Gobierno salteó a Butantan para adelantar llegada de vacuna china en medio de “batalla comercial”

Amparado en el argumento de que hablar de más perjudicaría la llegada de las ansiadas vacunas, el gobierno mantiene bajo el más estricto hermetismo los detalles de la negociación por las vacunas contra el covid-19. Y con escasa información disponible, la semana posterior al anuncio del presidente Luis Lacalle Pou respecto a un acuerdo con los laboratorios Pfizer y Sinovac ya estuvo cargada de incertidumbre y de versiones encontradas.

Las principales interrogantes en los últimos días estuvieron fijadas en torno a la llegada de la vacuna china, en el marco de lo que el gobierno califica como una “batalla comercial” por la representación del laboratorio Sinovac y la distribución de sus dosis.

La trama de suspenso incluyó al Instituto Butantan –intermediario de Sinovac en la región– advirtiendo que no tenía ningún acuerdo firmado con Uruguay, luego al presidente Lacalle Pou aclarando que todos los papeles estaban en orden, y finalmente al laboratorio chino informando haber constatado que hubo compañías que se hicieron pasar por representantes autorizados a través de documentos apócrifos. 

Aunque Sinovac alertó que ciertas empresas e individuos “falsificaron y utilizaron ilegalmente documentos de autorización” de dos de sus subsidiarias (Sinovac Beijing y Sinovac Life Science) para hacer pasar como que tenían la autorización para vender los productos del laboratorio fuera de China, desde el Poder Ejecutivo insistieron este viernes que Uruguay cuenta con el “apoyo” de Sinovac y que se mantiene la perspectiva de recibir las primeras 200 mil dosis en marzo.

Colados

En diciembre, cuando pisaron el acelerador de las negociaciones, las autoridades intercambiaron mails con representantes del Instituto Butantan, pero al advertir que los brasileños recién podían entregar dosis a partir de mayo, decidieron saltearse a este prestigioso centro de investigaciones y obtener el respaldo de la casa matriz en China para una negociación por fuera que permitiera al país hacerse de vacunas en marzo, según confirmó El Observador con fuentes de la Cancillería. 

En una conferencia de prensa realizada el miércoles, Lacalle Pou aseguró que Uruguay hizo un “acuerdo” con un “representante autorizado” de Sinovac. “Tengo acá los documentos de Álvaro Delgado que confirman la representación de la vacuna en esa empresa con la cual negociamos, que confirma la prefactura para que paguemos las vacunas”, expresó.

El presidente mencionó que en las videoconferencias realizadas las últimas semanas habían participado representantes de Sinovac y de la empresa intermediaria. “No vamos a ingresar en una batalla comercial por representación. Lo que tenemos escrito dice que tal empresa tiene la autorización de tal laboratorio para venderle a Uruguay, explícitamente”, sentenció.

Fuentes de Presidencia aseguraron a El Observador que el gobierno no develará el nombre del intermediario porque forma parte del acuerdo de confidencialidad firmado.

En su comunicado oficial, en el que no hace ninguna referencia que remita específicamente a Uruguay, Sinovac señala que ni la empresa madre ni ninguna de sus subsidiarias “han firmado nunca” una autorización alguna para autorizar a empresas o individuos “dentro de China” a distribuir la Coronavac “fuera” del país. 

Lo que no descarta el comunicado es la posibilidad de negociaciones directas con el laboratorio chino –o su subsidiaria Sinovac Life Science, desarrollador, fabricante y distribuidor de la vacuna– así como con intermediarios que no estén dentro de China.

El director de Butantan, Dimas Covas, que días atrás había dicho a No Toquen Nada que el instituto brasilero solo tenía un “preacuerdo” con el gobierno liderado por Lacalle Pou, dijo este viernes que Uruguay “consiguió una interlocución directa con Sinovac para el proporcionamiento inmediato” de la vacuna. En una conferencia de prensa en San Pablo –y ante una pregunta de El País– Covas manifestó que Butantan espera la “liberación de 500 mil dosis” para distribuir en América Latina, pero “excluyendo a Uruguay y Colombia, que “están negociando directamente con Sinovac”.

Mientras puertas adentro la oposición sembró desconfianza hacia el rumbo de las negociaciones, el gobierno –amordazado por el deseo de no dar pasos en falso– pidió hacer un acto de fe y confiar en que las vacunas llegarán en tiempo y forma, tal como fue anunciado.