Piqsels

La baja en el precio de las materias primas no irá mucho más allá

Para Uruguay como proveedor de alimentos para el mundo sigue existiendo un escenario favorable, pero que solo se concretará si las lluvias no se interrumpen en la primavera

Tiempo de lectura: -'

12 de agosto de 2022 a las 12:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

La teoría macroeconómica indica que con tasas de interés en ascenso y riesgo de recesión las materias primas deben bajar. Y eso ha pasado. En los últimos tres meses el precio de la mayoría de los commodities ha bajado.

En lo que refiere a los alimentos, la caída en el mes de julio fue fuerte. Según los registros que lleva FAO, el descenso fue de los mayores en términos mensuales que se han visto, probablemente desde los tiempos del colapso de Lehman Brothers o desde una brutal caída del precio del petróleo ocurrida en 2012.

Justamente, siguiendo lo que las condiciones de alto dólar y tasas y bajo crecimiento indican, el precio del petróleo logro quebrar los US$ 100 por barril y dejar las subas de precios de combustibles en el pasado.

La baja promedio del precio de los alimentos en julio fue 8,6% –la más baja en años y fue el cuarto mes consecutivo de descensos–.

Además de los factores macroeconómicos adversos, la geopolítica que jugaba a favor pasó a jugar probablemente en contra. Con China en su momento de peor relacionamiento con Estados Unidos en mucho tiempo y los barcos cargados de maíz y girasol saliendo de Ucrania, se ha pasado de un comprador seguro y un exportador bloqueado a un escenario diferente.

EO

Un desplome brutal

Así, el trigo en Chicago que llegó a los US$ 500 por tonelada aterrizó por debajo de los US$ 300, el maíz de US$ 350 se fue a US$ 250 y un panorama similar ocurrió con los lácteos, que llevan nueve bajas en los últimos 10 remates realizados quincenalmente en la plataforma Global Dairy Trade.

A lo largo de esta semana se fue venciendo el escepticismo respecto a la exportación de Ucrania. Al cierre de esta nota ya son 12 los barcos que han salido en virtud del acuerdo en el que medió Turquía y avaló la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Pero aún con todas las adversidades (y probablemente una invasión de China a Taiwán sería la de más impacto bajista), los fundamentos del mercado y las sucesivas oleadas de calor del hemisferio Norte nos recuerdan que el mercado de alimentos en este siglo es otro diferente al del siglo XX, frecuentemente bajo la amenaza de una merma en los stocks, que suelen estar siempre ajustados.

Por eso esta semana los precios volvieron a reaccionar ante una ola de calor sobre las zonas agrícolas de Estados Unidos, que se suma a las que devastaron al trigo en India y que tienen a Europa con sus ríos secos y sus cultivos agonizando.

De modo que el ajuste que dicta la macroeconomía se ve limitado y mantiene un piso de precios que en términos históricos es alto. Y la volatilidad debe seguir. En particular esta semana el intenso calor puso presión a los cultivos en Estados Unidos, donde soja, maíz y trigo de primavera se han visto afectados. El estado de los cultivos ya se deterioró marcadamente la semana pasada y eso se debe acentuar en la presente semana.

EO

Poca soja en Estados Unidos

Eso lleva a dar un sostén alto para la soja, ya que Estados Unidos no logra reponer un stock razonable de la oleaginosa.

El fracaso de la cosecha del Mercosur en el año pasado (del que Uruguay fue la excepción) dejó a los silos estadounidenses exhaustos.

Por tercer año consecutivo las reservas finales de Estados Unidos se ubican muy cerca de seis millones de toneladas, un nivel inseguro de abastecimiento si pensamos que en 2015 las reservas eran 25 millones de toneladas.

El clima también juega estructuralmente como un factor importante en el abastecimiento inseguro de alimentos por la gravísima situación del oeste de Estados Unidos, donde hay una sequía tan larga que puede considerarse una desertificación.

Eso afecta muy gravemente a la producción granjera en el suroeste y norte de México y en el oeste ganadero está provocando una persistente baja del stock ganadero que lleva a que la oferta de carne de Estados Unidos tenga años por delante de descenso de la producción y precios firmes de la carne vacuna.

La zona criadora está bajo presión y los datos de stock ganadero de Estados Unidos mostraron una caída de 2%, que se suma a la de años anteriores y que no se sabe cuando podrá revertirse.

EO

EO

Leve ajuste en carne

Justamente en los datos de FAO se observa que aunque el precio internacional de la carne también cae, ese descenso es mucho más moderado que el que se ha dado en los granos.

Incluso es una baja que tiene más que ver con la carne de cerdo en China, donde ha habido una fuerte recuperación luego de los gravísimos problemas sanitarios que afectaron en 2019 y 2020.

El índice FAO del precio de la carne estuvo apenas 0,5 % abajo que en junio, el primer descenso intermensual tras seis meses consecutivos de aumentos.

Según FAO, “los precios internacionales de la carne de bovino registraron una caída como consecuencia de unas mayores disponibilidades exportables procedentes de las principales regiones productoras en comparación con la demanda mundial”.

Incluso la caída en el precio de la carne de cerdo, que fue muy fuerte en julio en China, se ha revertido en este mes en que las cotizaciones porcinas en china se han disparado.

El precio internacional ha tenido un cierto ajuste, pero mucho más moderado que el que se ha dado en cereales y particularmente en aceites donde la reapertura de las exportaciones de aceite de palma en Indonesia han reabastecido al mercado y bajado los precios.

El mercado de materias primas pues se modera, pero se sostiene por encima de los precios de agosto de 2021 para la gran mayoría de los rubros y no ha restablecido una seguridad alimentaria capaz de generar bajas pronunciadas de precios. Cuando estas se producen, los compradores acuden prontamente a reabastecerse de granos.

Hasta el precio del arroz que se ha mantenido muy estable, en niveles que no convencen a  los productores uruguayos, pueden tener una reacción de último momento previo a la siembra. Brasil ha exportado muy fuerte en los últimos dos meses y eso ha llevado a la bolsa de arroz por encima de los US$ 15. A su vez India, principal productor mundial, puede tener problemas productivos serios que pueden mover al mercado. Eso sin contar las pérdidas de los tradicionales arroces italianos que se han quedado sin agua.

Con 8.000 millones de personas, una situación Niña que persiste y que amenaza nuevamente con sequía al verano del Mercosur y un planeta recalentado, estabilizar los precios de los alimentos requiere mucho más que suba de tasas de interés de los bancos centrales. Para Uruguay sigue siendo un escenario favorable, pero que solo se concretará si las lluvias no se interrumpen en la primavera.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.