En la moda, los estereotipos se están rompiendo de a poco. Lo primero que se derribó fue la predominancia de las modelos blancas; después, la exclusividad del talle extremadamente pequeño. Ahora, la modelo australiana Madeline Stuart pretende terminar con otro tipo de norma no escrita que le impediría modelar en la pasarela: Stuart, de 22 años, tiene síndrome de Down.
Su historia, publicada y contada en una nota del Washington Post, comienza con un médico asegurándole a la madre de Stuart, Rosanne, que su hija seguramente no superaría la capacidad intelectual de una niña de 7 años. Sin embargo, hoy la mujer demuestra lo contrario. "Estoy feliz de cambiar la manera en que la sociedad ve a las personas con discapacidades", dijo Stuart. “Quiero que el mundo acepte más. Ese es mi sueño."
Nacida en la ciudad australiana de Brisbane, su fama como modelo explotó cuando en 2015 su madre publicó en Facebook parte del material de una sesión de fotos profesionales a las que Madeline se sometió. Rápidamente, las fotografías generaron más de 7 millones de visitas. Y con ellas, empezaron a sonar los teléfonos y aparecieron las propuestas.
A partir de allí, y durante los últimos cuatro años, Madeline Stuart ha desfilado por pasarelas de New York, París, China, Londres, Suecia y Dubai. Su primera aparición en un desfile fue en Manhattan, donde Stuart modeló para el diseñador sudafricano Hendrick Vermeulen. Fue su primera Semana de la moda. "Fue increíble, nunca lo olvidaré", le dijo a The Washington Post. "La gente me trató con amor y me apoyó".
Hasta ahora, Stuart ha desfilado por más de 100 pasarelas para diseñadores de la talla de Colleen Morris, Nonie, Lulu et Gigi y Zula Designs. Además, tiene más de 1 millón de seguidores en sus redes sociales.
Según contó al medio estadounidense Sara Ziff, fundadora de la Alianza Modelo de Nueva York, “la industria del modelaje ha mantenido históricamente un ideal de belleza rígido: delgado, blanco, sano y alto”, a lo que agregó que la presencia de Madeline ha sido beneficiosa para la comunidad de personas con discapacidades, pero también para el resto de la industria. “Las imágenes de Madeline son una forma de activismo, y eso es atractivo”, dijo.
La vida de Stuart, sin embargo, no ha estado exenta de problemas de salud, que muchas veces la han dejado fuera de desfiles para los que se estaba preparando. Sin ir más lejos, en diciembre del año pasado se sometió a una cirugía de corazón abierto por un problema con una de las válvulas. Actualmente se encuentra en etapa de recuperación y planea volver a la pasarela cuanto antes.
Madeline Stuart también se las ha tenido que ver con diseñadores que no la toman en serio y que buscan su presencia en sus desfiles para provecho propio. "Eso es desalentador. Madeline se ha convertido en una verdadera profesional", dijo su madre. "A veces la gente piensa que no pueden entenderlos porque tienen un lenguaje limitado. Pero ella sí entiende. La acompaño simplemente para asegurarme de que tiene representación y que nadie trata de aprovecharse".
"A través de la exposición y las personas que nos apoyan, las cosas irán cambiando lentamente", dijo por su parte, la joven de 22 años. "La gente se está dando cuenta de que esto no es un truco. Trabajo tan duro como cualquier modelo. No renunciaré a mi sueño", concluyó.
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