Intersocial, paro general y referéndum: el menú del PIT-CNT para la ley urgente

Si bien la denominada LUC estaba dentro del orden del día, gran parte de la discusión en la Mesa Representativa tuvo que ver con la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, el próximo 1° de mayo, para lo que se resolvió sustituir cuatro actos de no más de 100 personas por una caravana de autos y motos. 

La mesa llevaba varias horas cuando se pasó al análisis de la Ley de Urgente Consideración, por lo que los sindicatos resolvieron votar un cuarto intermedio y dejar para la primera semana de mayo la definición de una estrategia para intentar que algunos artículos de la ley no se voten tal como están o directamente se eliminen. 

Esa estrategia de combate, además, deberá ser discutida en el medio de una emergencia sanitaria que limita la capacidad de movilización de los sindicatos. Tal como lo resumieron varios dirigentes consultados por El Observador, de haberse dado en circunstancias normales la Ley de Urgente Consideración habría ingresado este jueves al Parlamento en medio de una movilización en los alrededores del Parlamento y hasta un paro general o parcial. 

Si bien esa medida no se aplicó hoy, está sobre la mesa convocar a un paro general en algún momento dentro del plazo de 90 días que tiene la ley para ser aprobada. Algunos sindicatos sostienen que lo mejor es convocar el paro una vez que la ley tenga media sanción, aunque las medidas concretas todavía no fueron discutidas. 

En la Mesa Representativa de este jueves, además de entrar en un cuarto intermedio, se definió la creación de una comisión política para discutir las estrategias de combate y también convocar a la Intersocial, un espacio en el que además del PIT-CNT están los movimientos estudiantiles, feministas, de vivienda y de jubilados. 

La última vez que se convocó esa Intersocial fue para definir el caceroleo y apagón masivo del pasado 25 de marzo, como forma de protestar contra las medidas "insuficientes" del gobierno de Luis Lacalle Pou para mitigar el impacto económico de la emergencia sanitaria. 

Si bien falta que el Parlamento discuta la ley, al final del camino se vislumbra la posibilidad de convocar a una consulta popular, específicamente un referéndum, para derogar algunas partes del extenso articulado. 

La idea también se maneja en filas frenteamplistas, por lo que no se descarta que a la hora de juntar firmas para esa consulta popular se coordinen las acciones con el Frente Amplio, aunque siempre desde la Intersocial y no exclusivamente desde el PIT-CNT, ya que algunos sindicatos ven esta acción como perjudicial en términos de la "independencia sindical". 

Cuando el gobierno anunció que la Ley de Urgente Consideración ingresaría al Parlamento, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, y el del Frente Amplio, Javier Miranda, mantuvieron una reunión para discutir el tema. En ese encuentro se manejó la posibilidad de coordinar acciones, con el objetivo final de convocar a una consulta popular. 

Todo eso está en el menú de opciones que tiene la central sindical para combatir la ley, pero ninguna fue puesta a discusión de la Mesa Representativa ni de la Intersocial. 

Como sucedió con la conmemoración del 1° de mayo, la central sindical también discute la pertinencia de convocar a movilizaciones (con los cuidados sanitarios correspondientes) para manifestar su oposición ante el proyecto. 

"No es un escenario normal, es absolutamente atípico. Que el gobierno tiene legítimo derecho, democrático, en presentar iniciativas legislativas, por supuesto. Pero creo que debería haber un pacto de razonabilidad compartida (...) El gobierno debería recapacitar, que no significa renunciar a nada. Así como el movimiento sindical no va a hacer los actos (del 1° de mayo), es una cuestión de intercambiar gestos", resumió el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), Sergio Sommaruga. 

El dirigente señaló que el movimiento sindical tiene "coartada" su capacidad de movilización, por lo que debe apelar a una "estrategia multifocal" con mucha "creatividad". 

Otros sindicatos también plantean la contradicción de que el gobierno ordene retomar las actividades en varios sectores pero a la vez condene las movilizaciones. Esa discusión sobre cómo pararse ante esa "condena" cuando se anuncian movilizaciones también estuvo en cuestión para el 1° de mayo. 

El dirigente de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom), Álvaro Soto, representante del gremio en la mesa del jueves, no se puede caer en una "estigmatización" de las movilizaciones por el "riesgo sanitario". 

"No puede haber aglomeraciones para manifestarse pero puede haber sí una política de normalización de las actividades productivas, que no todas son esenciales. De hecho, hay supermercados con 400 personas concentradas entre trabajadores, así como una obra o un frigorífico", señaló Soto.

En la misma línea se expresó el presidente de la Federación de Trabajadores de Ancap (Fancap), Gerardo Rodríguez, quien dijo que en esta "nueva normalidad" hay un "rechazo social" que se fomenta. "No nos podemos juntar para manifestar pero para trabajar no hay condena social", apuntó y agregó que "se busca desacreditar todo lo que haga el movimiento sindical". 

Pereira en el Parlamento