Leonardo Carreño

Historias de mujeres políticas en un partido con cara de hombre

Dirigentas nacionalistas participaron de un evento en el que contaron cómo prosperar en esa colectividad se les hizo cuesta arriba

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02 de mayo de 2019 a las 05:03

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Casi 183 años después de su fundación, las sesiones del Directorio del Partido Nacional comenzaron a estar presididas por una mujer. La presidenta Beatriz Argimón asumió en 2018 y puso fin a una historia que comenzó con Manuel Oribe.

“Se acabó el lamento, el siglo XXI nos tiene como protagonistas. No puede haber partido que no tenga a las mujeres como protagonistas. El poder no tiene cara de hombre solamente. El poder debe tener cara de mujer y hombre”, dijo este lunes Argimón en una conferencia organizada por Pablo Bartol, integrante de los equipos técnicos de Luis Lacalle Pou, junto con el resto de quienes integran el área social del Todos.

La sede del precandidato y líder del sector Todos se llenó de mujeres que se acercaron a escuchar la historia de tres dirigentes que rompieron “el techo de cristal” para poder encontrar su lugar dentro del partido. Los asistentes varones apenas se contaban con los dedos de las dos manos.

Cecilia Sena –coordinadora de la Fundación Wilson Ferrreira–, la diputada nacionalista Gloria Rodríguez y Luisa Rodríguez, directora de Cultura de Treinta y Tres, mencionaron más de una vez cómo tuvieron que “dejar de pedir permiso” para ingresar al mundo político. Si se quedaban calladas, las apartaban.

Sus testimonios tuvieron como preámbulo una charla de la abogada socia de CPA Ferrere Verónica Raffo, quien suele dar conferencias enfocadas en las desigualdades de oportunidades entre hombres y mujeres, principalmente en lo empresarial. Para este lunes, Bartol le pidió que se centrara en la política y remarcó su defensa de la cuota de género para el armado de listas, si bien destacó que en los hechos no se cumple con el objetivo de que más mujeres accedan a lugares de poder.

“Tenía dudas sobre la validez,  pero hoy soy una defensora de las cuotas. Las propias mujeres tenemos como una reticencia. Eso de pensar ‘que me elijan por lo que valgo’. La realidad es que al poder llegan los buenos y los más o menos buenos. Nosotras queremos llegar solo si somos ‘súper Marías’  cuando termina llegando cualquier ‘Juancito’", dijo y provocó una risa unánime y muy femenina.

Para Raffo, la dificultad mayor de las mujeres para meterse en la política es que “los ámbitos de poder son muy masculinos”. “Siempre todo es tarde y con alcohol mediante. Por eso gran parte pasa por buscar una manera de renovación y la ciudadanía quiere una renovación. Hay que innovar, ser ejecutivo, hablarlo con los dirigentes y convencerlos. Vamos a tener a toda la camada de dirigentes de más de 50 años para los que este problema no es visible. Y por eso en política es clave aliarse con los hombres jóvenes”, recomendó a las asistentes.

Natalia Gold

Bartol le pidió que diera la conferencia y organizó el evento luego de haber asistido a otro en el que Raffo era la única mujer. Al experto en políticas sociales le llamó tanto la atención ver solo varones que le pidió a Raffo destacar ese tema en una charla que en un principio iba a ser organizada por el Partido Nacional como institución, pero que finalmente se terminó realizando en la sede de Lacalle Pou.

Pese a que el tic blanco y el slogan “un gobierno para evolucionar” rodeaban a las disertantes, no todas las participantes eran del sector Todos. Sena, por ejemplo, milita “desde niña” en Alianza Nacional, sector de Jorge Larrañaga.

Si bien las tres trabajan para el partido desde diferentes lugares, en sus testimonios se repetía el esfuerzo extra que tuvieron que hacer para ingresar al mundo político por el solo hecho de ser mujeres.  “¿Verdad que a las mujeres siempre las mandan ensobrar?”, preguntó Raffo antes de darle la palabra al panel que formaban las tres, y el auditorio asintió con la cabeza.

“El edificio de cristal”

Natalia Gold

Mujer, del interior y negra. La diputada Gloria Rodríguez no cree que en su caso se haya topado con un “techo de cristal” sino con un “edificio”. “Pase por todo lo imaginable y lo inimaginable. Me metí en un ámbito de varones blancos, en el que cuando alguna mujer llegaba, era blanca”, contó en la conferencia.  

Rodríguez debutó como diputada en esta legislatura y se define “hija de la cuota”. “Yo estoy por la cuota y eso implica que soy una legisladora a prueba. Porque mientras a los varones no se les pide nada, a nosotras todo”, afirmó.

Tanto Rodríguez como las demás panelistas cuestionaron que quienes arman las listas tomando en cuenta la cuota de género, obligatoria desde las elecciones pasadas, “ponen a las mujeres en tercer lugar” pese a que pueden ir en el primer o segundo puesto.

La dirigente que quedó afuera

Natalia Gold

Cecilia Sena milita con Jorge Larrañaga “desde niña”. En su adolescencia tuvo un impasse y retomó la militancia cuando pasó de adolescente a joven. Sena reconoció en la charla que generacionalmente no le tocó tanta lucha “porque otras mujeres ya habían derribado barreras”. “Me tocó un partido que empezaba a mirar un poco más alto. Parecía como que las mujeres importaban, pero eso derivó en una contradicción porque ¿para qué importan? ¿Para la foto o en la participación real? Ahí es donde tenemos el desafío como partido. Tenemos que ser importantes en la participación real”, dijo.

Pese a que varias barreras habían sido derribadas, Sena se topó con una que quiso recordar especialmente cuando tuvo el micrófono en la mano: la de la ignorancia. Durante las elecciones pasadas vivía en Montevideo, tenía a su trabajo y su pareja en la capital pero eso no le impedía irse una vez por semana, por lo menos, a militar a Paysandú. Ayudó a abrir comités, a hacer y colgar carteles, organizar actos. Y finalmente llegó el momento de tener la lista de la agrupación en la que militaba en sus manos. Sin embargo, al buscar su nombre no lo encontró. “El señor que tenía que definir los lugares, definió que lo mejor era que estuviera la esposa porque le daba más garantías”, contó.

Finalmente, para las elecciones departamentales decidió anunciar que iba a integrar una lista y logró estar. “No hay que pedir permiso, hay que solo avisar. No hay que esperar más”, remató.

La candidata mujer de Treinta y Tres

Natalia Gold

Luisa Rodríguez comenzó a trabajar a los 29 años como directora de Deportes en Treinta y Tres, un departamento en el que ver a una mujer en un cargo directivo era raro. Rodríguez hizo su trabajo batallando contra el machismo y en 2015 el intendente Dardo Sánchez la nombró directora de Cultura, cargo que ocupa actualmente.

Las luchas de Rodríguez en la intendencia la llevaron a dar un paso más y querer romper otra barrera. Para la contienda electoral de las departamentales, Treinta y Tres tendrá una candidata mujer que quiere ocupar el sillón de intendente en el que solo se sentaron hombres. “No sé si decir que ha generado malestar, pero no mucha alegría”, contó sobre su decisión.

Rodríguez indicó que no quiso “esperar por nadie” y se lanzó con su propia lista, sin estar afiliada a ningún sector ni en lo nacional ni en lo departamental. “Soy joven, mujer y no tengo plata. Llevo gastados desde diciembre algo así como US$ 2000 que los financio con mi sueldo. Por ahora no hemos recibido beneficios de nadie", dijo.

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