El director de Recursos Financieros de la intendencia, Juan Voelker, explicó en la conferencia que en el último año la comuna "incrementó en forma muy significativa" los egresos destinados al subsidio de boletos "más allá de lo que eran sus posibilidades".
Entre 2012 y 2014 la intendencia destinó $550 millones anuales al subsidio pero entre 2015 y 2016 esa cifra ascendió a $690 millones, por lo que el incremento fue del 25%. Esto, sumado a la baja del 7% en la venta del boleto en los últimos tres años, hicieron que la intendencia no tuviera otra opción que aumentar el precio para "mantener los equilibrios presupuestales", sostuvo Voelker.
"La verdad es que no podemos comprometer mas allá de esas cifras el presupuesto de la intendencia", agregó.
Por su parte, Inthamoussu reconoció que mantener el precio del boleto "hubiera sido la intención de todos" pero que "a veces el mundo de los números y el mundo de la economía lamentablemente" no lo permite.
Consultado sobre si este nuevo aumento podría incrementar la caída en la venta de boletos, el director de Movilidad admitió que "ese es un razonamiento que evidentemente" se hace, pero la prioridad sigue siendo "cuidar los equilibrios tanto de las empresas como los presupuestales de la intendencia".
"Acá no hay ninguna fórmula mágica, ningún conejo para sacar de la galera. Los números a veces son los que mandan y en este caso le podemos asegurar a todos que se está haciendo el mayor esfuerzo posible", expresó.
Asimismo, Inthamoussu dijo que se buscaron "todas las formulas posibles" para evitar el aumento del precio para el pago con STM pero "no apareció ninguna solución para mantener ese criterio". De igual modo, no descartó que a futuro "se pueda de alguna forma buscar otro mecanismo de beneficio y de incentivo para el uso de la tarjeta".