La dependencia de los cargos políticos: ¿cuánto representan los aportes de los dirigentes a los ingresos de los partidos?

De ahí surge que el aporte que perciben de sus cargos políticos todos los partidos representan más de la mitad de los ingresos que llegan a percibir en el año. Esa dependencia de los dirigentes ha sido motivo de alerta para distintas autoridades partidarias. 

Uno ejemplo reciente fue un informe interno del Frente Amplio el año pasado, en que la Comisión de Finanzas indicaba que el porcentaje de esos aportes sobre el total se había tornado en "una debilidad de la estructura de ingresos". La coalición de izquierdas es, aún estando en la oposición, el lema que en términos absolutos más dinero capta del aporte de sus cargos políticos: $36 millones al cierre del año pasado, un 55% de todos sus ingresos. 

"No avergüencen al presidente, paguen lo que corresponde al Frente Amplio", rezaba el cartel que José Mujica colgó en su despacho cuando era presidente de la República. "Es un cartel para obligar a la burocracia de confianza a cotizar en el Frente. Tienen dos casitas y otra en el balneario, y medio Uruguay precisa vivienda, ta", decía en 2013 en entrevista con Brecha. 

El caso de la izquierda sea tal vez el más icónico por sus raíces y su tamaño respecto al resto, aparte de sus deliberados intentos por reforzar los ingresos provenientes de afiliaciones y las colaboraciones mediante bonos de sus militantes.

El doctor en Ciencia Política, Rafael Piñeyro, explica incluso que el Frente se constituyó como un "partido exterior", "construido desde afuera de los cargos", como contracara a sus adversarios tradicionales, "que se construyeron estando en el Estado, tanto en el gobierno como en la oposición". Es así que el Frente Amplio será el que más recursos tiene por este concepto, pero no el más dependiente de ello. 

El peso de los cargos

Guido Manini Ríos estuvo dispuesto a romper con la coalición de gobierno. Minutos antes había cortado con el presidente Luis Lacalle Pou, quien había pedido la renuncia de Irene Moreira al Ministerio de Vivienda. El senador Raúl Lozano y varios de los diputados de Cabildo Abierto llamaron entonces a la cautela: no solo había que consultar a los militantes, también quedaban en vilo todos sus cargos en el gobierno. 

En números –siempre de acuerdo a lo declarado a la Corte Electoral– eso vale $12,4 millones al año. Solo con eso, Cabildo puede hacer frente a un tercio de las erogaciones que tuvo a lo largo del año pasado. Si se le suma lo que el partido retiene por partidas de sus legisladores, equivale a $27 millones: más de tres cuartos del total de sus ingresos. 

El porcentaje en el Partido Colorado es aún más alto: casi 82%. La centenaria colectividad, que ya al asumir el gobierno de Lacalle Pou había duplicado sus ingresos reales por aportes de cargos políticos, llegó en 2022 a percibir $10,2 millones por ese concepto: es más del doble lo que percibía dos años atrás.

Desde esa fuerza política atribuyeron el salto a un trabajo administrativo de la Comisión de Afiliados dirigida por Pablo Armand-Ugon, que puso el foco en jerarcas de gobierno que estaban omisos en llenar el papeleo necesario para hacer sus aportes. Los colorados de hecho están acuciados por la necesidad de pagar sus deudas con la Intendencia de Montevideo (IM), por las que terminaron cerrando distintos convenios. 

El Partido Nacional financia por su parte el 50,6% de su estructura de ingresos con el aporte de sus cargos políticos (casi $25 millones al cierre del 2022), con lo que podría cubrir la mitad de sus egresos. Ya en 2021 los blancos habían declarado el triple por este concepto que el año anterior, mientras que al asumir el gobierno ya se habían duplicado los aportes. 

Entre varios flancos abiertos que dejan las declaraciones de los partidos a la Corte Electoral, ninguna de las rendiciones contempla cuánto dinero manejan los sectores internos de las fuerzas políticas, que también retienen un porcentaje del sueldo de sus dirigentes. Los sectores no están obligados a transparentar sus cifras en el período entre elecciones. 

El "Santo Grial"

Las rendiciones no son más que una aproximación, y la cifra real que los partidos pueden recibir de los cargos de sus dirigentes en el Estado nunca termina de saberse. "Esa información es el Santo Grial", resume el politólogo Conrado Ramos, que por años investigó el tema y hoy es el titular de la Oficina Nacional del Servicio Civil: "Nadie la consigue". 

"Como investigadores siempre tenemos una laguna si cuando los partidos dicen que declaran cargos políticos, se refieren a los que la Constitución dice que son políticos –que se entiende como P–, si son los cargos de confianza establecidos por ley; pero después tenés toda la incertidumbre con la forma de declarar sobre personas que es muy probable que aporten, pero que habría que ver si en la declaración figuran o no", plantea Ramos, y concluye: "Creo que es muy probable que haya una subdeclaración grande". 

Desde la teoría, explica en tanto Rafael Piñeyro, se transforma en un "partido cartel" aquel que se hace "mucho más dependiente del Estado que de la sociedad". Esa idea concebida por Mair y Katz en los '90 con la mira puesta en los partidos europeos admite varios matices y pocos consensos en la ciencia política, aunque el experto reconoce a El Observador que estos colectivos "están en la tensión de acercarse cada vez más al Estado", alejándose como contrapartida de las preocupaciones de la gente. 

Para Piñeyro uno de los factores claves es el de "los altos niveles de competitividad hacia adentro de los partidos". "Eso hace que no sean una máquina de reproducir personas dentro de la maquinaria del Estado, sino que tienen que estar atentos a la ciudadanía por la competitividad interna".

Que el Estado sustente la actividad de los partidos "no es malo para la democracia, sino todo lo contrario", aclara. "Uno no quiere partidos cartelizados, pero tampoco que sean débiles producto de que no tienen recursos", declara. 

Otro factor a tener en cuenta en la materia, indica Piñeyro, es el "problema" de los partidos para cobrar los aportes de sus dirigentes: "Todos los proyectos que hay para reformar la ley de Partidos Políticos del 2009 tienen una sección dedicada a cómo los partidos pueden asegurarse que la institución descuente directamente la cuota a esos cargos".

Con las negociaciones trancadas entre el Partido Colorado y Cabildo Abierto por nombramientos de ministros en la Corte Electoral, el Parlamento no encarará en esta legislatura un nuevo proyecto de financiamiento de los partidos políticos.