El voto de los gallegos en la Argentina, otra clave de la elección

Este año, en cambio, la embajada española en la capital argentina -el mayor enclave de la diáspora gallega en todo el mundo- ha recibido en esta ocasión 7.036 votos de emigrados y sus descendientes.

Un salto más que notable entre los dos procesos autonómicos que viene dado por la eliminación del voto rogado, el trámite implantado en el 2011 con la reforma de la Ley Electoral que obligaba a los residentes en el extranjero a tener que solicitar poder participar en los comicios cada vez que estos eran convocados y cruzar hasta tres envíos postales con la administración electoral española.

Fuentes de la legación española en la capital de Argentina corroboran que unas dos mil personas votaron de manera presencial en las urnas habilitadas en la embajada, y el resto lo hizo por correo a la misma sede representativa del Estado.

Aunque el plazo de envío del voto ya se ha cerrado, las fuentes citadas indican que todavía se están recibiendo sobres, eso sí, solo serán aceptados los que cuenten con matasellos no posterior al día 13 de este mes.

Pese al salto dado en la participación electoral en el punto de mayor de mayor concentración de gallegos fuera de la comunidad, solo significa que el 4,6 % de los 152.912 residentes censados en Buenos Aires han emitido su voto, un porcentaje en todo caso similar al registrado en el mismo punto en las elecciones generales de julio pasado, en las que votó el 4,94 % del censo vinculado a las cuatro provincias gallegas.

Dichos comicios fueron los primeros en los que todos los emigrantes estaban llamados a votar sin necesidad de rogar su participación. En esta ocasión, hay que tener en cuenta que en Latinoamérica viven ahora las vacaciones de verano, con una gran fuga desde la capital hacia otros puntos del país o al extranjero, lo que recortará las posibilidades de participación.

Con todo, el alrededor del 5 % que se estima acabará votando en Buenos Aires hay que contraponerlo al 1,24 % de participación que tuvo el conjunto de la diáspora gallega en todo el mundo en las autonómicas del 2020, el 2,41 del 2016 o el 3,26 % del año 2012, la primera vez esta en la que funcionó el voto rogado.

Antes de esa fecha, la media de participación se situaba por encima del 30 %, generando, eso sí, notables denuncias y sospechas de fraude y manipulación, que de nuevo fueron puestas de manifiesto hace cuatro años, cuando el PP denunció la desaparición y entrega fuera de plazo de las sacas con votos procedentes de Venezuela.

Y si el índice de votantes en Buenos Aires se eleva respecto al 2020, lo mismo pasa en Cuba, el segundo mayor escenario en presencia de electores gallegos, con 45.600, condición adquirida mayoritariamente allí al abrirse la posibilidad de adquirir la nacionalidad con la Ley de Memoria Histórica primero, y ahora con la de Memoria Democrática.

En el caso de la isla caribeña la participación el colegio abierto en La Habana cerró con el voto de un 1,5 % del censo total, casi el doble que en las generales del año pasado, según señala Efe. Algo más de 700 personas se presentaron en la sede consular para depositar sus papeletas entre el 10 y el 15 de febrero.

Mayor participación, cercana al 6 % se habría consignado en el consulado de Montevideo, según señala el portal España Exterior. En el consulado de la capital uruguaya se recibieron unos 2.200 votos, cuando las actas de hace cuatro años reflejan la certificación de solo 446 sobres.

En las pasadas generales también votaron 2.496 gallegos en Montevideo, lo que, como en el caso de Buenos Aires, denota que la activación electoral se circunscribe al grupo con vínculos vivos con Galicia, o al menos a las sociedades gallegas y españolas del país. De hecho, en Ginebra se confía en que se llegue a un 18 % de participación, como en Caracas se considera que ronde el 7 %.