Frente Amplio llega a las departamentales con sus figuras mirando a 2024

Desde aquel 24 de noviembre con Martínez golpeándose el pecho por la votación de la segunda vuelta que igual no alcanzó, los rostros de la renovación en el Frente Amplio –Yamandú Orsi, Carolina Cosse, Mario Bergara y Óscar Andrade, además del excandidato– siguieron moviendo las piezas de un ajedrez que tiene como horizonte las próximas elecciones nacionales. 

De Canelones a Montevideo

Pasados pocos meses, Orsi es, por el momento, quien quedó mejor posicionado en esa carrera. El intendente de Canelones resistió las tentaciones para ser candidato presidencial en 2019, se mantuvo al margen de la campaña hasta la segunda vuelta y tras la derrota asumió un perfil apaciguador que le dejó buenas migas con los distintos bloques de la coalición

El dirigente del MPP, el único de los eventuales aspirantes a la Presidencia que se mostró a favor de que Martínez compitiera por la IMM, empezó a recoger los frutos en las últimas semanas: primero el astorismo, que cinco años atrás disputó su candidatura, oficializó el respaldo a su reelección en Canelones; este jueves, por su parte, el empresario Yamandú Costa se bajó de la carrera debido a la falta de apoyos sectoriales, con lo que el actual jefe comunal será en mayo candidato único del FA en su departamento. 

Distinta es la situación en Montevideo. Pese a la vecindad, el consenso de las tierras canarias contrasta en todo sentido con la disputa de poder en la capital, que envuelve a la izquierda en una competencia que amenaza la tan mentada unidad, y que tiene a la carrera hacia 2024 como un elemento clave. De ahí que los principales interesados en postularse a las próximas presidenciales  estuvieran en el centro de las negociaciones departamentales. 

Martínez fue el primero en quedar fuera de la carrera para mayo. El exintendente, que en principio no tenía en sus planes afrontar una nueva campaña tras perder en noviembre, empezó a cambiar de opinión cuando un grupo de allegados le hizo ver que irse para su casa podría significar el fin de su carrera política, contaron a El Observador fuentes del FA.

Sus esfuerzos fueron fugaces. En seguida encontró palos en la rueda hasta en su propio partido y resolvió alejarse para evitar nuevos dolores de cabeza. En el entorno de Martínez están convencidos de que no fue solo el Partido Socialista el que evitó su vuelta al ruedo. Dos competidores suyos en la interna, los senadores electos Óscar Andrade y Mario Bergara, expresaron cada uno a su modo resistencias a una eventual candidatura del ingeniero socialista. 

El sindicalista y dirigente comunista opinó que no era “la mejor señal política, ni para el FA ni para él”. Bergara, en tanto, reclamó que los aspirantes a intendente se comprometieran a estar los cinco años en el cargo, una alusión que en el entorno de Martínez no cayó bien ya que la interpretaron como una crítica hacia el exintendente.

Así, sobre fin de año, Bergara se dedicó a tejer la candidatura de Álvaro Villar, neurocirujano director del Hospital Maciel, sin identificación sectorial pero con una historia familiar ligada al origen del Frente Amplio, que tuvo a su padre Hugo como primer candidato a la Intendencia de Montevideo en 1971. Villar fue impulsado en alianza con el MPP (tanto el diputado Alejandro Sánchez como el expresidente José Mujica jugaron un rol importante), que oficializará su respaldo al médico antes del Plenario Departamental del 24 de enero.

El acercamiento de Bergara al MPP no cayó bien en otros sectores del ala socialdemócrata del Frente Amplio, que entienden que la presencia de Villar y Cosse no respeta los “equilibrios” de la coalición, y que tampoco representan la actual gestión de la capital, administrada hasta comienzos de 2019 por Martínez. 

Contrario a esa visión predominante en las agrupaciones más moderadas del FA, el exprecandidato presidencial apunta a consolidar un liderazgo que no se limite a esa corriente y que pueda concitar apoyos más amplios. Por eso retrucó con críticas a la “visión chacrista” que según él impera en ciertas esferas del actual oficialismo. Lo hizo mientras los grupos del sublema Progresistas –compuesto por moderados del FA– debatían si apoyar a Villar como impulsa el economista, al director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García o al subsecretario de Economía, Pablo Ferreri.

Cruces entre PCU y MPP

Luego de la interna de junio, que los separó por menos de 7 mil votos, Andrade y Cosse unieron fuerzas y entablaron una alianza que los llevó a ambos al Senado, y que se reeditará en mayo con la candidatura de la exministra de Industria. En el PCU hay quienes entienden que, en caso de ganar, lo mejor sería que Cosse estuviera los cinco años en el gobierno de Montevideo y que Andrade disputara la presidencia, aunque saben que una buena gestión en la comuna puede ser trampolín para que la exministra se postule en 2024.

Pero por otra parte, la dupla que llevó al Partido Comunista a duplicar su votación de 2014, también acentuó las tensiones con el MPP, que ya había  exhibido dudas a la hora de apoyar a Cosse en la interna y que le terminó de soltar la mano luego del pacto con Andrade. En el mujiquismo miran con cautela ambos liderazgos al tiempo que vislumbran el crecimiento de Orsi. Mientras que intentarán impedir el desembarco de Cosse en el sillón municipal a través de la candidatura de Villar, también buscarán atenuar el ascenso del sindicalista, a quien Mujica le achaca un extremo nivel de confrontación. 

El receso veraniego mostró a todas luces las diferencias entre ambos, cuando el expresidente declaró al semanario Voces que Andrade se pasaba de “obrerirsmo un poco ordinario” y lo definió como un “agitador” que estuvo “medio pasado de rosca”. El senador electo por el PCU le echó en cara hasta su visita al general Miguel Dalmao. Cuando Mujica pidió disculpas por sus dichos, no se olvidó de Andrade. “Me reprochan muchachos que no estuvieron una hora detenidos”, señaló.

Socialistas se encaminan a apoyar a Cosse antes que el PCU

La Departamental del Partido Socialista en Montevideo se reunió anoche para definir su respaldo rumbo a las elecciones de mayo, con la corriente mayoritaria decidida a apoyar a Carolina Cosse, exministra de Industria y senadora electa tras su alianza con comunistas. 

La discusión se llevó a cabo en un contexto de suma tensión en la interna socialista, luego de que un grupo partidario –integrado por dirigentes de las dos corrientes– le comunicara a Daniel Martínez que su candidatura a  intendente era “inconveniente”. Al igual que la dirección nacional, la departamental de Montevideo cuenta con mayoría “ortodoxa”, corriente que lidera el secretario general y diputado Gonzalo Civila. 

Cosse, que ya ha mantenido reuniones con el Partido Socialista, todavía no recibió el respaldo de ningún sector y el PCU prefiere esperar a que su nombre esté arriba de la mesa y no ser el grupo que tenga la iniciativa, contaron a El Observador fuentes políticas. Al cierre de esta edición continuaba la discusión. Mientras que los “ortodoxos” se inclinan por apoyar a Cosse, la corriente minoritaria tenía resuelto oponerse a esa resolución y manejaba retirarse de la sesión, según fuentes socialistas.