El narcotráfico es desde hace años un dolor de cabeza para las autoridades uruguayas, que han implementado diferentes soluciones con el objetivo de combatirlo aunque los resultados son motivo de controversia política ya que oficialismo y oposición no se ponen de acuerdo acerca de cuál es la mejor estrategia.
Por primera vez en la historia, en 2021 más de la mitad de las investigaciones que realizó la policía estuvieron relacionadas con estos delitos, de acuerdo con datos del Ministerio del Interior incluidos en la Evaluación Nacional de Riesgos de Lavado de Activos publicada recientemente.
El incremento viene dándose de forma paulatina año a año y significó que en los últimos cinco se duplique la cantidad de investigaciones iniciadas.
En 2017 la policía inició 1.349 investigaciones mientras que en 2021 la cantidad ascendió a 2.999. En 2018 fueron 1.597, en 2019 se iniciaron 1.959 y en 2020 fueron 5.593. Desde el Ministerio del Interior dijeron que a la brevedad se conocerán los datos cerrados del 2022.
En el informe en que incluyó los datos, el asesor contratado por el gobierno Alejandro Montesdeoca advirtió acerca de los problemas que genera el narcotráfico en el país.
El especialista dijo en una entrevista con El Observador que es “claro que hay una problemática” porque Uruguay “es el puerto de salida de la hidrovía junto con Buenos Aires y otros puertos intermedios”.
A su entender, las organizaciones delictivas de la región se han "fortalecido" y su operativa se ha trasladado más hacia el sur a partir de la implementación de mayores controles en la triple frontera de Argentina, Brasil y Paraguay.
“Uruguay ya no es solo un país de tránsito de drogas, sino que se ha podido constatar, por un lado, la producción nacional de drogas sintéticas y, por el otro, un aumento en el consumo de drogas a nivel local, tales como la cocaína y metanfetaminas”, señaló.
Ministerio de Defensa
Incautaciones de drogas vienen subiendo año a año
El especialista consideró que actualmente los circuitos de acopio y exportación de drogas se encuentran “diferenciados de los dedicados a la distribución para el consumo interno” y están en manos de grupos pequeños, de naturaleza familiar o barrial aunque “existe un vínculo entre los grupos locales que se dedican al mercado interno con los grupos regionales que movilizan la droga en tránsito”.
Uno de los casos que funciona como ejemplo es el de Sebastián Marset, el narcotraficante uruguayo que ha movido millones de dólares de cocaína hacia Europa y África pero también se ha vinculado con organizaciones uruguayas para abastecer el mercado interno.
Cierre de bocas
Desde la policía se señala, en tanto, que el incremento en las investigaciones obedece a una modificación en la estrategia a partir de la decisión política de atacar las bocas.
En su última memoria anual, el Ministerio del Interior señaló que se fortaleció el “combate al tráfico ilícito de drogas en todas sus manifestaciones” y se “incentivó” el combate al microtráfico. “Fueron reforzadas las brigadas departamentales, los recursos de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas y se crearon las brigadas departamentales de las Jefaturas de Montevideo y Canelones”.
En 2022, la policía realizó 1.652 allanamientos en sitios investigados por tráfico de drogas, se desarticularon 1.018 bocas y 1.527 personas fueron condenadas.
Pocos procesados por lavado
Montesdeoca destacó el incremento de las investigaciones aunque alertó por los pocos procesamientos por lavado de activos, la parte final de la cadena del narcotráfico.
Los datos del Poder Judicial indican que en 2017 hubo un imputado y cinco condenados por lavado de activos, mientras que en 2021 fueron siete y cuatro. En el último quinquenio, el récord se registró en 2019, cuando 11 personas fueron imputadas y otras 11 resultaron condenadas.
Donde se registra un incremento es en los imputados y condenados por “asistencia” al lavado de activos. En 2017 fueron 36 las personas imputadas y 34 las condenadas mientras que en 2021 la cantidad ascendió a 332 imputados y 252 condenados.
“Es evidente que la existencia de tan pocos casos y por valores tan pequeños no es concordante con el volumen de actividades delictivas precedentes objeto de investigación y juzgamiento, así como los montos incautados y decomisados. De acuerdo a la lógica y a la experiencia mundial en la materia, debiera existir una cantidad considerablemente mayor de casos de lavado de activos”, dice el informe del asesor de la Secretaría Antilavado.
Inés Guimaraens
Policía señala que se cierran más bocas
Para Montesdeoca, el principal problema es que no hay “investigaciones financieras paralelas”, esto es que ante casos de delitos precedentes como narcotráfico, contrabando o corrupción "no se sigue la ruta del dinero”. “Lo que se encuentra se incauta, decomisa, pero no se siguen investigaciones por lavado de activos”, dijo.
En el trabajo, el especialista señaló que desde la incorporación de los delitos de lavado de activos en el sistema jurídico uruguayo, en 1998, han sido “muy pocos” los casos judiciales que hayan representado “cierta complejidad o implicado el desbaratamiento de organizaciones delictivas”. “La mayoría de los casos se iniciaron en forma reactiva a investigaciones generadas en el extranjero”, sentenció.