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Exrecluso sacudió un debate con Bonomi y directores de cárceles
Dijo que las prisiones son "campos de concentración con visitas" y las autoridades reaccionaron
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02 de noviembre de 2016 a las 05:00
Luego de 21 años en prisión, Favio Montes de Oca salió de la cárcel dispuesto a comerse la cancha. En el primer debate sobre "Seguridad y convivencia ciudadana" se plantó ante quienes pedían mano dura y les respondió que las rejas no son la solución. Ayer, en la cuarta y última sesión del debate sobre seguridad, volvió a tomar el micrófono para disparar su verdad. "Las cárceles son campos de concentración pero con visita. Te meten para adentro y arreglate como puedas". Sus palabras sacudieron el debate y provocaron la respuesta de varios directores de cárceles y del ministro del Interior, Eduardo Bonomi.
"Las cárceles no son lugares para las personas; salimos peor de ahí adentro", comentó el exrecluso, que pasó 19 años entre el Penal de Libertad y el Comcar, y conoció el lado luminoso del sistema en los últimos dos años de su pena, en Punta de Rieles. "En el Comcar y el Penal de Libertad primero es la represión y después se te habla. En Punta de Rieles, el policía primero te habla y después busca una solución (...) En el Comcar y el Penal es encierro, encierro y encierro. Tenés patio cada 15 días media hora cuando tenés posibilidad", ejemplificó ante un centenar de personas que colmaron la sala.
A los pocos minutos, se paró Gonzalo Larrosa, director del Comcar, para defender lo suyo y destacar que dentro de esa cárcel, en la que hay más de 3.000 presos, conviven diferentes realidades. "Hay muchísima gente trabajando por los privados de libertad y es mi obligación como director decirlo. En el Comcar también tenemos Punta de Rieles y Punta de Rieles también se nutre de gente del Comcar", destacó Larrosa.
Mientras que el Polo Industrial del Comcar reúne a reclusos que trabajan, el módulo 8 tiene una tasa de homicidios altísima. "Tenemos lugares con situaciones muy jodidas como el módulo 8, el 10 y el 11", asumió Larrosa.
La posta fue tomada por el director del Penal de Libertad, William Ávila, que reconoció que la mayoría de los presos que están allí recluídos ven "rotos absolutamente todos sus sueños y todas sus esperanzas". Ávila se comprometió a "cambiar el color de la tinta con que se ha venido escribiendo la historia del Penal de Libertad, que es el color rojo, el color de sangre".
"Hay un 90% de la unidad que quiere hacer las cosas y vamos a influenciar a ese otro 10% que no quiere, que todavía no tiene la oportunidad o que no cree en el sistema", expresó.
Bonomi había dicho a El Observador, tras la primera mesa de debate, que el ministerio comenzará a planificar la clausura del Penal de Libertad entre junio y noviembre del año que viene, cuando se inaugure la nueva cárcel de Punta de Rieles en acuerdo Público-Privado para 2.000 personas.
"Montes de Oca (el recluso que recuperó la libertad) manifestó una verdad cuando refirió que los policías de Punta Rieles son distintos a los del resto del sistema, porque los que allí están tienen formación previa, muy distinta a la del resto de los funcionarios que trabajan en el sistema penitenciario", dijo el ministro. "Dice verdad quien elogia Punta Rieles, así como también dice verdad el director del Comcar cuando dice que dentro de su establecimiento hay muchos Punta de Rieles", agregó. Bonomi quedó conforme con el debate generado en las cuatro mesas y propuso darle continuidad al intercambio.
La jerarca advirtió que "es muy difícil" que los liberados "consigan trabajo, donde dormir, comer". Montes de Oca consolidó esa visión. "Estoy sobreviviendo. He presentado currículum pero no hay trabajo", dijo el exrecluso, quien dio testimonio de la distancia entre la teoría y la realidad. "No sé ni dónde queda el apoyo al liberado", retrucó tras la exposición de la directora de Dinali.
Al finalizar el debate, Montes de Oca le pidió a un policía que le tome una fotografía junto a Bonomi. "Entre los dos, sumamos 34 años tras las rejas", comentó luego el liberado.
"Las cárceles no son lugares para las personas; salimos peor de ahí adentro", comentó el exrecluso, que pasó 19 años entre el Penal de Libertad y el Comcar, y conoció el lado luminoso del sistema en los últimos dos años de su pena, en Punta de Rieles. "En el Comcar y el Penal de Libertad primero es la represión y después se te habla. En Punta de Rieles, el policía primero te habla y después busca una solución (...) En el Comcar y el Penal es encierro, encierro y encierro. Tenés patio cada 15 días media hora cuando tenés posibilidad", ejemplificó ante un centenar de personas que colmaron la sala.
A los pocos minutos, se paró Gonzalo Larrosa, director del Comcar, para defender lo suyo y destacar que dentro de esa cárcel, en la que hay más de 3.000 presos, conviven diferentes realidades. "Hay muchísima gente trabajando por los privados de libertad y es mi obligación como director decirlo. En el Comcar también tenemos Punta de Rieles y Punta de Rieles también se nutre de gente del Comcar", destacó Larrosa.
Mientras que el Polo Industrial del Comcar reúne a reclusos que trabajan, el módulo 8 tiene una tasa de homicidios altísima. "Tenemos lugares con situaciones muy jodidas como el módulo 8, el 10 y el 11", asumió Larrosa.
La posta fue tomada por el director del Penal de Libertad, William Ávila, que reconoció que la mayoría de los presos que están allí recluídos ven "rotos absolutamente todos sus sueños y todas sus esperanzas". Ávila se comprometió a "cambiar el color de la tinta con que se ha venido escribiendo la historia del Penal de Libertad, que es el color rojo, el color de sangre".
"Hay un 90% de la unidad que quiere hacer las cosas y vamos a influenciar a ese otro 10% que no quiere, que todavía no tiene la oportunidad o que no cree en el sistema", expresó.
Bonomi había dicho a El Observador, tras la primera mesa de debate, que el ministerio comenzará a planificar la clausura del Penal de Libertad entre junio y noviembre del año que viene, cuando se inaugure la nueva cárcel de Punta de Rieles en acuerdo Público-Privado para 2.000 personas.
La verdad compartida
Luego de que los directores de las dos penales más grande del país le respondieran al exrecluso, llegó el turno de otros directores de cárceles, entre ellos, Luis Parodi, de Punta de Rieles, y finalmente, cerró el ciclo de debate sobre "Seguridad y convivencia ciudadana", en el marco del "Diálogo social. Uruguay hacia el futuro", el ministro."Montes de Oca (el recluso que recuperó la libertad) manifestó una verdad cuando refirió que los policías de Punta Rieles son distintos a los del resto del sistema, porque los que allí están tienen formación previa, muy distinta a la del resto de los funcionarios que trabajan en el sistema penitenciario", dijo el ministro. "Dice verdad quien elogia Punta Rieles, así como también dice verdad el director del Comcar cuando dice que dentro de su establecimiento hay muchos Punta de Rieles", agregó. Bonomi quedó conforme con el debate generado en las cuatro mesas y propuso darle continuidad al intercambio.
Una posada para liberados
Este tipo de encuentros permiten revelar cuánto choca la teoría o el papel con la realidad. La directora de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (Dinali), Inés Bausero, informó p que "cerca del 50% de las personas que están en situación de calle son expresos" y anunció que "se está terminando una posada de paso para 60 varones y seis mujeres" que estuvieron en cárceles.La jerarca advirtió que "es muy difícil" que los liberados "consigan trabajo, donde dormir, comer". Montes de Oca consolidó esa visión. "Estoy sobreviviendo. He presentado currículum pero no hay trabajo", dijo el exrecluso, quien dio testimonio de la distancia entre la teoría y la realidad. "No sé ni dónde queda el apoyo al liberado", retrucó tras la exposición de la directora de Dinali.
Al finalizar el debate, Montes de Oca le pidió a un policía que le tome una fotografía junto a Bonomi. "Entre los dos, sumamos 34 años tras las rejas", comentó luego el liberado.
