No recuerdo otra media hora previa de una sesión parlamentaria que haya sido tan comentada y haya generado tantos sentimientos encontrados como la del martes 2 de junio en la Cámara de Diputados. Si hay una frase hecha que casi siempre es certera es la que dice que en esta vida no hay casualidades, sino causalidades. Esto aplica a lo que sucedió el martes con una diputada que se había anotado (tres semanas atrás) para hablar sobre la voz femenina en política, la violencia de género y el aniversario de un movimiento que ha influido fuertemente en la agenda pública del mundo y en particular de la región: #NiUnaMenos.
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