre de Fran. 

Después remontó un 0-3 contra Paris Saint-Germain con tres goles de cabeza. En la temporada 2003-2004 le anotó a Juventus y a Milan, en otra épica remontada, para triunfos que metieron al equipo en las semis de la Champions. 

Hasta 2021 tuvo el récord de ser el extranjero con más goles en la historia de la Liga de España entrando desde el banco de suplentes, con 26 anotaciones. Un tal Lionel Messi llevó esa marca a 27. 

En una conferencia de prensa declaró que su sueño era tener un camión y días después Iveco, del que hoy es la imagen en Uruguay, le ofreció uno con el que iba a las prácticas. También coleccionó autos clásicos, otra de sus pasiones.  

Fue dos veces goleador de la Copa del Rey y máximo anotador de la Copa UEFA 2006-2007 donde su Espanyol perdió la final con Sevilla. 

En Espanyol fue goleador de la UEFA

Defendiendo los colores de Osasuna se peleó con Cristiano Ronaldo y José Mourinho en un incidente que se tornó muy mediático.  

Encontronazo con Cristiano Ronaldo en 2011

Su pasaje por la Premier
A comienzos de 2005, Deportivo La Coruña cedió a Pandiani a Birmingham que luego le compró el pase. “Tenía todo arreglado con Fiorentina con un contrato de tres años y medio. El club pidió € 6 millones y aceptaron, entonces se les ocurrió pedir € 3 millones más en variables y no se hizo. Quedé muerto, pero al final salió lo de Birmingham. Llevaba un mes sin entrenar, llegué de noche y al otro día, que era día de partido, me citan a entrenar de mañana con Mehdi Nafti y Jermaine Pennant que habían llegado ese mismo período de pases. Todo lo que me tiraba Pennant en esa práctica lo metía. Nafti que jugaba de 5 la lanzaba a la derecha y él me tiraba los centros. Entonces el entrenador me dijo que iba a ser titular. Le dije que no, que era una locura por todo el tiempo que llevaba parado, pero igual me puso y a los 13 minutos metí un gol: Nafti la abrió, Pennant me tiró el centro y gol de cabeza. Después le metí goles a Chelsea y a Liverpool. Fue una gran experiencia”. 

Las fuentes de inspiración

En la recta final de su carrera conoció a los entrenadores que más lo marcaron y de los que replicó ejercicios y modelos de liderazgo para lanzar su propia carrera. Marcelino García Toral, hoy en Athletic Bilbao, lo dirigió en Villarreal: "Pregonaba un buen fútbol, sacar el balón limpio de atrás, y también la personalidad: ser frontal, hablar directamente, no andar con vueltas, yo soy igual". 

En su segundo período en Espanyol (2011-2012) lo tuvo a Mauricio Pochettino y en su último equipo, Lausanne-Sport de Suiza, con el que se consagró campeón del ascenso, fue dirigido por el suizo Fabio Celestini, otro de los entrenadores que destaca. 

Se retiró en Lausane Sport en 2016

También considera una ventaja haberse titulado en la Real Federación Española, con excelentes formadores. Ahí fue compañero de Lionel Scaloni con quien había compartido plantel en el Depor. 

"Quise empezar de abajo mi carrera como entrenador", explicó el Rifle que dirigió en Cataluña a Masnou, Europa y L'Hospitalet. Luego asumió el comando de Lorca y en 2020 se fue a Emiratos Árabes Unidos para dirigir las juveniles de Dibba Al-Hisn donde después de un tiempo de estar a cargo de toda la coordinación del club le encargaron el primer equipo, en la Segunda división. 

El gran desafío de subir a Cerro

El llamado de Cerro lo sedujo por la vidriera que representa el fútbol uruguayo. El año pasado se encontró con un equipo en zona de descenso para la C y debutó en el clásico contra Rampla Juniors, con triunfo 1-0. 

Este domingo, a la hora 10.15, iniciará una nueva temporada debutando contra Villa Española. Su objetivo es claro y conciso: "Salir campeones uruguayos". 

"Estoy muy contento porque la directiva de Cerro no está dejando trabajar. Hicimos los fichajes a conciencia según las necesidades y eso es muy importante. Ahora depende pura exclusivamente de nosotros poder conseguir los resultados", dijo.

En su casa de Solymar mete mano para hacer arreglos

"Hicimos una gran pretemporada, jugamos siete partidos amistosos y el último fue un premio porque enfrentamos al campeón uruguayo, a un todopoderoso como Peñarol y mostramos nuestro juego", expresó a pesar de que perdieron 2-0. 

"Tenemos un torneo apasionante, con un formato nuevo de un campeonato corto que te da la posibilidad de estar metido en playoffs con seis partidos, así que tenemos que ir por todo, pensando en que hay que conseguir eso pero sabiendo que el objetivo principal es salir campeón uruguayo ¡eh! Lo tenemos claro, vamos a ir por eso, nos estamos preparando para eso, a conciencia", vaticinó. 

"Varió mucho la composición del plantel, se fueron 13 futbolistas, subimos a seis futbolistas de la Cuarta, dos de los cuales quedaron integrados al primer equipo: el golero Anthony Hernández que va a arrancar atajando porque Darío Denis se lesionó contra Peñarol, y el Pitu Mauricio Núñez, que tiene un futuro impresionante. Hicimos 12 fichajes de nivel: Maureen Franco, Hamilton Pereira, Mathías Abero, Nicolás González y a lo último sumamos a Tabaré Viudez y Andrés Lamas. En todas las líneas estamos cubiertos y vamos a darle importancia a jugadores que capaz que tuvieran poca participación el año pasado pero que fueron creciendo y mostraron gran nivel al final de temporada y que creemos que este tiene que ser su año. Pongo como ejemplo a Sebastián Cáceres que es uno de los mejores jugadores que tiene el equipo, jugador de la casa que lo voy a poner de capitán conjuntamente con el Gato (José Luis Tancredi), Pablo Lacoste, Maureen Franco y Roberto Brun", explicó. 

"Tenemos una mezcla de veteranía y juventud impresionante. Saben a lo que vinieron al club que vinieron. La veo súper competitiva a la divisional. Este año se va a emparejar bastante por los campos, a nosotros nos beneficiaba jugar en el Charrúa porque jugamos al fútbol y nos beneficiaba bastante tener un campo en buenas condiciones".

"Sabemos que representamos al Club Atlético Cerro donde lo primordial tiene que ser la lucha, la entrega, el trabajo, la constancia. Es la seña e identidad de este equipo pero como lo fue el año pasado también vamos a apostar a otro tipo de fútbol, a proponer juego porque hoy en día con garra y corazón solo no se gana"

"Hay dos o tres clubes que llevan años con la intención de poder llegar al fútbol profesional como son Atenas, Racing y Central Español. Están haciendo las cosas muy bien y ahí dependerá la fortuna que tengamos en esos partidos lo cual depende de un montón de factores. Villa Española y Progreso que descendieron se rearmaron y también van a dar pelea", explicó el Rifle. 

El desafío de Cerro le calzó como anillo al dedo

"En Emiratos estaba viendo los partidos de Segunda de Uruguay y cuando me llamaron para decirme la posibilidad de dirigir a Cerro me puse a analizar sus partidos. Cuando me entrevisté con el presidente (Alfredo Jaureguiverry) creo que se terminó de convencer porque conocía al detalle a todos los jugadores y qué cosas tenía que mejorar el equipo".

Tras el fina de la temporada 2021, Pandiani recibió cinco ofertas para volver al fútbol español. "Elegí quedarme porque me parecía inhumano dejar tirado a Cerro por el esfuerzo que se hizo para armar el plantel y porque muchos jugadores vinieron porque los convencí de venir". 

Su debut fue con Rampla y ganaron 1 a 0 con gol de Mauricio Alfonso. "Mi primera charla fue muy motivacional y en las primeras prácticas quise ir de a poco, pero enseguida me di cuenta que había mucho talento. Entonces, en vez de pedirles que le peguen para arriba les pedimos salir jugando del fondo y el clásico lo ganamos bien. El otro clásico hicimos un primer tiempo increíble. Era para ganarlo 5 a 0, pero nos hicieron un gol de la nada y se nos complicó el ascenso directo porque Danubio nos jugó a empatar". 

Rifle en estado puro. Pasional, capacitado y carismático, aquel gurí que forjó su carácter en las asperezas del Malvín Norte, ahora quiere devolver a Cerro al lugar que le corresponde y demostrar que los grandes desafíos están hechos a su medida. 

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...